Psicólogo en mi empresa.- En los últimos años se ha dado cada vez más importancia al área de Recursos humanos en las pymes locales, los empresarios han advertido que invertir en planificaciones y acciones a este nivel trae, entre muchos beneficios, consecuencias directas y ampliamente positivas sobre la productividad de los colaboradores logrando los objetivos empresariales de modo más efectivo y eficaz.
El área de Recursos humanos puede ser pensada desde el aporte de muchas disciplinas, pueden ser conducidas o integradas por profesionales de varias materias, como abogados, contadores, licenciados en recursos humanos o relaciones laborales, psicólogos, administradores, entre otras. La colaboración puede ser conjunta o estar el área liderada por alguno de estos profesionales lo que dará un claro sesgo a las estrategias del área.
En la actualidad se observa que cada vez más, las pymes de la región, apuestan a los profesionales de la psicología como parte de sus planteles o como consultores externos a la hora de ir por el desarrollo humano de sus estructuras, en un intento de organizar y construir sus organizaciones desde estos aportes profesionales.
Pero ¿Cuál es el rol de los profesionales de la salud mental en las empresas de la región?
Cada vez resulta más patente la importancia del rol que desempeña la psicología organizacional en las empresas de la región. Si entendemos a una empresa como una red de relaciones humanas y conversaciones con una determinada estructura y organización, se podrá ya ir comprendiendo que el psicólogo organizacional cumple un papel clave en las mismas. La participación activa de los profesionales de la salud mental sobre esta telaraña de relaciones humanas que son las organizaciones, se ha puesto cada vez más de manifiesto en los últimos años en nuestra región.
El trabajo del profesional sobre estos entramados apunta a fomentar lazos entre los miembros y abrir canales de comunicación que fortalezcan los vínculos de pertenencia, el trabajo en equipo y fomenten el intercambio dinámico. Fortalecer equipos de trabajo y alinearlos a los objetivos de una organización es un trabajo que el psicólogo como profesional especializado en comportamientos humanos puede trabajar sin perder de vista al colaborador como sujeto.
En el campo organizacional, el psicólogo es un elemento clave dado que es un profesional de la escucha. El desafío es brindar espacios de escucha activa, contención, motivación a los talentos de una empresa, ya sea a modo individual o en encuentros de equipo. Saber escuchar es el puente entre los talentos y las organizaciones de las que forman parte.
¿Cuáles son las claves a tener en cuenta en el seguimiento de los objetivos organizacionales?
Sin dejar de tener en cuenta las metas que cada empresa u organización se plantea para sí en períodos de tiempo definidos, el objetivo del psicólogo organizacional es abrir espacios de conversación lo cual resultará un aporte favorecedor a la organización a corto, mediano y largo plazo. Los efectos son inmediatos sobre el bienestar y la motivación de los equipos de trabajo. Así mismo, fomentar la comunicación impacta positivamente fortaleciendo los vínculos entre las personas y aumentando la productividad desde gestiones más eficientes y proactivas en la búsqueda de los resultados que la empresa define.
Se trata de entender las necesidades de cada organización sin perder de vista la subjetividad y la singularidad de cada talento. El psicólogo organizacional trabajará sobre la estructura y la especificidad de cada persona apuntando al desarrollo de su potencial entendiendo a la empresa con su cultura particular y los valores específicos que engloba, facilitando la escucha y el intercambio entre la persona y la empresa. Estas gestiones impactaran en forma directa en el clima laboral.
En este punto es importante no caer en la subestimación del clima positivo de trabajo en la persecución de las metas empresariales planteadas en el marco de una planificación que se pretenda estratégica. Cuando referimos a clima laboral se apunta a la relación entre las personas y las características de la organización, de cómo perciben a la empresa donde trabajan, lo cual tiene una gran influencia sobre los resultados. Se trata del ambiente generado por la emocionalidad de las personas que forman parte de los equipos de trabajo de una organización.
Es importante, para comprender la importancia del trabajo sobre los talentos y los equipos, no perder de vista que el éxito de nuestras empresas se encuentra en las personas que forman parte del proyecto y es a esto a lo que nos referíamos al traer la definición de empresa como un entramado interpersonal.
