Con vistas al inicio del ciclo académico 2025, el decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP e investigador principal del CONICET, Mauricio Erben, remarcó en una entrevista con 90 Líneas que la política de asfixia presupuestaria que el gobierno ultraderechista viene aplicando desde que asumió sobre el sistema de educación superior y el sistema de ciencia y tecnología ha puesto a ambos sectores (íntimamente relacionados) en una «crisis sin precedentes».
En el último año, el salario de los docentes universitarios perdió 37% de poder adquisitivo, y no hay paritarias en el horizonte. En tanto, en los laboratorios de muchas áreas se «están usando los últimos insumos disponibles sin posibilidad de reponerlos».
No obstante, subrayó que «es fundamental que las aulas no se vacíen», al tiempo que ponderó el «fuerte compromiso de la comunidad científica para resistir y sostener las actividades».
La charla completa.
- ¿Comienzan las clases del ciclo 2025 en la UNLP y en las universidades nacionales en general?
Para contextualizar la situación de las universidades, en particular la UNLP, es importante recordar que en septiembre de 2024 el Consejo Superior declaró el estado de emergencia presupuestaria, salarial y estudiantil. Esta situación no ha mejorado, ya que el presupuesto asignado a las universidades para 2025 es una prórroga del de 2023, con el único incremento en gastos de funcionamiento otorgado luego de las masivas marchas de abril y octubre del año pasado. Sin embargo, la inflación acumulada a lo largo de 2024 ha licuado ese aumento, dejando un panorama de extrema complejidad.
Para ilustrarlo con un caso concreto, en la Facultad de Ciencias Exactas, el presupuesto mensual asignado para gastos de funcionamiento en 2025 es de 28 millones de pesos, mientras que solo la factura de electricidad de febrero ascendió a 26 millones. Esto significa que la Facultad no podría operar sin un refuerzo presupuestario de la UNLP para el pago de servicios básicos. Además de los costos de electricidad, el funcionamiento de la Facultad requiere garantizar condiciones de limpieza, compra de insumos para trabajos prácticos, equipamiento para enseñanza, mantenimiento de edificios, entre muchas otras necesidades esenciales.
A pesar de este contexto adverso, en la Facultad de Ciencias Exactas el calendario académico 2025 se inicia el 5 de marzo, y durante febrero se llevó a cabo el curso de ingreso con relativa normalidad gracias al esfuerzo y compromiso de docentes y no docentes. Sabemos que muchos estudiantes atraviesan graves dificultades económicas, y es fundamental que las aulas no se vacíen.
«En la Facultad de Ciencias Exactas, el presupuesto mensual asignado para gastos de funcionamiento en 2025 es de 28 millones de pesos, mientras que solo la factura de electricidad de febrero ascendió a 26 millones»
A esta crisis presupuestaria se suma la crítica situación salarial. En estos días, se conoció la noticia de que los gremios docentes propondrán en el Frente Sindical de Universidades un paro de entre 48 y 72 horas para el próximo 17 de marzo.
Así como en 2024, la comunidad universitaria deberá debatir y definir cómo lleva adelante medidas por el justo reclamo por la difícil situación.
- ¿Qué le han ofrecido a los docentes universitarios? ¿Cuánto perdió en promedio el salario del sector en 2024?
Desde la asunción del gobierno de Javier Milei, los salarios docentes han perdido aproximadamente un 37% de su poder adquisitivo. A pesar de esto, el gobierno no ha convocado a reuniones paritarias, y los aumentos salariales anunciados son mínimos: 1,5% en febrero sobre el mes de enero y 1,2% en marzo sobre febrero, muy por debajo de la inflación.
«Desde la asunción del gobierno de Javier Milei, los salarios docentes han perdido aproximadamente un 37% de su poder adquisitivo»
- ¿Continúa la desfinanciación del sector de ciencia y técnica?
El sistema público de Ciencia y Tecnología atraviesa una crisis sin precedentes.
