El de Oscar David Lebón (Buenos Aires, 5 de octubre de 1952) es un caso singular. Es un enorme músico, básicamente guitarrista pero también bajista, baterista y tecladista; compositor y cantante; integrante de bandas fundamentales de la historia del rock nacional, como Pescado Rabioso, Pappo’s Blues, Sui Generis y Serú Girán, entre otras; autor de verdaderos himnos del cancionero popular; querido y respetado por todos en el nada sencillo ambiente de la música. No obstante, el hecho de estar casi siempre al lado de gigantes, como Luis Alberto Spinetta, Pappo Napolitano y Charly García, hizo que quedara bajo sus sombras. Rara vez tuvo un papel protagónico.
Trazando un disparatado pero muy gráfico paralelismo con la historia argentina, David Lebón sería el corsario Hipólito Bouchard: sin él, la revolución independentista del país y de Latinoamérica no hubiese sido la que conocemos, pero quedó tapado por personajes muy grandes, como José de San Martín, Guillermo Brown (junto a quienes luchó) y Manuel Belgrano.
No, el devenir del rock argentino no hubiera sido el mismo sin David. Aunque le tocó estar al lado de auténticos monstruos, jamás se quejó. Todo lo contrario. Tuvo la oportunidad de ser miembro de bandas imprescindibles y, dentro de ellas, de tocar diferentes instrumentos, de componer y de cantar. Un rockero de ley. Que además desarrolló una prolífica carrera solista tras la disolución de Serú Girán en 1982.
Mundo agradable (David Lebón con Ricardo Mollo)
Ituzaingó, 1952
Todo empezó el 5 de octubre de 1952. Ese día nació en la ciudad bonaerense de Ituzaingó Oscar David Lebón. Descendiente de un padre con raíces vascofrancesas y una madre con ascendencia rusa, quien con el tiempo sería apodado, justamente, “Ruso”, a muy corta edad tuvo que ser llevado a los Estados Unidos para realizar un tratamiento contra el asma.
En el país del norte, el germen de la música prendió con fuerza en David. Eran los años en que la fiebre del rock and roll estaba en su apogeo, y él, siendo aún menor de edad, formó parte de dos grupos. Ya entonces comenzó a demostrar destreza para distintos instrumentos, pues en una banda (The Alley Cats) tocó la guitarra y en la otra (The Lords of London), la batería.
Al regresar, David comenzó a frecuentar La Manzana, un reducto rockero regenteado por Billy Bond, el creador de La Pesada del Rock and Roll. Allí conoció a Pappo, quien lo convocó para la primera formación del, a la postre, emblemático grupo Pappo’s Blues, con el Carpo en guitarra, Lebón en bajo y Black Amaya en batería. Ese fue el power trío que grabó el disco Pappo’s Blues volumen I. Corría el año 1971.
Parado en el medio de la vida (David Lebón con Andrés Calamaro)
Ese mismo año formó parte del primer disco de estudio de La Pesada del Rock and Roll, la súper banda liderada por Billy Bond que contó con la colaboración para esa grabación de una veintena de músicos, incluyendo a Pappo, Spinetta, Vitico, Javier Martínez, Pomo Lorenzo, Black Amaya y otros. El “Ruso” fue el guitarrista en 5 de las 8 canciones.
Cuando moría 1971, Lebón volvió a tomar los palillos de la batería para integrarse a uno de los tres grupos que nacieron luego de la disolución de Almendra, Color Humano, capitaneado por Edelmiro Molinari.
El año 1972 lo encontró nuevamente formando la base rítmica de una banda con el batero Black Amaya. Fue el bajista de Pescado Rabioso, la experiencia post-Almendra de Luis Alberto Spinetta. El violero fue el Flaco y el tecladista, Carlos Cutaia.
El disco se llamó Desatormentándonos e incluyó temas como Blues de Cris, Post-crucifixión, Me gusta ese tajo, El monstruo de la laguna y Despiértate nena, donde destacó la voz de David. Al año siguiente, Pecado Rabioso sacó su segundo y último LP, el álbum doble Pescado 2 (si bien Artaud apareció “firmado” por la banda, en rigor se trató de la primera producción solista de Spinetta).
“No fue Serú, fue Pescado”
La corta vida de Pescado Rabioso fue inversamente proporcional a la gigantesca influencia que tuvo en el rock argentino. Y como muestra, basta un botón. En una entrevista publicada el 31 de enero de 2011 por el diario La Capital de Rosario, consultado sobre su participación en grandes bandas David sentenció: “La gente piensa que fue Serú, pero Pescado fue el mejor grupo del que participé (…) Pescado juntaba desde un intelectual hasta un albañil indocumentado de una obra; la mezcla de razas y de lugares sociales que lograba era mortal”, subrayó.
Cuánto tiempo más llevará (David Lebón)
En 1973, coincidiendo con el segundo elepé de Pescado, Lebón grabó su primer disco solista. Llevó su nombre y tuvo temas como 32 macetas, Hombre de mala sangre y Dos edificios dorados.
Asimismo, ese año fue llamado otra vez por Pappo y se hizo cargo de la guitarra rítmica para la grabación de Pappo’s Blues volumen IV, conformando una banda de lujo con Black Amaya en batería, Alejandro Medina (Manal) en bajo, Isa Portugheis en percusión y el Carpo en guitarra.
Entre 1974 y 1975, junto al baterista Juan Rodríguez y el bajista Rinaldo Rafanelli conformaron el grupo soporte de Sui Generis. Y ese trío más Ciro Fogliatta -cofundador de Los Gatos junto con Litto Nebbia– fue el que en 1976 se presentó en sociedad como Polifemo, la banda que grabó quizás el mayor himno del rock and roll argentino puro y duro: Suéltate rock and roll.
Puedo sentirlo (David Lebón con Julieta Venegas)
En 1974 fue tecladista en el primer disco de Espíritu, una excelente banda de rock sinfónico y progresivo. Pero además, David Lebón formó su primer grupo, Lila, una experiencia cuasi religiosa ligada al orientalismo.
La siguiente banda de David fue Seleste. Y esta iba muy bien encaminada, hasta que lo llamó desde Brasil Charly García para que fuese el guitarrista de Serú Girán. Entre el ‘78 y el ‘82, el grupo que completaron Oscar Moro en batería y Pedro Aznar en bajo editó el álbum homónimo, La grasa de las capitales, Bicicleta, Peperina (todos en estudio) y el disco en vivo No llores por mí Argentina.
Suéltate rock and roll (Polifemo)
En Serú Girán David compuso y cantó varios temas, al tiempo que se consolidó como guitarrista estable. A punto tal que en cada uno de esos cinco años fue elegido por la crítica como el mejor violero del país. En el medio publicó su segundo LP solista, Nayla (1980).
Desde 1982, cuando editó El tiempo es veloz, despegó su carrera en solitario, que siempre combinó con múltiples colaboraciones con numerosas bandas y solistas.
Respetado, querido y admirado por sus pares y el público, si el rock nativo tiene un representante cabal de sus idas y vueltas, de su forma de ser, de pensar y tomarse la vida misma, ese es David Lebón.