Por Carlos Altavista.-
José de San Martín se hizo cargo de la gobernación de Cuyo (San Juan, Mendoza y San Luis) en septiembre de 1814. Pidió fondos a Buenos Aires para comenzar a armar un ejército pero le fueron negados, pues los unitarios liberales porteños no estaban centrados en el proceso de la Independencia Nacional sino en la guerra contra el federalismo.
¿Qué hizo el Gran Jefe ante la hostilidad del gobierno central de las Provincias Unidas del Río de la Plata? Tomó decisiones que dejaron en claro a los cuyanos cuáles eran las prioridades de su nuevo gobernador.
Debía remitir a Buenos Aires lo recaudado por un llamado “derecho extraordinario de guerra” establecido por el gobierno central, que gravaba los productos cuyanos con el supuesto fin de comprar mulas para el Ejército del Norte. También tenía que mandar a Córdoba, sede del obispado del que seguía dependiendo Cuyo, el diezmo eclesiástico. Pero San Martín decidió hacerse de esos fondos para aplicarlos a los gastos de Cuyo.
En 1815, cuando tuvo que establecer una “contribución extraordinaria de guerra”, la fijó como un impuesto a la riqueza a razón de medio peso por cada mil de bienes declarados. Así, la contribución recaía sobre los más ricos, lo cual era toda una novedad en el sistema impositivo vigente desde la colonia, cuyos principales rubros eran los que gravaban las operaciones comerciales, que se trasladaban a los precios y perjudicaban particularmente a los más pobres (1).
En un lenguaje actual: San Martín aplicó medidas económicas tendientes a redistribuir la riqueza.
“Cuyo para Cuyo” podría haber sido la consigna sanmartiniana si el Libertador de América hubiese tomado esa actitud en tiempos actuales. “Chubut para todos y todas menos la Casa Rosada y alrededores”, parece ser la consigna del gobernador de la provincia patagónica, Nacho Torres (Pro-Juntos por el Cambio), cuando amenazó sin rodeos en cortar el chorro del petróleo y el gas a causa de la decisión del ciego y ¿ya patológico? gobierno central libertario de no enviarle un tercio de la coparticipación federal de febrero: nada menos que $13.500 millones sin los cuales Chubut no puede funcionar, literalmente.
Torres lo dijo públicamente ante una verdadera multitud que este viernes 23 de febrero protagonizó una histórica movilización en Comodoro Rivadavia (ver video). “Si no nos quitan la pata de encima, no va a salir un barril más de petróleo de Chubut para la Argentina. Y ahí te quiero ver, si son tan guapos (…) Es ilegal lo que están haciendo y vamos a ir hasta las últimas consecuencias (…) A mí me hubiese gustado en estos tres primeros meses de gestión estar empujando juntos, festejar que inauguramos una escuela, que podemos hacer la ruta 37, y me encuentro con un gobierno que nos quiere pisar la cabeza porque osamos como provincia decirle que no vamos a permitir que nos saquen la plata del transporte…”, lanzó el mandatario ante una multitud en Comodoro.
Histórica marcha en Comodoro Rivadavia
Luego de que Torres publicara un mensaje en su cuenta de Twitter, se conoció un comunicado firmado por todos los gobernadores patagónicos y el de La Pampa apoyando incondicionalmente su postura. El documento lleva el sugestivo título de “Provincias Unidas del Sur”, inspirado en aquellas “Provincias Unidas del Río de la Plata” anteriores a la constitución de la república, las mismas en las que San Martín fue gobernador de Cuyo y le cortó el chorro a los porteños y a su política de libre mercado que mataba a las economías del interior.
«Las Provincias Unidas del Sur»
Ese comunicado, firmado por el gobernador fueguino Gustavo Melella (radical independiente cercano a UxP), el santacruceño Claudio Vidal (peronista no kirchnerista que llegó a la gobernación en 2023 en alianza con el Pro y la UCR), el rionegrino Sergio Weretilneck (partido provincial), el neuquino Rolando Figueroa (partido provincial), Nacho Torres y el pampeano Sergio Zilioto (peronista), comienza así: “Las provincias son preexistentes a la Nación y merecen respeto. Nadie puede somerterlas ni extorsionarlas con amenazas de restricción de fondos públicos que les pertenecen por derecho propio”. Toda una declaración de principios.
Y sigue: “Los gobernadores no son empleados del Poder Ejecutivo Nacional ni están sujetos a órdenes. Sus mandatos surgen del pueblo de sus provincias y tienen la obligación de defender sus intereses”.