El CONICET mantiene congelada su planta de investigadores, lo que impide que los seleccionados en la convocatoria 2022 ingresen a la carrera de investigador, mientras que la convocatoria 2023 aún está en evaluación y el número de becas doctorales y posdoctorales ha sido reducido. No hay financiamiento de proyectos de CONICET para sus institutos ni personal científico. Además, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica ha quedado prácticamente paralizada. No se financiaron proyectos aprobados en la convocatoria 2022, no se abrieron nuevas líneas, ni siquiera funciona su directorio.
Hay constantes amenazas de desmantelamiento de instituciones como el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), así como la suspensión de proyectos estratégicos en CONEA (Comisión Nacional de Energía Atómica) y CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales).
El gobierno nacional no ha definido ningún plan o política clara para el sector de Ciencia y Tecnología. Primero, intentó desacreditar a los investigadores para luego avanzar en una política de asfixia presupuestaria, afectando a universidades y organismos de investigación.
Todo indica que el modelo de país propuesto por Milei no contempla el conocimiento como un factor estratégico de desarrollo.
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- ¿Cómo está la situación de los investigadores, los becarios y el acceso a insumos en institutos y laboratorios?
La falta de financiamiento compromete la continuidad de grupos de investigación completos y el desarrollo de líneas de trabajo de gran impacto. Muchos equipos han quedado paralizados por la imposibilidad de comprar insumos o reparar equipamiento.
Los salarios bajos, la falta de nuevas becas y el nulo financiamiento de proyectos están empujando a muchos investigadores jóvenes a abandonar el país o cambiar de actividad.
En muchas áreas, los laboratorios están usando los últimos insumos disponibles, sin posibilidad de reponerlos.
«Todo indica que el modelo de país propuesto por Milei no contempla el conocimiento como un factor estratégico de desarrollo»
Se ha priorizado la continuidad de proyectos en los que hay estudiantes doctorales involucrados, para evitar que se interrumpan sus tesis. Sin embargo, el panorama es preocupante. Cuando conversamos con colegas se repite una frase que grafica el momento: «estamos raspando el fondo de la olla». Se están terminando de ejecutar viejos proyectos, se usan los insumos que tal vez se tenían guardados, se dejó de pensar en nuevas líneas de trabajo, hay equipamiento que ya no se usa por la imposibilidad de comprar insumos, es imposible reparar equipos e imposible comprar nuevos.
«En muchas áreas, los laboratorios están usando los últimos insumos disponibles, sin posibilidad de reponerlos»
El compromiso de los investigadores y la comunidad científica sigue firme, pero la falta de apoyo gubernamental pone en grave riesgo la continuidad del sistema científico y tecnológico del país.
- ¿Cómo ve el panorama de Ciencia y Tecnología para 2025?
El panorama para 2025 es alarmante porque el desmantelamiento del sistema de Ciencia y Tecnología no parece ser una consecuencia de la coyuntura económica, sino un objetivo deliberado del gobierno nacional.
A pesar de esto, existe un fuerte compromiso de la comunidad científica para resistir y sostener las actividades, porque el conocimiento generado en universidades e institutos es clave para el desarrollo del país. Creo que la sociedad también comparte esta visión, reconociendo que los científicos trabajan, generan conocimiento y desarrollan tecnologías con un impacto fundamental en áreas estratégicas como la salud, la producción de alimentos y la energía. No son «ñoquis del Estado», sino actores importantes para el desarrollo del país.
«El futuro de Argentina depende de las decisiones que tomemos hoy: podemos apostar por un modelo basado en el trabajo, la industria, el desarrollo tecnológico y el aprovechamiento soberano de nuestros recursos, o resignarnos al modelo actual, a un esquema de dependencia, basado en la importación de tecnología y la primarización de la economía»
En este sentido, el 2025 será muy importante ya que es un año de elecciones legislativas. Es fundamental que se discuta el rol de la Ciencia y la Tecnología como parte de un proyecto de país. El futuro de Argentina depende de las decisiones que tomemos hoy: podemos apostar por un modelo basado en el trabajo, la industria, el desarrollo tecnológico y el aprovechamiento soberano de nuestros recursos, o resignarnos al modelo actual, a un esquema de dependencia, basado en la importación de tecnología y la primarización de la economía.
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