Cabral: “Muero contento, porque cagamos a esos mierdas”

Si bien nada cambia el hecho de fondo de que la batalla de San Lorenzo fue el puntapié inicial de la gesta independentista encabezada por el General Don José de San Martín, la historia revisionista terminó desmintiendo hasta la letra de la hermosa Marcha de San Lorenzo. ¿Quién era en realidad Juan Bautista Cabral? ¿Dónde murió? La verdad sobre las banderas de ambos ejércitos. ¿Fue ese combate la primera acción de los Granaderos a Caballo? En San Lorenzo, ¿combatieron solos?

Retrato digital de Juan Bautista Cabral (crédito imagen: Granaderos Bicentenario)

De la Redacción de 90 Líneas.-

El 3 de febrero de 1813, los Granaderos a Caballo comandados por José de San Martín vencieron a los realistas en San Lorenzo, cerca de Rosario, frente al Monasterio de San Carlos de la Propagación de la Fe, perteneciente a la orden de los Padres Franciscanos.

Las fuerzas imperiales, en ese momento con “sede” en Montevideo tras las jornadas revolucionarias de 1810 y los años siguientes que tuvieron lugar en Buenos Aires, azotaban las costas del río Paraná con nada menos que 11 buques.

¿Fue el bautismo de fuego de los Granaderos a Caballo?

Sí, en caso de que hablemos de batallas. No, si nos atenemos a todas sus acciones. Pues casi cuatro meses antes del combate en cuestión, los granaderos estuvieron presentes en la actual Plaza de Mayo (entonces, Plaza de la Victoria) para apoyar la movida encabezada por San Martín y sus compañeros de ideas de la Logia Lautaro destinada a remover al Primer Triunvirato, el cual, digitado por Bernardino Rivadavia, venía desarrollando una gestión híper centralista que le daba la espalda al interior.

Con el manejo absoluto del Puerto de Buenos Aires y la Aduana y una política de libre comercio, estaban condenando a la quiebra a las economías del resto de las Provincias Unidas. “No siempre están las tropas para sostener gobiernos tiránicos”, escribió entonces el propio Gran Jefe. Así, el trío Feliciano Chiclana, Manuel de Sarratea y Juan Martín de Pueyrredón fue reemplazado el 8 de octubre de 1812 por Juan José Paso, Nicolás Rodríguez Peña y Antonio Álvarez Jonte.

El ideario de San Martín se sustentaba en la conformación de una gran patria latinoamericana conformada por Argentina, Chile, la Banda Oriental, Paraguay, Alto Perú, Venezuela, Colombia, Perú y la Confederación Centroamericana (vale recordar la incursión clave del corsario Hipólito Bouchard, luego soldado de San Martín en la liberación de los territorios del Pacífico, en el proceso independentista de América Central). Pero el Libertador jamás contó con el decidido apoyo de Buenos Aires, donde estaban más interesados en que sus tropas y las de Belgrano volvieran sus armas contra los federales.

El entonces coronel San Martín venció a los realistas en un cuarto de hora, merced a una maniobra envolvente que aprendió de los ejércitos de Napoleón Bonaparte, a los cuales enfrentó en España. Una columna la encabezó él, y la otra el capitán Justo Bermúdez, quien murió por las heridas recibidas al igual que el teniente Manuel Díaz Vélez

¿Quién fue Juan Bautista Cabral?

Juan Bautista Cabral, de raza negra, nació esclavo. Con el tiempo, las marchas y canciones, la historia oficial, cientos de pinturas y hasta producciones audiovisuales lo convirtieron en un hombre blanco y lo ascendieron a sargento.

“El legendario soldado granadero Juan Bautista Cabral, a quien los dibujantes de la historia oficial ascendieron, post mortem, a sargento, era un zambo hijo del indígena guaraní José Jacinto Cabral, quien llevaba el apellido de su amo Luis Cabral, como era costumbre en esa época, y de la esclava de origen africano Carmen Robledo. Ambos estaban al servicio del estanciero Luis Cabral en el municipio de Salada, localidad de Corrientes”, contó el investigador y escritor Juan Carlos Rogé, en coincidencia con muchos historiadores.

