fiesta en el titanic
Cuentan que en la sede del PJ, mientras se esperaba el fallo más cantado de la historia de la humanidad, varios dirigentes lloraban. Mientras tanto, Cristina Fernández de Kirchner no paró un minuto: en forma presencial con muchos de los que estaban allí y a la distancia con representantes peronistas de otras provincias, explicó el plan en educación, en salud pública, la “nueva estatalidad” (que implicaría sacar a los empleados que se miran el ombligo en los edificios ministeriales a trabajar con la gente), y un largo etcétera.
Un reconocido periodista, al escuchar eso, se preguntó al aire: “¿Es porque está entera o porque no cayó?”. Me hizo acordar a cuando uno va a un velorio y espera encontrarse con su amigo o primo hecho pedazos, y se sorprende con una persona que, tras agradecer la visita, te invita a tomar un café.
Cristina Fernández de Kirchner intuía el fallo desde fines de 2022, cuando realizó una contundente defensa vía YouTube -porque no le permitieron hacerla ante el tribunal- y dijo “la sentencia ya está escrita”.
Quedando la instancia de la Cámara de Casación, incluso algunos dirigentes y, en aquel momento, funcionarios peronistas, decían que Cristina no estaba proscripta: “técnicamente no lo está”, repetían. “No me vengan con tecnicismos”, lanzó alguna vez CFK, a sabiendas de que ni bien inscribiera su candidatura para las presidenciales del 2023, saldría el fallo.
“El poder económico sabe que somos los únicos que podemos construir una alternativa cuando esto se desplome”, dijo Cristina Fernández de Kirchner a la multitud reunida frente a la sede del PJ tras la confirmación de la condena
El 13 de noviembre de 2024, “la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal (jueces Mariano Borinsky, Diego Barroetaveña y Gustavo Hornos) confirmó la condena de Cristina Kirchner a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos”. Aún quedaba la última instancia: la Corte Suprema. Aunque teniendo en cuenta que se trata de la Corte del dictador de Costa Pobre (el brillante skecht de Alberto Olmedo), no había mucho que esperar.
El tiempo le dio -una vez más- la razón a la dos veces ex presidenta de la Nación: bastó que anticipara su candidatura a ¡diputada provincial! por la tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires para que los cortesanos de Costa Pobre pusieran quinta a fondo y, en una muestra de que la justicia del poder real se mueve cuando le bajan la orden, dejara firme el fallo en segunda instancia.
Así las cosas, el 10 de junio de 2025 pasará a engrosar la lista de fechas negras en la historia del peronismo: 9 de junio, masacre de José León Suárez; 10 de junio, segunda proscripción a su máximo líder (tras Juan D. Perón); 16 de junio, el mayor acto terrorista de la historia argentina y uno de los más grandes del mundo, como fue el bombardeo a Plaza de Mayo y el asesinato de 308 civiles, incluidos niños y niñas.
Los motivos. (Diferencias con el caso de Lula)
La causa Vialidad es un mamarracho, que incluso ya se estudia en carreras de Derecho para que los estudiantes aprendan todo lo que está mal. Fue simplemente la excusa, luego de que se fueron cayendo una a una todas las causas que se crearon contra Cristina Fernández, para que la lumpen burguesía argentina diera un paso más para cumplir su sueño más húmedo: eliminar al peronismo de la faz de la tierra. “Ojo que no vienen por mí, vienen por el peronismo”, advirtió CFK hace unos años.
Lo cierto es que la lumpen burguesía argentina, que jamás tuvo un proyecto de nación, sino un proyecto de clase, sabe como nadie que la ex presidenta no les tiene miedo, y una vez de regreso a la arena política y con Milei al mando del Titanic, en 2027 venía una versión recargada de peronismo: “El poder económico sabe que somos los únicos que podemos construir una alternativa cuando esto se desplome”, dijo Fernández de Kirchner a la multitud reunida frente a la sede del PJ tras la confirmación de la condena.
“La dictadura militar y el modelo de valorización financiera del capital diezmó a la burguesía argentina, y la que quedó es una burguesía de rapiña, apátrida y tonta, a la que sólo le importa acumular dólares en el exterior aún a costa de que sus empresas valgan cada vez menos, como lo demostró la gestión de Cambiemos y Macri” (Horacio Rovelli, economista)
Es que fue el peronismo -con excepción de la traición menemista de 1989 a 1999- el único que no sólo le puso enormes troncos en la rueda al proyecto colonialista de la “gran” burguesía nativa, sino que llevó a la clase trabajadora a niveles de vida que implicaron un reparto “desigual” de la riqueza: 51 por ciento para el trabajo y 49 para el capital en 1954; 52/48 en 2015; desarrollo de la industria nacional, de la ciencia, la tecnología, la educación, la salud, planes de vivienda, jubilados que sólo iban a la Plaza del Congreso a darle de comer a las palomas, una nación respetada en el mundo por su nivel cultural y su política de derechos humanos y un eterno etcétera. (Un buen ejemplo de peronismo explícito se puede encontrar en el artículo “La Edad de Oro: cuando fuimos libres de verdad”).