El espíritu del San Martín gobernador de Cuyo está sobrevolando la Argentina
De inmediato se conoció otro comunicado, de los gobernadores de Juntos por el Cambio (incluyendo al jefe de Gobierno porteño Jorge Macri), en apoyo a Torres y al pueblo de Chubut. Llamaron al diálogo. Lo firmaron Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Leandro Zdero (Chaco), Gustavo Valdés (Corrientes), Carlos Sadir (Jujuy), Alfredo Cornejo (Mendoza), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe).
El mandatario de Buenos Aires, la provincia que representa más del 30% del PBI y casi el 40% de la población nacional, Axel Kicillof, posteó: “Nuestra solidaridad con el pueblo de Chubut. Todas las provincias estamos siendo sometidas a esta ‘extorsión’ y el recorte de fondos. No es, como sostiene Milei, contra los gobernadores, sino contra los pueblos de las provincias”.
Vale recordar que días atrás, el mandatario de la provincia más perjudicada por el régimen de coparticipación federal “elevó un reclamo formal al ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, por el retraso en el envío de fondos a la provincia que superan los 15.000 millones de pesos, y solicitó rediscutir una nueva ley de Coparticipación al sostener que ‘la provincia es discriminada y castigada desde hace décadas en el reparto de recursos’” (2).
«Si el Ministerio de Economía no le entrega a Chubut sus recursos, entonces Chubut no entregará su petróleo y su gas. Quitarle a una provincia más de un tercio de su coparticipación es una acción criminal que persigue el objetivo deliberado de hacer sufrir a sus habitantes para de este modo forzar a su gobierno a adoptar determinadas decisiones políticas. Es una medida extensiva y disolutoria del sistema federal. Ningún gobernador lo va a consentir» (fragmento del comunicado de los gobernadores de la Patagonia y de La Pampa)
En tanto, el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, expresó: “Desde el corazón de la Argentina, mi solidaridad con el reclamo federal de los gobernadores patagónicos. El país necesita diálogo, consensos y respeto para salir de esta tremenda crisis”.
Llaryora hace rato que viene advirtiendo, ante la retención de fondos a las provincias, que la Nación es una entelequia que no produce nada, que todo lo producen las provincias y, por lo tanto, si estas se rebelan la Nación se queda en cero.
Muchos creen que la Nación le da dinero a las provincias. En rigor, la Nación es una entelequia que nada produce: toda la riqueza argentina la producen las provincias, que son las que le dan sentido a la Nación. De manera que si estas se rebelan y le cortan el chorro al gobierno central, lisa y llanamente deja de existir la República. Hasta ese punto demencial ha llegado el gobierno autollamado “libertario”
“Chavistas”
¿Y cómo respondió a todo esto el Gobierno macri-mileísta? Con un comunicado tan descabellado que llevó a muchos periodistas de TV a chequear -algunos incluso al aire- si no se trataba de una falsa noticia (fake news).
Reafirmó que no le dará ni un centavo a Chubut, acusó a Nacho Torres (como dijimos, del Pro) de chavista y lo ligó a Axel Kicillof, ya que si no lo ligaba a un peronista-kirchnerista se le caía todo el relato: no tuvieron en cuenta en la Rosada el comunicado de todos los mandatarios de la Patagonia, de La Pampa, de Córdoba, ni el escrito de la totalidad de los gobernantes de JxC. Además, Milei viajó a EEUU para escuchar halagos en una convención del sector del Partido Republicano que responde a Donald Trump, donde hace un par de días estuvo la ¿nueva? ultraderechista Patricia Bullrich codeándose con la élite de la extrema derecha global.
Aseguran que ni bien comience la semana entrante, los gobernadores peronistas se juntarán en Buenos Aires, y no se descarta que puedan sumarse sus pares de JxC.
Cuando en campaña y ante el avance de Milei muchos gritaban “la Patria está en peligro”, los anti de piel lanzaron la tristemente célebre frase “es una campaña del miedo”.
Lamentablemente, en tiempo récord, Milei y Cía escribieron la primera parte del guión de una película no de miedo, sino de terror. Y la Patria está tan en peligro como cuando San Martín, gobernador de Cuyo, le hizo un corte de manga a los unitarios liberales porteños y no les giró un centavo. Ergo: este gobierno nos hizo retroceder 210 años.
(1) Felipe Pigna – elhistoriador.com.ar
(2) Agencia Télam