«Estuvimos sin tocar desde 1984 y nos volvimos a juntar en 2013…Siempre con la misma propuesta, de revalidar nuestro origen, raíces, costumbres, nuestra identidad cultural. Lógicamente la pandemia también hizo lo suyo y nos distanció 3 años; pero por suerte entre mateadas y muchas ganas de hacer música, decidimos pegar la vuelta al ruedo», expresó Andrés Mormann, uno de los integrantes del Dúo Confluencia, junto a Gustavo Cazzola, quienes el próximo 15 de julio a las 22 horas se presentarán en «La Vermucería», un cálido bodegón de calle 16 y 65.
Los lectores de 90lineas.com saben muy bien sobre la biblioteca virtual compuesta por numerosas notas acerca de los pioneros del rock nacional, y de acuerdo al repertorio del Dúo Confluencia, no podía ser de otra manera: este diario digital auspicia el recital que se viene el mes próximo y que será, sin dudas, una joya musical para los asistentes, además del agregado emotivo por lo temas que recorrerá la banda.
Andrés sigue contando sobre Confluencia y el repertorio: «Gustavo es más del rock ochentoso, de los ´70 y yo más del folklore, nos gustó mucho la idea de juntar canciones y hacemos temas de Vivencia, Sui Géneris, Pastoral, León Gieco, Vox Dei, Spinetta y algunos otros. Generalmente se pone muy bueno porque estamos como en un fogón, rodeados de amigos, y el lugar que elegimos para volver tiene la característica de ser muy cálido, un bodegón donde todos los presentes vamos a podemos cantar juntos».
La idea del show es remontarse a la adolescencia a través de la música, los primeros amores, los amigos, los que están y ya no están, los viejos, todo lo maravilloso de la inmaculada juventud…
Gustavo y Andrés son compañeros desde el colegio secundario, en el comercial de Los Hornos, donde cursaron allá a fines de los ´70 y principios de los ´80.
«Tocábamos en el patio, en las horas libres -recuerda Andrés- al pie del mástil, hasta que un buen día, de casualidad, nos encontramos en la puerta de mi casa; yo estaba picando piedras sobre la vereda en la avenida 60, entonces fuimos a tomar unos mates al comedor, donde había dos guitarras sobre el sillón, una derecha y otro para zurdos (´la mía´, aclara), y fue allí que con los primeros acordes de ´Enseñame el camino´ de Peter Frampton, arranco todo….hasta ´Confluir´ en el rock argentino de los 60, 70, 80», concluyó Mormann.