¿Por qué se odiaban Pappo y Charly García?

Las enormes diferencias musicales siempre estuvieron en la base de la pésima relación que mantuvieron. Sin embargo, no pocos afirman sin dudarlo que, además, nunca hubo un mínimo de empatía entre estas dos fuertes personalidades. El “casual” y extraordinario legado final, en una de las lunas del Cosquín Rock 2005

Pappo y Charly García en Cosquín Rock 2005

Quizás porque cuando en 1972 irrumpieron en escena dos pibes flaquitos, con estampa de hippies y baladas acústicas, la inmensa mayoría de los pioneros del rock nacional habían elegido evolucionar hacia la franja del rock duro, fue que Norberto Pappo Napolitano le dijo a su productor luego de que éste le hiciera escuchar el primer disco de Sui Generis: “¡Noooo! ¡Esto nos va a arruinar!”. Años después, completó aquel pensamiento durante una entrevista en TV: “Estábamos como guerreros en una batalla, triunfando con una música que acá no era popular, cuando aparecen dos estúpidos con un pianito y una flautita… ¡Y ablandaron la milanesa!”.

Lo cierto es que desde aquel momento hasta el 3 de febrero de 2005, nada menos que treinta y tres años más tarde, Pappo y Charly García fueron el agua y el aceite del rock nacional. Las enormes diferencias musicales siempre estuvieron en la base de la pésima relación que mantuvieron. No obstante, no pocos afirman sin dudarlo que, además, nunca hubo un mínimo de empatía entre estas dos personalidades antagónicas.

Pionero

“Pappo venía de ser parte de Los Gatos, banda emblemática y cofundadora si las hay del rock nativo, donde compartió ensayos, grabaciones y conciertos con Litto Nebbia, con quien jamás tuvo un ‘pero’. También había sido parte de la primera formación de Los Abuelos de la Nada (que en aquellos primeros años no llegó al disco), donde tuvo diferencias musicales irreconciliables con Miguel Abuelo; sin embargo, con el tiempo Pappo marcaría esas diferencias pero hablaría maravillas de Miguel ‘como persona’. Y por Spinetta, con quien tuvieron enormes discrepancias musicales, guardaba un respeto reverencial, al punto que jamás lo criticó en público y aceptó cada invitación que le hizo, hasta declarar una vez que ‘Spinetta es un genio; Charly García, no. Es un talento, pero no un genio’. Es evidente que, al margen de lo estrictamente musical, entre el Carpo y Charly jamás existió una pizca de feeling”, dijo un productor icónico de bandas pioneras.

En 1971, tras lanzar Pappo’s Blues Volumen I, primer disco de la banda que introdujo el hard rock en Argentina, Pappo estuvo nueve meses en Inglaterra, donde conoció nada menos que al enorme baterista de Led Zeppelin, John Bonham, y a Lemmy Kilmister, líder de Motorhead, es decir, a dos músicos que con el tiempo se convertirían en emblemas del hard rock y el heavy metal mundial. Además, estuvo tocando en aquel país.

Al regresar, en 1972, se grabó Pappo’s Blues Volumen II. Ese mismo año, Spinetta hizo junto a David Lebón y Black Amaya (compañeros del Carpo en Pappo’s Blues Volumen I) el disco debut de Pescado Rabioso, Desatormentándonos, hoy un álbum de culto que marcó a generaciones de rockeros. Otros dos ex Almendra, Emilio del Guercio y Rodolfo García, lanzaron Aquelarre: la perfecta evolución rockera del grupo de Bajo Belgrano. Y el cuarto integrante de esa banda, Edelmiro Molinari, formó Color Humano (rock-blues-hard rock).

Manal terminaba de grabar El León, su segundo LP, para convertirse en el primer grupo del planeta en hacer blues en español. Y Vox Dei, con la primera obra conceptual de rock en castellano bajo el brazo, La Biblia, publicaba su tercer disco: Jeremías, pies de plomo.

Todo era muy “heavy” para que un tipo de barrio, tan duro como virtuoso de las seis cuerdas como Pappo, alguien que siempre se caracterizó por decir lo que pensaba en el momento sin filtro alguno, se pusiera a reflexionar sobre el desembarco definitivo del folk-rock en Argentina de la mano de Sui Generis.

Y aquel “estos hippies nos van a arruinar todo” quedó grabado a fuego entre los seguidores -fieles como pocos en el universo rockero- del rock duro.

Necesito (Sui Generis – 1972)

Algo ha cambiado (Pappo’s Blues – 1971) – Versión con Andrés Ciro

Aunque las bandas de Charly García siempre fueron súper exitosas y conocieron públicos masivos, algunos afirman que “Charly nunca se bancó no ser considerado un rockero por parte de los amantes del rock duro”, algo por lo que siempre responsabilizó a Pappo.

Para colmo, en 1980 Pappo fue un paso más allá y formó Riff, el grupo que introdujo el sonido pero también la idiosincrasia del heavy metal en Argentina. Y ese mismo año, como si se tratara de algo perfectamente organizado por el destino, Charly García, junto con David Lebón, Pedro Aznar y Oscar Moro, llevaba a Serú Girán a la cima de su popularidad con la publicación del tercer disco de la banda de rock progresivo: Bicicleta.

