Por Mauricio Vallejos. House of the dragons
Corría el año 2011 y una serie llegaba a HBO para cambiarlo todo, sin dudas el suceso televisivo más grande de la década pasada, y por qué no de lo que va del siglo XXI. Game of thrones adaptaba las novelas del británico George R R Martins, “Canción de hielo y fuego”, y sus primeras cuatro temporadas están en un nivel de enorme calidad, con una trama muy compleja sobre las luchas internas de Poniente (nombre del reino ficticio) y las maquiavélicas intrigas en busca del poder. Hasta su sexta entrega, el programa sostenía la historia en los libros de Martins, pero al llegar la conclusión comenzó el desastre. Los Showruners decidieron hacer su propio final en pocos capítulos, y lo que los fans recibieron fue el peor cierre a una obra televisiva de la historia. Dos años después emprendemos el retorno a Poniente.
House of the dragons podría considerarse una precuela, aunque en realidad es la adaptación de otros libros de Martins que ocurren en el mismo universo de Game of Thrones aunque 200 años antes. La serie narra las luchas por la sucesión del Rey Viserys I por parte de los integrantes de la familia Targaryen, la dinastía gobernante. Al escuchar hablar de una nueva producción del mundo de Hielo y fuego al principio fui escéptico, pero me agradó que se independizaran de la obra anterior y cuenten algo nuevo.
Creo que del mismo modo que ocurrió cuando Star Trek hizo a un lado a su elenco original para contar una nueva saga con The Next Generation aquí los fans pudimos volver a un universo extraordinariamente rico y encontrar mucho de lo que amamos de la serie anterior. Principalmente destaco que los guionistas de Game of Thrones (los infames David Benioff D. B. Weiss) no trabajan aquí y quien está a cargo es una de las grandes revelaciones en dirección de los últimos años el inglés de ascendencia argentina Miguel Sapochnik, quien dirigió obras maestras de GOT como los capítulos Casa Austera, La batalla de los bastardos o Vientos de Invierno.
De este modo, la obra logra traernos de nuevo a Poniente con mucho de lo mejor de la serie anterior, uno de esos detalles es la música excelsa el compositor alemán Ramin Djawadi, cargada de leitmotivs extraordinarios que hacen a la esencia del show. Por otra parte, esta obra es menos compleja que su antecesora, lo cual le favorece para desplegar el desarrollo de los personajes principales.
Rhaenyra, la heredera al trono es una mujer que pasa gran parte de la temporada viviendo la libertad de su juventud sin pensar en los deberes de su cargo. Su antítesis es la reina Alicent Hightower, esposa del rey y padre de Rhaenyra, una mujer religiosa y al servicio del reino, en ambos casos la trama explora una lucha entre dos madres de posturas contrapuestas por sobrevivir en un escenario que se dirige a una guerra que amenaza con llevarse la vida de sus hijos.
La serie no es perfecta, tiene constantes saltos temporales con cambios significativos en el elenco. Se podría decir House of the dragons hace en una temporada lo que The Crown hizo en cuatro, contar años de vida de una Familia Real. Obviamente, que estos saltos no siempre favorecieron a la trama que a veces parecía ir demasiado rápido, aunque, no obstante, no le quitaron intensidad ni la capacidad de entregar grandes momentos como el desarrollo de la enfermedad del Rey Viserys y como su lenta agonía va echando por tierra la única esperanza de unidad, y lo que pasa cuando, citando al Martín Fierro, los hermanos no se unen y son devorados por los de afuera.
Esta es una serie a tomar en cuenta que, si continua en buenas manos, logrará lo que su antecesora no pudo, tener una historia con una introducción, nudo y desenlace satisfactorio. Game of thrones fue la obra que tuvo todo para ser la mejor pero sus creadores la llevaron al peor de los fracasos, aún es demasiado pronto para saber que va a pasar aquí. Considero que hay grandes actuaciones y directores para que ahora sí funcione, dependerá de quienes llevan las riendas, si eligen la calidad les irá bien, ya que los fanáticos estaremos ahí.
