Estimados amigas/os de la Federacion de Instituciones. Les escribo el presente mensaje, en virtud de tener la plena seguridad de que sabrán entender la dimensión del tema en cuestión y de esa manera poder actuar en consecuencia en tiempo y forma. Sin lugar a dudas estamos soportando una embestida contra la normativa estatutaria de los Clubes de la Argentina.
Si bien es cierto que el objetivo principal está puesto en los Clubes que participan en competencias de fútbol de nuestra Liga Profesional, no solamente se conforman con ésta, sino que además se intenta destruir la organización de base de las Asociaciones Civiles sin Fines de Lucro, e intentan también la demolición de los Clubes Barriales.
Para ellos los deportes, el fútbol particularmente, son un negocio, con el cual tratarán de introducir capitales a través de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), capitales cuyo origen suelen ser muy poco claros, vinculados con actividades ilícitas, maniobras de lavado de dinero, evasion Etc. según informes sobre experiencias que ya se han desarrollado en otros países.
Para ir al punto y no extenderme en consideraciones, los Clubes de Barrio, han venido siendo en nuestra vida comunitaria, un ámbito donde se expresa la solidaridad más pura, la amistad, el compañerismo y la unificación de la familia como base de toda sociedad y se encuentran protegidos por la figura de Asociaciones Civiles sin Fines de Lucro, pero más aún por la labor denodada y sacrificada de los Dirigentes Sociales, que conforman una amplia red con capacidad de acción en todo nuestro territorio nacional, y que llega a los más recónditos lugares, incluso a aquellos en que al Estado le es imposible llegar con premura y eficacia.
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Ante esta escalada, no sólo debemos estar alertas, sino que debemos expresarnos con todas nuestras energías posibles para evitar que los objetivos de sus impulsores, puedan avanzar y llegar a concretarse. La tarea social que desarrollan los Clubes de Barrio, no puede ser atropellada por decisiones que intentan tomar funcionarios que poco o nada conocen de nuestros esfuerzos y de los sacrificios que debemos llevar a cabo para cumplir con una misión social imprescindible e irreemplazable.
Puesto que nos mueve el amor por la tarea que realizamos diariamente para alejar a las pibas y pibes de los peligros de la calle y la Vocación de Servicio en beneficio del Bien Común y eso sólo lo podemos entender quienes llevamos estos propósitos a cabo, sin descansos ni renuncios, nadie puede bajo ningún concepto y desde intereses extraños, decirnos cómo hacerlo. Por nuestro compromiso, no podemos abandonar la tarea de sostener la integridad de nuestros clubes, en su defensa debemos mantenernos alertas y unidos. Nuestros principios como trabajadores comunitarios así lo requieren.
Un abrazo grande. Alberto Alba
(*) Presidente de la Federación de Instituciones Culturales y Deportivas del Gran La Plata