Pappo dijo entonces que habían formado Riff porque en Argentina “no había rock”, y cuando le preguntaron por otras bandas y solistas, como Serú Girán, lanzó: Si el rock es Serú Girán, estamos muertos. Es muy buena música, pero no es rock”.

No obstante, Pappo subió al escenario cuando Spinetta Jade, una banda de jazz rock y rock progresivo, presentó su disco debut Alma de Diamante (1981). Los virtuosos músicos que acompañaban al Flaco en aquella nueva experiencia comentarían luego su enorme satisfacción cuando el Carpo tocó la guitarra en uno de los temas instrumentales y más jazzeros que incluía el repertorio.

Pappo y Charly García

Norberto Pappo Napolitano (crédito imagen: infobae)

Hacia 1998, los Ratones Paranoicos viajaron a EEUU a grabar su MTV Unplugged. Y Juanse no tuvo mejor idea que invitar a Pappo y a Charly. Los hizo viajar en aviones separados, a sabiendas de que no se podían ni ver. Y luego admitió que esa rivalidad casi hace naufragar el show, que estaba organizado a todo trapo.

“En el camino del hotel al estudio, Charly hizo parar al chofer en un negocio que vendía todas cosas de Barbie, bajó y se apareció con un pianito Barbie que en 15 minutos desarmó, armó y programó. Después, sin decir nada, lo usó para tocar en el tema Juana de Arco”, relató.

El ambiente era tenso. “En un momento, Pappo paró el show -algo que se podía hacer pues el recital no salía en vivo, sino que se editaba- y se empezaron a pelear en público. El Carpo le decía ‘pará un poco, no te das cuenta de que es un acústico, no es un show de Rick Wakeman’ -músico británico que exploró todas las posibilidades de los teclados electrónicos aplicados al rock sinfónico-”, recordó entre risas Juanse. Hasta que narró que en un momento, un Pappo muy molesto volvió a parar el recital y dijo ‘¡Este está tocando cosas complejas en un concierto acústico!’”, a lo que Charly le respondió irónicamente ‘Andá a estudiar música’Terminó de casualidad ese show”, rememoró el líder de los Ratones Paranoicos.

Damas negras – (Ratones Paranoicos – MTV Unplugged – 1998)

La indiscutible popularidad y el enorme talento de Charly García, a mediados de los ‘80 comenzó a tropezar con una etapa personal muy compleja del músico. En ese contexto se inscribió la imposibilidad de que grabase junto con Luis Alberto Spinetta un álbum conjunto, quizás el más esperado de la música nacional, como hemos contado en la nota García-Spinetta: ¿por qué fracasó el disco más deseado del rock? “…En ese momento Charly estaba imposible”, reflejó Alejandro Rozitchner, quien fue testigo de todo el proceso del fracasado proyecto.

Pappo jamás fue un tipo fácil. Pero, como hemos visto, se relacionó con músicos que poco y nada tenían que ver con su estilo musical, como Litto Nebbia, Luis Alberto Spinetta, Miguel Abuelo y hasta la mismísima Valeria Lynch. Considerado en su momento como uno de los 10 mejores guitarristas del mundo por la prensa especializada internacional, e invitado por el Rey del Blues de todos los tiempos, B.B.King, a tocar con él en el mítico Madison Square Garden de Nueva York, primero, y luego a hacer tres recitales juntos en Buenos Aires (que terminaron siendo siete por la impresionante demanda del público), Pappo fue siempre sinónimo de rock, desde su música hasta su forma de vestir, de hablar, de opinar.

Pappo y Charly García Pappo y Charly García

Charly García (crédito imagen: La Tercera)

Hay quienes creen en las casualidades. No es mi caso. Al despuntar el mes de febrero de 2005, Pappo llegó a Cosquín con sus dos “bandas eternas”: Pappo’s Blues y Riff. Es que lo habían contratado para tocar con ambas en distintas fechas.

El 3 de febrero fue el turno de Pappo’s Blues. Charly García había tocado la noche anterior, tras hacer “todo mal” (llegó a las 2 de la madrugada al aeropuerto, lo llevaron a contramano y a los ‘rajes’ por la autopista, etcétera). Ese día, según le confirmó al periodista Ezequiel Ruiz el baterista de Pappo, Gustavo González, se dio un encuentro tan breve como extraño: “Cuando entramos con el Carpo al camarín, lo vemos a Charly que estaba sentado, con un sombrero de paja. Yo me quedé, porque era raro para mí ver a esas dos potencias juntas. Pappo entró con su humor y su vozarrón y le preguntó: ‘¿Por qué estuvimos peleados 20 años?’. Y Charly le respondió ‘No sé’. Entonces Pappo le dijo: ‘Qué boludos… ¿vamos a tocar algo juntos?’”.

Así nació la única colaboración entre ambos, en los temas Desconfío (del disco Pappo’s Blues Volumen II), Popotitos y Sucio y Desprolijo (Pappo’s Blues Volumen III), tras el cual el Carpo lo despidió con un “Gracias Charly”.

Veintidós días más tarde, el 25 de febrero de 2005, Pappo entró en la inmortalidad tras sufrir un accidente en la Ruta Provincial 5 cuando pilotaba su Harley Davidson. Dejaron para todos aquel momento único y último en una de las lunas rockeras de Cosquín.

Desconfío (Pappo’s Blues y Charly García – Cosquín Rock – 2005)

Sucio y desprolijo (Pappo’s Blues y Charly García – Cosquín Rock – 2005)

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