De la Redacción de 90 Líneas.-
La tradicional fuerza política de la derecha española, el Partido Popular, estalló en pedazos tras un enfrentamiento público entre su secretario general y aspirante a la presidencia de España, Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, la ultraliberal Isabel Díaz Ayuso, hasta hoy principal baza para que el partido no siga perdiendo voluntades en favor de los neofranquistas de Vox.
Todos los periódicos españoles le han dedicado las portadas y varias páginas al choque entre Casado y Díaz Ayuso con títulos catástrofe, teniendo en cuenta que la política del país ibérico no está acostumbrada a semejante cruce de acusaciones, menos aún en sendas conferencias de prensa televisadas, donde los dirigentes se han arrojado con acusaciones de corrupción, espionaje ilegal y traición.
“El PP, en pedazos”, es el título de la editorial de El País, el principal periódico español y uno de los más influyentes del mundo. Pero además le ha dedicado todas las notas de la sección de opinión: “El PP se suicida en directo” y “Calamidad popular” son apenas dos de los titulares.
“Guerra abierta”, “A paso firme hacia la invotabilidad”, “La guerra de Casado contra Ayuso desangra al partido”, “Esto sólo acaba con uno de los dos afuera”, son algunos de los títulos de tapa del diario El Mundo, de orientación liberal y segundo en ventas en España.
Lo cierto es que el gran ganador de este “culebrón” totalmente inédito en la política española, acostumbrada a lavar los trapos sucios en casa, es el ultraderechista Vox, una formación que viene creciendo a pasos agigantados -precisamente a costa del PP- y que se declara públicamente simpatizante de las ideas y valores que guiaron los casi 40 años de dictadura, con el general Francisco Franco a la cabeza.
En resumidas cuentas, el titular del PP, Pablo Casado, citó en septiembre pasado a Isabel Díaz Ayuso para decirle que la directiva del partido tenía información acerca de “sobreprecios” en una compra de barbijos cuando comenzó la pandemia, así como del “cobro de comisiones” por parte del hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
“Fuentes populares cifraron incluso la cantidad de esa comisión: 283.000 euros (por una compra de 1,5 millón de euros). Díaz Ayuso no negó que su hermano cobrara una comisión, pero defendió que todo fue legal y declarado porque trabaja como comercial en el sector de la sanidad desde antes que ella se iniciara en la política”, puntualizó la editorial de El País.
La cuestión es que -siempre según la directiva del PP- la presidenta de Madrid se habría comprometido a indagar en la cuestión e informar al partido, cosa que “jamás hizo”, declaró el número 2 de los populares, Teodoro García Egea.
Isabel Díaz Ayuso es una populista liberal, que alcanzó la presidencia de la Comunidad de Madrid borrando del mapa a la izquierda y minimizando a los ultras merced a su política anti-restricciones pese a los estragos que el Covid provocó en la capital y en la provincia madrileña
A todo esto, Díaz Ayuso se habría enterado de que Casado y Cía estaban espiándola a través de “topos” en el gobierno madrileño e incluso de detectives contratados. Esa versión se encargó de publicarla el diario El Mundo, por lo que ayer, la “reina de la libertad”, como la llaman sus partidarios por haber arrasado en las elecciones merced a su política anti-restricciones en pleno pico de la pandemia, dio una conferencia de prensa donde literalmente destrozó a la conducción nacional de su propio partido.
Acto seguido, García Egea salió a contestarle y dijo sin rodeos que Díaz Ayuso nunca había aclarado las serias sospechas de corrupción que pesaban sobre su entorno. Conclusión: ambas partes cruzaron una línea de la que ya no hay retorno. En España dicen que uno de los dos deberá caer. O, de lo contrario, caerá el partido.
A todo esto, cabe recordar que el 2 de junio de 2018 el presidente popular de España, Mariano Rajoy, tuvo que renunciar debido a que la Justicia condenó al PP tras haber comprobado que durante años se financió mediante coimas a las constructoras para adjudicarles obras públicas. También se constató que importantes figuras del partido se beneficiaron a nivel personal. Fue entonces cuando asumió la presidencia el líder del histórico Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez.
El Partido Popular se formó a partir de Alianza Popular, la agrupación política que surgió de la dictadura de Francisco Franco. Durante mucho tiempo estuvo liderado por el dirigente gallego Manuel Fraga Iribarne, ministro y vicepresidente del régimen franquista. Siempre contuvo en su seno a la ultraderecha, hasta que esta facción se separó y formó Vox
Al PP le costó muchísimo recobrar la confianza de parte del electorado. Pero ahora, ese camino recorrido que lo ponía en carrera para disputar las próximas elecciones generales, parece haber volado por los aires.
En estos días, no fueron pocos los que volvieron a revisar los resultados de las recientes elecciones en la Comunidad de Castilla y León, un tradicional enclave popular donde ahora el PP depende de Vox para conservar el gobierno. Y proyectan un escenario de esas características a nivel nacional.
Así las cosas, hay quienes creen que el PP le abrió el camino a la ultraderecha. Otros opinan que el temor a un gobierno neofascista podría hacer que muchos votantes de derecha se vuelquen al socialismo en las próximas generales. Aunque si se observa la histórica polarización política española, un elector de derecha “se cortaría la mano antes de votar por la izquierda”.