A pesar de que los platenses las conocemos por sus números, desde los primeros años de la Ciudad de Rocha las calles tuvieron nombres. La avenida 60, desde la época fundacional de La Plata, se llamó Tucumán -como el «Jardín de la República»-, aunque en 1901 cambió su denominación por la de Bartolomé Mitre, a modo de homenaje al cumplir 80 años de edad el que fuera presidente de nuestra nación. Aunque es interesante la historia, no es el nombre de la avenida 60 la que me motiva a escribir estas líneas, sino una de sus curiosas particularidades.
Hacia el año 1900 la nueva capital tenía pocos vecinos por la zona, pero la avenida que nos convoca y a la que algunos les gusta llamarla bulevar, juntaba a verdaderos genios, sabios y destacados vecinos que dejaron su huella histórica con trabajos muy valiosos.
Desde 60 esquina 11 N° 793 donde tenía una librería a la que llamó «Rivadavia», Florentino Ameghino dejaba a su esposa Leontina y partía diariamente hacia sus múltiples labores. Era un autodidacta sobresaliente, desde muy chico se había entregado a la búsqueda y recolección de restos fósiles y, bien pronto, su colección particular y su ciencia fueron en aumento.
Más allá de unas pocas “acusaciones” públicas por parte de ciertos detractores que aseguraban que había nacido en Italia, la biografía oficial del naturalista autodidacta Florentino Ameghino siempre postuló –y lo sigue haciendo– que nació el 18 de septiembre de 1854 en Luján, Buenos Aires. Ahora, sin embargo, nuevas evidencias históricas demuestran casi sin lugar a dudas que el admirable personaje científico efectivamente habría sido inmigrante europeo (ver nota «Nuevas evidencias demuestran que Ameghino era italiano»). Lo que no hay dudas, es que vivió en la «gloriosa» 60.
Otro residente de los instalados en la zona, más precisamente en 60 entre 8 y 9 donde vivió y murió y formó una numerosa familia, fue Alejandro Korn, médico, psiquiatra, investigador, político y docente que tuvo una importantísima actuación en distintas instituciones: fue vicerrector de la UNLP cuando el rector era el propio Dardo Rocha y la dirigió cuando la casa de altos estudios consiguió la nacionalización; tuvo a su cargo durante muchos años el hospital neuropsiquiátrico de Melchor Romero (hoy lleva su nombre), escribió varios libros entre ellos “La libertad creadora” (1920) y Esquema gnoseológico (1924). La actividad política y profesional signó sus años mozos y la cultura física le otorgó fama de diestro esgrimista en el Jockey Club y en el club de Gimnasia y Esgrima La Plata, entidad a la que contribuyó a afianzar en los años iniciales como presidente.
Korn nació en San Vicente, Buenos Aires, el 3 de mayo de 1860, fue el primer funcionario universitario en América Latina en ser elegido con el voto estudiantil y está considerado como el iniciador del pensamiento filosófico en la Argentina y como uno de «los cinco sabios» de La Plata, junto a Florentino Ameghino, Juan Vucetich, Almafuerte y Carlos Spegazzini, tres de los cuales vivieron en la 60.
La guía e historiadora Cristina Espinosa, me confirmó que después de vivir en otros domicilios, el antropólogo Juan Vucetich -de origen croata que nació el 20 de julio de 1858 y falleció en Dolores el 25 de enero de 1925- residió en 60 entre 9 y 10.
Prestigioso empleado que ingresó en 1888 al Departamento Central de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, trabajando inicialmente como empleado en la Contaduría con el grado de meritorio, un año y medio después fue designado jefe de la Oficina de Estadísticas. Luego creó la Oficina de Identificación Antropométrica y posteriormente el Centro de Dactiloscopia del que fue director. Puso por primera vez en práctica un sistema eficaz de identificación de personas por sus huellas dactilares, usado en todo el mundo.
Por eso, recordemos hoy, al transitar la avenida 60 de nuestra ciudad, a los sabios que en ella vivieron como simples vecinos, sus investigaciones y sus trabajos que los llevo a ser reconocidos mundialmente.