Un clima laboral positivo impacta favorablemente en la estabilidad emocional de los colaboradores impulsando la motivación y el compromiso, y es este despertar, esta nueva perspectiva la que hace años viene revolucionando a las empresas locales en su modo de abordar los conflictos, la baja productividad y la desorganización interna.
¿Cuáles son los síntomas de un clima laboral negativo?
Son numerosas las empresas en las que se revelan síntomas que se desprenden como resultado de un mal clima laboral ya que el mismo impacta no sólo a nivel intrasubjetivo sino también impacta a modo de interferencias interpersonales. En los sujetos se visibiliza como malestar interno y a nivel intersubjetivo impacta a modo de un clima laboral que se percibe como negativo y puede ser detectado muchas de las veces en quejas, disconformidades y, en la proliferación de comentarios de” radio pasillo”. La empresa enferma emocionalmente.
Es frecuente observar que los ambientes negativos de trabajo son los que generan tensión elevando el nivel de queja hacia focos externos y reduciendo de forma directa el grado de responsabilidad subjetiva sobre la gestión y decisiones. A si mismo conduce hacia problemas de comunicación y desmotivación que impacta en bajas en la productividad general. Frente a panoramas de esta índole, el psicólogo especializado en las organizaciones, deberá desplegar sus herramientas profesionales para atenuar el malestar aparejado al clima laboral negativo hacia equipos de trabajo de alto rendimiento capaz de responsabilizarse en el seguimiento de las metas propuestas por las empresas en sus planificaciones.
Claramente con el objetivo de revertir la emotividad negativa a nivel de las organizaciones el profesional de la salud mental deberá hacer foco en los diversos factores que lo determinan.
Al bienestar de los colaboradores y a su motivación también impacta positivamente la claridad en la organización. Saber que se espera de uno y cuáles son los alcances de mi posición es fundamental para poder asumir responsabilidades con compromiso. En este punto es que el psicólogo interviene con el trabajo de análisis de puestos de trabajo y selección de personal.
El capital humano es, sin duda alguna, el gran motor de la organización, y una adecuada selección de los talentos que forman parte de la compañía es determinante para los resultados de ésta. La aportación de la psicología es clave en todas las fases de un proceso de selección que hace hincapié en las competencias (habilidades y características de personalidad) que debe cumplimentar el perfil de una persona para desempeñarse con idoneidad en un puesto de trabajo determinado.
Trabajar por competencias no sólo trae beneficios a la organización sino también a los talentos que forman parte de la misma ya que permite un mayor conocimiento de las personas y de sus expectativas, evaluándose también el ajuste del puesto de trabajo a ellas considerándose la selección como un proceso bidireccional.
El psicólogo no sólo interviene en las incorporaciones, sino que también cumple un papel clave detectando necesidades de capacitación y evaluando el potencial de los talentos para integrarlos en un plan de desarrollo de carrera que les permita progresar y desarrollarse a futuro en el marco de la organización.
Por otra parte, los psicólogos como expertos en relaciones interpersonales, en comunicación y en liderazgo, pueden participar a nivel de apoyo a los altos mandos detectando necesidades a nivel del liderazgo para lograr niveles más eficientes y detectando falencias y síntomas a nivel de las relaciones entre ellos y con los colaboradores. A sí mismo es un colaborador activo en el establecimiento de objetivos y planificación estratégica para alcanzarlos, entre otras gestiones en donde sus herramientas resultan altamente requeridas.
Pensar al psicólogo en el marco de las organizaciones no trae la intención de cerrar ideas sino la de abrir posibilidades. Apunta a dejar de pensar la figura del psicólogo únicamente en el contexto del consultorio y poder pensarlo en otros contextos y otras funciones, en este caso como un colaborador clave en el ámbito organizacional cuando lo que se persigue es la eficiencia, la eficacia y la productividad.
(*) Lic. María Florencia Mignacco
Psicóloga
Especializada en psicología laboral y organizacional
Consultora integral en RRHH
Responsable de selección y capacitación Consultora en rrhh Mook´s
MP 53.205
Facultad de Psicología UNLP