Hearst, como buena parte de los “comunicadores” de la actualidad, padecía uno de los grandes males de nuestro tiempo: “el divismo”. Consideran que están por encima del resto de los mortales y que su exposición frente a un medio de comunicación, en especial de una cámara, les da inmunidad y prerrogativas por encima de sus conciudadanos. E incluso por encima de la ley o las normas, sin medir las consecuencias.
Por estas horas Jorge Lanata y Cristina Pérez confundieron al aire las vacunas chinas Sinopharm, que es la que aplica Argentina, con la de Sinovac, que se distribuye en Chile, atribuyéndole una efectividad de apenas 3% y aseguraron que sólo con la segunda dosis se alcanza un 70%.
Pero la vacuna de Sinopharm reduce la probabilidad de enfermedad sintomática en un 79,3 por ciento y cercana al 100 por ciento en formas graves, hospitalización y mortalidad. Se trata de una “confusión” imperdonable.
Y si desalentar la vacunación en plena explosión de casos en el país es grave, lo de Viviana Canosa es aún peor. Lisa y llanamente no tiene límites.
No dudó en afirmar que hay denuncias sobre “metales en los hisopados” para poner en duda la eficiencia de los test de PCR (“Reacción en Cadena de la Polimersa”), virtualmente el método más frecuente para determinar si cualquier paciente tiene coronavirus. Sin embargo según señala el portal especializado Chequeado la denuncia “no tiene asidero, según expertos en la materia”, y destaca la importancia de testearse y luego aislarse para combatir el coronavirus.
También Chequeado recuerda que la periodista ya había difundido otras desinformaciones y hasta llegó a tomar dióxido de cloro ante las cámaras de televisión, una sustancia tóxica que incluso provocó la muerte de niño neuquino de 5 años por haberla consumido.
Canosa en su programa sostuvo que esta información de los falsos positivos se la contaron desde el grupo “Médicos por la Verdad de España”, una asociación negacionista del coronavirus que ya ha difundido varias afirmaciones falsas y está presente en la Argentina. Son médicos, virólogos e inmunólogos que difunden desinformaciones y se oponen al uso de barbijos, al “aislamiento de los sanos”, cuestionan las pruebas PCR, promueven el dióxido de cloro como tratamiento y critican las medidas sanitarias del Gobierno nacional, bajo la acusación de que “quieren encerrarnos”.
También llevó como invitado al doctor en Farmacia y Bioquímica Marcelo Peretta, quien le había recomendado a Mauro Viale no vacunarse contra el coronavirus. “Una vacuna te puede matar”, aseguró Peretta sin sonrojarse, insinuando que la muerte fulminante del difunto conductor de América se relacionaría a la dosis de la vacuna Sinopharm.
Al mismo tiempo, la ex chimentera reconvertida en conductora estrella de espacios centrales en A24 profundizó su perfil “transgresor”, al asegurar que no utilizará barbijos en sus apariciones televisivas y comenzó a burlarse de sus colegas de otros canales que comenzaron a aparecer en pantalla utilizándolos ante el crecimiento de los casos.
Y además desafió a la titular de la Defensoría del Público de Argentina, Miriam Lewin a demandar al aire un debate sobre la efectividad de los PCR, luego de que la entidad oficial cuestionó al canal acusando a la conductora de “difundir un discurso que promueve el pánico social, la alarma y la desinformación entre las audiencias acerca del sistema de testeos o hisopados que se implementan para detectar y diagnosticar el Covid 19”.
Así, escudada en su libertad de expresión y con el respaldo de entidades como Fundación LED (Libertad de Expresión y Democracia), Fopea y Adepa, Canosa se convierte en la punta de lanza de quienes desafían a través de los medios de comunicación cualquier esfuerzo para contener la propagación del virus
Por su parte, Gustavo López vicepresidente de la Enacom, aseguró que la Defensoría del Público recibió más de 200 denuncias contra la postura de Canosa y confirmó que el organismo que encabeza Lewin y no tiene atribuciones punitivas le había realizado una serie de recomendaciones al canal. Aseguró que el organismo que él integra y sí tiene capacidad sancionatoria inició un sumario administrativo por los dichos de la conductora que podría derivar en condenas.
William Hearst es recordado por el incidente del acorazado Maine que fue una de las causales de la guerra entre Estados Unidos y España por Cuba en 1898, luego de que fogoneó a través de sus medios que el barco había sido bombardeado. Este magnate de medios amarillistas, pero también político y empresario alcanzó un enorme poder e inspiró la célebre película de Orson Welles “El ciudadano Kane” o en Argentina simplemente “El ciudadano”, con sus falsas noticias -que hoy llamaríamos fake news- para alcanzar sus fines políticos.
Viviana Canosa y su divismo, como Hearst en su momento, se creen por encima de todo tipo de regulaciones diciendo lo que le da la gana, pero sin el más mínimo rigor, mostrando una profunda ignorancia y sin importarle. Se vale de su libertad de expresión olvidándose que la Constitución establece que las libertades que consagra, tienen el límite de las leyes que reglamentan su ejercicio y que la función central de un medio de comunicación es informar.
Hoy la ministra de Salud, Carla Vizzotti apeló a los dueños de los canales y a los comunicadores a sumarse al esfuerzo para contener la nueva ola de contagios que por estas horas jaquea a los servicios hospitalarios del país y generó el llamado angustioso de los médicos que trabajan en primera línea contra la pandemia para extremar los cuidados.