Crédito imagen: Infobae

Rogé aseguró que Juan Bautista nació en 1789 -algunos ponen en duda esa fecha- y que se incorporó a los granaderos de San Martín en 1812, con 23 años.

Todos coinciden, en cambio, en que Juan Bautista nació esclavo, pues la Ley de Libertad de Vientres recién se sancionó el 31 de enero de 1813, y en que era de raza negra.

En una carta fechada el 4 de diciembre de 1812, su amo Luis Cabral le pide a San Martín que pase a Juan Bautista de la caballería a la infantería para que no corriese tanto peligro (en esa época los hombres de raza negra eran considerados malos jinetes, aunque Juan era excelente). Y en la misiva, se refiere a su esclavo como “nuestro negro Juan Bautista”.

En cuanto a que era un soldado raso, fue el propio San Martín quien “les contestó” a los historiadores de la historia oficial con la placa que hizo colocar en su memoria en el cuartel del Retiro, con la inscripción: “Al soldado Juan Bautista Cabral. Murió en la acción de San Lorenzo, el 3 de febrero de 1813”.

«En honor a Juan Bautista Cabral, San Martín impone la colocación de una placa recordatoria que los granaderos debían saludar cada vez que ingresaban al cuartel. La placa se encuentra en la puerta de nuestra casa» (Granaderos Argentinos)

¿Dónde murió Cabral?

Puede que sigamos quitándole épica a ciertos relatos. Pero las cosas por su nombre: los historiadores de la historia oficial se ocuparon de convertir a Cabral en un sargento blanco que murió en el campo de batalla, ¿para qué? ¿Por qué no se preocuparon, mejor, de contar que los porteños siempre les dieron la espalda a Belgrano y San Martín, salvo cuando ya se habían asegurado de que los españoles estaban total y definitivamente vencidos?

En fin, Víctor Nardiello, de la Junta Histórica de Rosario, y el investigador Juan Carlos Rogé, entre otros, coinciden en que Juan Bautista murió en el hospital improvisado por los frailes en el Monasterio de San Carlos.

Sus últimas palabras

Y allí, con San Martín a su lado, el valiente soldado correntino que se había jugado la vida para salvar al Gran Jefe luego de que quedase atrapado por el peso de su caballo, le dijo al oído: “Muero contento, porque cagamos a esos mierdas”.

Lo dijo en su lengua, el guaraní, que San Martín conocía como buen correntino que era. Luego, en los partes de la batalla, el Gran Jefe tuvo la elegancia de traducir esas sentidas palabras al español (muero contento, hemos batido al enemigo).

Sin bandera

También hemos visto desde niños, en figuritas, pinturas, dibujos y producciones audiovisuales, la bandera argentina flamear durante el combate de San Lorenzo. No fue así.

Aunque la bandera creada por Belgrano fue jurada en Rosario el 27 de febrero de 1812, para febrero de 1813 su uso no estaba aprobado por el Triunvirato. Es más, el uso del estandarte que hizo el propio Manuel Belgrano en Jujuy, tres meses después, fue reprobado por las autoridades.

No hubo bandera argentina en el combate de San Lorenzo (crédito imagen: Cadena Nueve)

“Sólo a fines de 1814 ó 1815 se habría empezado a enarbolar bandera propia”, escribió Vicente Fidel López, hijo de Vicente López y Planes, autor del himno nacional.

Y en caso de que la bandera creada por Belgrano se hubiese utilizado en San Lorenzo, tendrían que haberla pintado tal como fue concebida: azul y blanca.

Por último, cabe destacar que el pabellón español no era totalmente rojo como asegura la Marcha de San Lorenzo (“avanza el enemigo a paso redoblado, y al viento desplegado, su rojo pabellón”), sino rojo y amarillo. Y que los 120 granaderos contaron con el inestimable apoyo de alrededor de 100 milicianos santafesinos que se sumaron en Rosario, a las órdenes de Celedonio Escalada. Ello queda confirmado por el parte de guerra de los realistas y por el (segundo) parte de José de San Martín, donde corrige su omisión en el primer escrito.

Crédito imagen: Revisionistas
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