El rock argentino nació entre guitarras, baterías, bajos, las primeras letras en castellano, un espíritu contracultural, cantantes, muchos policías reprimiendo a los músicos y fans pioneros del movimiento… y una pluma imprescindible, la de Miguel Grinberg.
Nació en la ciudad de Buenos Aires el 18 de agosto de 1937 y falleció, a los 84 años, el 4 de marzo de 2022.
¿Hubiese sido igual el rock nacional sin Miguel Grinberg? No son pocos los que se animan a asegurar que “no”, pues si bien no fue un músico, su pluma le dio entidad e identidad a las distintas etapas del movimiento, algo que pocos logran.
“Crítico de música y de cine, ecologista, poeta y uno de los protagonistas del nacimiento del rock nativo; amigo y confidente de músicos, letristas y colegas que lo despidieron conmovidos”, definió la agencia oficial de noticias el viernes último.
Escritor y traductor, Miguel Grinberg fue referente de una buena parte de la contracultura argentina y autor de un libro esencial sobre los orígenes del rock nacional, Cómo vino la mano.
Recordado como el periodista beatnik local y pionero del ecoperiodismo, Grinberg realizó innovaciones en el mundo local del arte, la literatura, el periodismo y la ecología desde sus comienzos, cuando recién comenzados los años 60 encabezó la revista Eco Contemporáneo, tradujo a los poetas beat que estaban cambiando la cultura estadounidense y promovió a artistas que se volverían ineludibles para comprender la historia del rock argentino. Luis Alberto Spinetta, entre ellos. Sus fotos con Pescado Rabioso, grupo icónico liderado por el Flaco Spinetta, o con Palo Pandolfo se replican en las redes sociales.
Miguel Grinberg
Referente del primer pensamiento del rock en el país, Grinberg fue crítico de música y de cine (escribió para diarios y revistas como La Opinión, Canta Rock, Hurra y Rock Superstar) y también fue un locutor que marcó su época, participando en programas emblemáticos de Radio Municipal y Radio Nacional.
El beatnik argentino -aparece citado por Martin Scorsese al final de su documental sobre Bob Dylan-, fue además cofundador de la Red Nacional de Acción Ecologista y del Pacto Eco-Social de América Latina, así como director de revistas como Eco Contemporáneo, Contracultura, Cine & Medios y Mutantia. Y entre los libros que escribió se encuentran Un mar de metales hirvientes: crónicas de la resistencia musical en tiempos totalitarios (1975-1980), Ecofalacias y Beat Days.
Su emblemático Cómo vino la mano es un clásico de la historia del rock argentino que escribió como protagonista y testigo de los comienzos del movimiento, a mediados de los 60, y que publicó en 1977 con conversaciones de primerísimas y activas figuras como Charly García, Spinetta, León Gieco, Moris, Gustavo Santaolalla, Litto Nebbia y Claudio Gabis (Manal), o el productor y editor Jorge Álvarez.
Interesado por el concepto metafísico denominado ecología espiritual, escribió también Somos la gente que estábamos esperando, donde desarrolla los alcances de ese concepto, una suerte de herramienta para indagar los potenciales latentes de la persona, en armonía con una vocación de paz en busca de una sociedad donde no predominen calamidades destructivas.
Miguel Grinberg
Fuente de consulta: agencia Télam