“…Y ahora sé lo que dicen cuando nuestro sol comienza a desvanecerse, e hicimos el amor en el páramo y a través de las barricadas…” (Spandau Ballet, 1986)
Promediaba la década de los 80. Años fértiles si los hubo en materia de producción musical. Tanto a nivel del rock internacional como del nacional, el cual conoció, en ese tiempo, un furor que a los pioneros del género, blanco del desinterés de las discográficas a la hora de grabar y de la represión policial en cada concierto, les habrá resultado producto de un sueño. El rock argentino no sólo pasó a ser el gran negocio de la industria musical luego de Malvinas, sino que invadió reductos impensados en los iniciáticos años 60 y primeros 70: las discotecas. Virus pateó el hormiguero, y un rato después llegaron Los Twist, Los Abuelos de la Nada, un Charly García que tras criticar la nueva ola en Serú Girán pasó a ser el más innovador en ese estilo, Soda Stereo, GIT, más tarde Los Fabulosos Cadillacs… Y ya. Necesitaríamos escribir un libro, literalmente, para hablar de esos años sin hacer odiosas omisiones.
Del otro lado del Atlántico, allí donde históricamente nacieron los sonidos que luego tomaron, reformularon e hicieron propios los rockeros nativos, a finales de los 70 había comenzado a tomar forma un estilo musical surgido, como tantos, de la muerte del punk: la new wave o, en buen criollo, la nueva ola. La new wave tuvo expresiones tan disímiles que terminó dando a luz a varios estilos. Uno de ellos fue el de los nuevos románticos, new romantic, del cual la banda londinense Spandau Ballet fue pionera. Luego, ese subgénero se conocería a nivel mundial merced a Duran Duran.

Volviendo a mediados de los 80 y a las discotecas, vale recordar -con nostalgia, sí- que en ese tiempo aún existían los lentos. Una media hora, cuarenta y cinco minutos o una hora de baladas; eso dependía del tipo de boliche bailable y del disc jockey. Concretamente en 1986, una de las canciones culpable de que en la pista de baile no entrase un alfiler era Through the Barricades (A través de las barricadas), del quinto disco de estudio de Spandau Ballet. Una pieza musical bellísima, atravesada de principio a fin por un aire de tristeza. No obstante, como eso una marca registrada de la banda, no llamaba la atención. Lo cierto es que ese punteo de guitarra acústica con el cual empezaba y la suave voz del cantante Tony Hadley, fueron la banda de sonido del punto de partida de miles de relaciones amorosas.
Y allí es cuando uno se pregunta: ¿será una letra de amor? Pues muchas canciones, en inglés o en castellano, cuando se les quita la primera capa de pintura y se hurga un poco más, nos terminan sorprendiendo. Hay miles de ejemplos. Uno del rock nativo muy emblemático es el del tema Trátame suavemente de Soda Stereo, una letra de Daniel Melero inspirada en el discurso del dictador Leopoldo Galtieri en el balcón de la Casa Rosada invitando a los ingleses a la guerra.

Pues bien, como se nota en los versos de A través de las barricadas que encabezan esta nota, estamos ante una historia de amor. Pero si hurgamos un poco más, nos encontraremos con que esas “barricadas” eran las que dividían a católicos y protestantes en la ciudad de Belfast durante el tremendo conflicto bélico que desangró a Irlanda del Norte a lo largo de casi tres décadas.
En ese conflicto, Thomas Riley, un ciudadano católico muy amigo de los integrantes de Spandau Ballet, murió a manos de un soldado inglés. Era, asimismo, el encargado del merchandising del grupo, nos cuentan desde el sitio La guitarra de las musas. La muerte del amigo, en 1983, fue un duro golpe para los miembros de la banda. Tres años después, contaron una historia de amor entre un joven católico y una joven protestante que se amaban “a través de las barricadas”. ¿Era Thomas? ¿Alguien conocido por él? No se sabe. Lo real es que, una vez más, una canción nos sorprende con su significado. ¿Cuántas parejas que habrán “formalizado” al son de esa bellísima canción sabrían que “las balas estaban picando cerca”? Es probable que (casi) ninguna.
U2
El conflicto bélico de Irlanda del Norte es el que inspiró a U2 a componer el hitazo Domingo Sangriento Domingo (Sunday Bloody Sunday), con el que también explotaban las pistas de baile. Aunque lo de U2 fue mucho menos sutil, y no porque Bono y Cía no fueran sutiles, sino porque, por un lado, eran irlandeses y habían sufrido “la guerra fratricida” en primera persona, y por otro lado, Domingo Sangriento fue el nombre que le pusieron los propios historiadores a una de las matanzas de católicos más espantosas de aquella confrontación.
“…Nacimos en diferentes lados de la vida,
pero nosotros sentimos lo mismo y sentimos toda esta lucha,
así que ven a mí cuando esté dormido,
y cruzaremos la línea y bailaremos en las calles.
Ahora sé lo que dicen cuando los tambores empiezan a desvanecerse
e hicimos el amor en el páramo, y a través de las barricadas…”
A través de las barricadas (Spandau Ballet, en vivo)
En contexto
Como contamos en el artículo Rock testimonial: ¿Qué fue el Domingo Sangriento que canta U2?, diremos que el conflicto entre los independentistas irlandeses y los ingleses tuvo sus primeras manifestaciones violentas en el siglo XVII, aunque fue entre 1920 y 1921 cuando, a raíz de una decisión del gobierno británico, hubo una escalada de violencia que se cobró miles de vidas.
Antes, recordemos qué es Gran Bretaña y qué es el Reino Unido. Gran Bretaña está integrada por Inglaterra, Escocia y Gales, mientras que Gran Bretaña más Irlanda del Norte conforman el Reino Unido. Como se puede observar en el mapa, Inglaterra, Escocia y Gales conforman una unidad política y también territorial, en cambio, Irlanda está separado por un canal de esos tres países.