El bloque de poder concentrado “es un poder económico conservador, ideologizado al extremo y contaminado de los lugares comunes de la ortodoxia económica, además de ser conducido políticamente por los grupos Techint y Clarín” (Alfredo Zaiat)
Algunos periodistas especularon con un relanzamiento del peronismo, un fortalecimiento sobre la base de la unidad de todos los sectores. Ayer estuvieron en el PJ, en persona o a la distancia, desde Kicillof hasta Moreno, pasando por Quintela, Juan Manuel Urtubey, Massa, Malena Galmarini y Cía. Cristina habló del “pueblo” y literalmente rogó para que el día que “esto se desplome” sea el peronismo la fuerza política que lo contenga.
“Pueden meterme presa, pero tarde o temprano, el pueblo es como un río, se puede desviar el cauce, pero finalmente el agua se filtra y pasa”, vaticinó y añadió: “Espero que sea el peronismo, ese espacio político que abrevé desde muy chica. Espero que ese cauce sea conducido también por esta fuerza política”, rogó, tal como describió la colega Gabriela Pepe.
Otros periodistas comparaban el caso con el de Lula, quien incluso estuvo un año y medio en prisión y hoy es presidente de un Brasil que crece y crece. Pero la especialista en temas judiciales Sofía Caram se encargó de aclarar que “en el caso de Lula, quedaba la instancia de la Suprema Corte; acá ya se expidió la última instancia judicial”.
El actual gobierno está destruyendo el Estado como paso previo a la destrucción de la Nación y la cristalización de un país al estilo de Perú (como dijo el propio ministro de Economía, Luis Caputo), con un 30% de privilegiados y un 70% subsistiendo cada cual a su manera y según sus posibilidades.
En 2024, el decano de Ciencias Exactas de la UNLP e investigador principal del CONICET, Mauricio Erben, le dijo a este medio: “Están plasmando un país con una economía primarizada, sin ciencia y universidades para una élite”.
“Argentina ostenta un triste privilegio: su burguesía tiene más recursos afuera del país que adentro, por ende, no les interesa preservar el mercado interno. Grandes empresarios del agro y de la industria, banqueros y comerciantes coinciden en asegurar y expandir sus activos en el exterior” (Alfredo Zaiat)
El mismo año, pero varios meses antes, al científico e ingeniero Guillermo Garaventta, una de las personas que más sabe sobre litio en el país, le preguntamos: “¿Se podría establecer un paralelismo entre la histórica exportación de materia prima de origen agrícola-ganadero, sin utilizar sus ganancias para industrializar al país, y lo que está ocurriendo con el litio?”, a lo cual nos respondió: “Así es, es la misma ecuación … Estamos repitiendo el esquema de subdesarrollo de 1910”.
Decí porqué no querés…
Para terminar, si bien los especificamos en la nota Fin de la democracia que publicamos este 10 de junio, vale la pena repasar algunos datos que explican porqué la lumpen burguesía argentina siempre quiso eliminar al peronismo combativo.
* 1954, la participación de la clase trabajadora en la renta nacional fue del 50,8%, superando por primera vez en la historia a la participación del capital.
* Al año siguiente, las fuerzas oligárquicas impulsaron el bombardeo de la Plaza de Mayo y el golpe de Estado.
* 1974, se logra nuevamente una distribución en torno al 50-50 entre trabajo y capital. Además, se registró el Índice de Gini más bajo de la historia: 0,36. (Es el índice utilizado a nivel internacional para medir la desigualdad social. Va de 0 a 1. Cero es igualdad total y uno, desigualdad absoluta).
* 2015, se logra el segundo Índice de Gini más bajo que conoció Argentina: 0,39. Ese año, el trabajo se quedó con el 52% de la riqueza nacional.
* Perón y Kirchner pagaron la deuda externa. Perón se negó a entrar al FMI, mientras que Kirchner retiró al país de ese organismo. En el periodo 73-75 la deuda externa argentina era muy baja y manejable. La dictadura la hizo crecer un ¡499 por ciento!
* Cabe subrayar que la deuda es la mayor herramienta para que los grandes conglomerados económicos hagan formidables negocios con la bicicleta financiera.