La posibilidad de que esta tarde el consejo directivo de la facultad de Medicina de la UNLP nombre como profesor titular de la cátedra de Medicina Legal al Dr. Darío Amado, generó la enérgica reacción y rechazo no sólo de amplios sectores de estudiantes y del profesorado, sino nada menos que de la familia del asesinado reportero gráfico José Luis Cabezas, quienes en un comunicado -publicado en su totalidad más abajo- expresan:
«Se hace imperioso recordar para la familia y para la sociedad que no se olvida de José Luis Cabezas, que este médico (por Darío Amado) en 1997 fue el forense que realizó la primera autopsia al cuerpo de la víctima asesinado en General Madariaga por emisarios de Yabrán y denunciado por el representante legal de la familia. Ocultó evidencias y fraguó informes. Amado se hizo famoso hace 24 años por haber participado en la causa judicial que investigaba uno de los crímenes políticos más estremecedores de la historia argentina de la postdictadura: el asesinato del reportero gráfico José Luis Cabezas, por encargo del empresario Alfredo Yabrán, ejecutado la madrugada del 25 de enero de 1997 en General Madariaga».
«Amado fue convocado por el juez federal de Dolores José Luis Macchi para realizar la autopsia al cuerpo calcinado de José Luis. Pero tras conocer los resultados, el magistrado ordenó una segunda autopsia y llamó a declarar a Amado para que explicara algunas irregularidades y errores cometidos en su informe forense. La reautopsia de Cabezas, con la presencia de los médicos de la familia CABEZAS, incriminó a Yabrán. Además, este médico permitió que personal de inteligencia de la Policía Bonaerense entrara a la sala de la Asesoría Pericial y presenciara toda la autopsia, esfumándose minutos antes de finalizar a sabiendas de que no tenía permitido estar ahí…», escribió la hermana de José Luis, Gladys, en la misiva enviada a las autoridades de la UNLP.
Lo cierto es que el consejo directivo deberá definir hoy a las 16 Hs, luego de un empate en el concurso legal para ocupar ese cargo de titular de cátedra, si elige a Amado o bien se inclina por la otra candidata Virginia Créimer.
La agrupación «La Alternativa» señala al respecto que «resulta llamativo que en el concurso en el cual se presentara Amado como candidato, concursara también Virginia Créimer quedando ambos con la misma cantidad de votos por parte del jurado, es decir, dos jurados a favor de uno y dos jurados a favor de la otra. En este marco, la comisión de Enseñanza de la Facultad arbitrariamente decide postular a Amado sin ponderar trayectorias y antecedentes».
Y agrega: «Es ampliamente conocido el recorrido de Virginia Créimer en la defensa de los derechos humanos a través de causas de público conocimiento como la de Luciano Arruga, Facundo Astudillo Castro, Franco Casco, María de los Angeles París, Carlos Orellano, Cambiaso y Pereyra Rossi entre tantas.
El prestigio académico de Créimer la define, Magister en Educación con especialización en Educación Superior, doble titulación internacional, es Especialista Consultora en Medicina Legal y especialista Jerarquizada en Clínica quirúrgica, Coordinadora del Comité de Bioética del HIGA Rossi, miembro del Comité de Bioética HIGA San Martín, y posee una Diplomatura en Psicología jurídica y forense.»
El consejo directivo que hoy desempata en este concurso tiene 11 miembros, 7 profesores, 5 estudiantes, 3 graduados y un no docente. Y el resultado es aún una incógnita de acuerdo a consultas que hizo 90lineas.com con relación a este controvertido tema.
REPORTEROS GRÁFICOS INDIGNADOS
La Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) también se declaró en «alerta sobre el posible nombramiento como profesor de la Universidad de La Plata de un encubridor del crimen de José Luis Cabezas».
Y en un comunicado señala: «El médico Darío Amado está a punto de convertirse en profesor titular de la cátedra de Medicina Legal de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de La Plata. Darío Amado, fue el médico forense que realizó la primera autopsia al cuerpo de José Luis Cabezas, asesinado en Pinamar en enero de 1997. La autopsia contenía tantos vicios, ocultamientos e irregularidades que ni sus mandantes, la maldita policía bonaerense, pudieron avalarla, ni sostener a Amado en su puesto como médico policial.»
«La autopsia debió ser anulada, pero el daño provocado a la investigación resultó en muchos aspectos irreversible. Y ese daño fue deliberado. Tosco y brutal, pero voluntario. No registró un segundo disparo, no detalló la golpiza recibida por la víctima antes de la muerte, permitió la presencia de miembros de la inteligencia bonaerense y fraguó la firma de un testigo policial que no estuvo presente. La única excusa que presentó fue “cansancio”. Cansancio moral provoca su permanencia como profesor de medicina forense, y su pretensión de ser titular de una cátedra», aseguran los reporteros de ARGRA.
El siguiente es el comunicado de la familia Cabezas, firmado por su hermana Gladys Cabezas:
Comentarios 1