Voy comenzar estas líneas con una confesión, soy un fanático de las películas de vaqueros o westerns. Considero que fue el mejor género surgido de Hollywood, y principalmente, en su época de oro fue donde se moldearon muchos de los recursos, tanto narrativos como técnicos, que rigen en el cine de hoy. Quienes fueron maestros del estilo (John Ford, Howard Hacks o Sergio Leone) marcaron el camino para todos los directores que vinieron después. Puedo decir sin temor a equivocarme que todo se inventó en el Western.
Está claro que este género pasó por muchas facetas en su historia, pero son muchos los expertos que marcan su fin hacía comienzos de los 90. Sus últimas dos grandes obras fueron Danza con lobos (1990) de Kevin Costner y Los Imperdonables (1992) de Clint Eastwood. Deteniéndome en esta última, es la que muchos han señalado como el último Western, ya que su temática principal es la desmitificación de unas historias que son mitología pura. El nuevo estreno de Netflix viene a tomar algo de aquel mito del cowboy para homenajearlo.
Noticias del gran mundo nos sitúa dos años después de finalizar la Guerra civil de EE.UU, centrándose en la historia de Jefferson Kyle Kidd (Tom Hanks), un Capitán del Ejército Confederado (del sur) que se gana la vida leyendo las noticias a los habitantes de los pueblos que visita. En su camino se encontrará a una niña alemana que había sido capturada por los indígenas (lo que la literatura gauchesca llamaría una cautiva) y será su deber regresarla a su hogar.
Su director Paul Greengrass es más conocido por sus thrillers policiales y de espías como la saga de Bourne, con Matt Damon o Domingo sangriento (2002). El cineasta ya había trabajado con Hanks en el film Capitán Phillips (2013), pero aquí por primera vez se sumerge en el oeste tomando como base dos grande obras del género Temple de acero de 1969 (vean la remake de los hermanos Coen de 2010 que es mejor que la original) y la genial Más Corazón que odio de John Ford (1956).
De este modo encontramos un film que tiene claro donde está situado, el fin de una guerra no es un escenario sencillo, quedan dolores y desgracias que los personajes han de cargar sobre sus hombros. Está claro que la tragedia es un tema central en la cinta, sus dos protagonistas están atravesados por desdichas y es la unión de ambas historias donde dos mundos habrán de unirse.
Desde un punto de vista técnico el film vuelve a los escenarios naturales, algo muy típico en el Western clásico. Hay un hermoso trabajo paisajístico con planos generales y panorámicas hermosas en las tomas. También toma elementos como el tiroteo sobre un monte que recuerda a Duelo al sol (1946) el cual tiene un ritmo que es un homenaje en sí mismo al film antes mencionado.
La película tiene un mensaje profundamente anti racista y es una metáfora del EE.UU actual, principalmente al ver como el dominio de las noticias es un elemento de poder que quien lo tiene lo usa a voluntad. Pero principalmente el mostrar a un oeste dividido post guerra civil encaja perfecto con el EE.UU de hoy polarizado a más no poder tras el paso de Donald Trump por la casa blanca.
Sin dudas estamos frente a un western introspectivo pero que maneja muy bien los conceptos que busca tratar. Es de destacar que el periodo de Trump ha sido rico en films que funcionaron como metáforas de ese período, y el cine de Cowboys reaparece para volver a llevar a la primera potencia mundial a aquel oeste salvaje que aún vive en ellos y del cual nunca han podido dejar de ser reflejo.