La Academia Pontificia para la Vida dedica su asamblea general, que se celebra del 3 al 5 de marzo en la Universidad Augustiniamum, a la gestión de las diversas crisis que afectan al mundo contemporáneo. Una iniciativa acogida por el Papa Francisco en un mensaje a los participantes, hecho público el lunes 3 de marzo y escrito el 26 de febrero desde el policlínico Gemelli, donde Francisco está internado desde el 14 de febrero.
En su mensaje el Santo Padre advierte contra la «desregulación planetaria utilitarista y neoliberal» que está en la raíz de varias crisis globales.
«Es necesario reformular nuestra manera de entender la ‘creación continua’, sabiendo que no es la tecnocracia la que nos salvará: ceder a la desregulación planetaria utilitarista y neoliberal significa imponer la ley del más fuerte como única regla. Y es una ley que deshumaniza», escribe Francisco.
La reunión de la Academia Pontificia para la Vida, que preside el monseñor Vincenzo Paglia, tiene como tema «¿El fin del mundo? Crisis, responsabilidades, esperanzas».
«Es necesario reformular nuestra manera de entender la ‘creación continua’, sabiendo que no es la tecnocracia la que nos salvará: ceder a la desregulación planetaria utilitarista y neoliberal significa imponer la ley del más fuerte como única regla. Y es una ley que deshumaniza» (Francisco)
El Papa llama a fortalecer en su mensaje a un «multilateralismo que no dependa de la evolución de las circunstancias políticas o de los intereses de algunos y que tenga una eficacia estable».
«Esta es una tarea urgente que concierne a toda la humanidad», insiste el pontífice.
«Lamentablemente, tenemos que reconocer la progresiva irrelevancia de las organizaciones internacionales, que también se ven socavadas por actitudes miopes preocupadas por proteger los intereses privados y nacionales».
Un mundo en crisis
El Papa destaca las diversas crisis que afectan al planeta y a la humanidad.
«El término ‘policrisis’ evoca el dramatismo de la situación histórica que vivimos actualmente, en la que confluyen guerras, cambio climático, problemas energéticos, epidemias, fenómenos migratorios e innovación tecnológica», explica.
«Lamentablemente, tenemos que reconocer la progresiva irrelevancia de las organizaciones internacionales, que también se ven socavadas por actitudes miopes preocupadas por proteger los intereses privados y nacionales» (Francisco)
Francisco evoca la pandemia de Covid-19, declarada hace cinco años, considerando que «se podría haber trabajado más en la transformación de las conciencias y las prácticas sociales», a partir de esa experiencia.
Mirando la experiencia sinodal vivida en la Iglesia desde 2021, el sucesor de Pedro destaca también la importancia de «escuchar».
«Al conocer a las personas y sus historias, y escuchar el conocimiento científico, nos damos cuenta de cuánto nuestros parámetros en relación con la antropología y las culturas necesitan una revisión profunda», escribe.

Promover el «multilateralismo» en aras del «bien común»
También por esta «dimensión comunitaria de la esperanza», frente a «una crisis compleja y planetaria -subraya el Papa Francisco- estamos urgidos a valorizar los instrumentos que tienen un alcance global». Esto se produce también ante «una progresiva irrelevancia de las organizaciones internacionales, que además se ven socavadas por actitudes miopes, preocupadas por proteger intereses particulares y nacionales».
Por tanto, debemos trabajar «con determinación» por «organizaciones mundiales más eficaces, con autoridad para garantizar el bien común global, la erradicación del hambre y de la pobreza y la defensa segura de los derechos humanos fundamentales».
De esta manera se promueve un multilateralismo que no dependa de circunstancias políticas cambiantes ni de los intereses de unos pocos y que tenga una eficacia estable.
«Esta es una tarea urgente que concierne a toda la humanidad», concluyó el Papa.
Fuente: Aica