Los irlandeses (no todos, pero una inmensa mayoría) siempre bregaron por independizarse del Reino Unido. Y resulta que en el año 1920, el gobierno del Reino Unido accedió a partir a Irlanda en dos: Irlanda del Sur -posteriormente y hasta la actualidad, República de Irlanda- con capital en Dublín, e Irlanda del Norte, cuya capital es Belfast. La primera sería una nación independiente del Reino Unido. La segunda, creada en 1921, seguiría dependiendo del Gobierno situado en Londres. Allí empezó lo que convertiría a Irlanda del Norte en un campo de batalla permanente durante décadas, particularmente las de los 60, 70 y 80.
Cuando nació Irlanda del Sur como nación libre, el parlamento norirlandés votó a favor de permanecer bajo la órbita del Reino Unido. La sociedad de Irlanda del Norte estaba partida por dos causas, íntimamente relacionadas. Una religiosa (católicos vs protestantes) y otra política (independentistas versus probritánicos). La inmensa mayoría de los católicos querían independizarse del Reino Unido y pasar a integrar la independiente República de Irlanda (eran los llamados republicanos), mientras que la mayor parte de los protestantes, que eran mayoría en la comunidad y por lo tanto en el parlamento norirlandés, defendían a ultranza su pertenencia a la Corona Británica (eran los unionistas).
Con el tiempo esa situación llevó a la conformación del Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés) que apeló a los actos terroristas para enfrentar a las Fuerzas Armadas de Gran Bretaña, el brazo “de guerra” de los unionistas.


Recién en 1998, cuando se firmó el llamado Acuerdo de Viernes Santo por parte de los gobiernos británico e irlandés, Irlanda del Norte comenzó a recobrar “algo de paz”. El premier británico, Tony Blair, ordenó una nueva investigación del Domingo Sangriento ocurrido el 30 de enero de 1972, la cual concluyó en 2010 y dijo: “Que ninguna de las víctimas (de la matanza de católicos perpetrada por el ejército británico durante aquella pacífica marcha) representaba una amenaza. Que no se dio ninguna advertencia a ningún civil antes de que los soldados abrieran fuego. Que ninguno de los que murieron estaba armado. Y que algunas de las víctimas intentaban huir o brindar ayuda a los heridos. Concluyó que los asesinatos eran ‘injustificados e injustificables’”. Tarde, ¿no?
El conflicto que dio lugar a una de las mejores baladas del pop rock se cobró en tres décadas “3.526 vidas: 2.056 pertenecientes a los grupos paramilitares republicanos, 1.020 de los grupos paramilitares unionistas, 362 miembros de las fuerzas de seguridad británicas y 80 personas de afiliación dudosa o desconocida”, afirman en Guitarra de las musas.
A través de las barricadas (Through the Barricades, Spandau Ballet, 1986)
Mamá no sabe adónde ha ido el amor,
dice que debe ser la juventud lo que nos hace sentir fuertes.
Lo veo en su cara que se ha convertido en hielo,
y cuando sonríe muestra las líneas de sacrificio.
Y ahora sé lo que dicen cuando nuestro sol comienza a desvanecerse,
e hicimos el amor en el páramo, y a través de las barricadas.
Mi padre hizo mi historia,
luchó por lo que creía que nos liberaría de alguna manera.
Me enseñaron qué decir en la escuela,
lo aprendí de memoria, pero ahora está partido en dos.
Y ahora sé lo que dicen en la música del desfile,
e hicimos nuestro amor en el páramo y a través de las barricadas.
Nacimos en diferentes lados de la vida,
pero nosotros sentimos lo mismo y sentimos toda esta lucha,
así que ven a mí cuando esté dormido, y cruzaremos la línea y bailaremos en las calles.
Y ahora sé lo que dicen cuando los tambores empiezan a desvanecerse,
e hicimos nuestro amor en el páramo y a través de las barricadas.
Date la vuelta y allí estaré,
bueno, hay una cicatriz en mi corazón, pero lo volveré a dejar al descubierto.
Oh, creí que éramos la raza humana, pero sólo éramos otro caso límite,
y las estrellas nos dicen que siempre hay un escape.
No sé adónde ha ido el amor,
y en esta tierra turbulenta, la desesperación nos mantiene fuertes.
El hijo del viernes* está lleno de alma,
sin nada que perder, hay de todo.
Y ahora sé lo que están diciendo,
es una belleza terrible la que hemos hecho,
así que hicimos nuestro amor en el páramo y a través de las barricadas .
Y ahora sé lo que dicen cuando nuestros corazones se van a la tumba,
e hicimos nuestro amor en el páramo y a través de las barricadas.
Fuente: Corazón de Canción
*Por el acuerdo de Viernes Santo que selló la paz