El periodista y escritor Rodolfo Walsh fue asesinado el 25 de marzo de 1977 por un grupo de tareas de la ESMA. El día anterior, cuando se cumplía un año del sangriento golpe cívico-militar, había enviado una carta abierta a la Junta Militar que encabezaba el Gobierno nacional, denunciando -y anticipando- el plan de terror, de destrucción de la industria y el trabajo argentinos y de endeudamiento incalculable que seguiría su curso hasta 1983.
Nació el 9 de enero de 1927 en Lamarque, Río Negro. Y a los 17 años empezó a trabajar en la editorial Hachette realizando tareas de traducción y corrección de textos.
En 1950 conoció en la Facultad de Filosofía y Letras a Elina Tejerina, quien sería la madre de María Victoria y Patricia, sus dos hijas, con quienes se mudó a La Plata.
Tres años más tarde publicó “Diez cuentos policiales argentinos” y “Variaciones en rojo”, convirtiéndose en pionero del género literario policial en el país.
En tanto, en 1957 publicó Operación Masacre, fruto de una exhaustiva investigación junto a la periodista Enriqueta Muñiz. Esa pieza se convirtió en una de sus obras más reconocidas, a punto tal que es considerada la primera obra de no ficción periodística. Así, Walsh pasó a ser, con el tiempo, el padre del periodismo de investigación en la Argentina.
En 1958 publicó las 32 notas que dieron vida al “Caso Satanowsky”, sobre la conexión entre los servicios de información y la prensa.
En 1959 viajó a Cuba, donde vivió durante dos años. Formó parte del equipo fundador de Prensa Latina junto a Jorge Masetti, Gabriel García Márquez y Rogelio García Lupo, entre otros (“la primera agencia latinoamericana que consiguió inquietar a los monopolios yanquis”).
En 1966 publicó “Los oficios terrestres”, en el cual se encuentra “Esa mujer”, que versa sobre la figura de Eva Perón: es considerado estilísticamente uno de los cuentos más importantes de la literatura argentina. En el 67 publicó “Un kilo de oro”, para volcarse luego a la militancia política.
“¿Quién mató a Rosendo?” (1969) fue el producto de su pluma más comprometida a nivel político. Una investigación de la interna sindical entre la corriente vandorista (la del “peronismo sin Perón”) aliada de las grandes empresas y la corriente sindical de base.
Entre 1970 y 1973 Walsh militó en el Peronismo de Base y luego se unió a Montoneros. Dio clases en las villas y editó el Semanario Villero. Fue el redactor de Diario de Noticias. Y formó parte de la combativa Confederación General de Trabajadores Argentinos, el sector sindical que se opuso a pactar con la dictadura de Onganía.

Tras el golpe del 24 de marzo del 76 creó la Agencia Clandestina de Noticias y Cadena Informativa. En septiembre de ese año, su hija Victoria, militante montonera, se suicidó al ser descubierta por los militares.
“El violento oficio de escribir (1953-1977)” es un libro imprescindible, con prólogo de Rogelio García Lupo, que reúne casi la totalidad de las notas periodísticas publicadas por Walsh, y que la editorial Ediciones de la Flor decidió titular así porque el autor, en un texto autobiográfico que escribió en 1964, dijo: “decidí que, de todos mis oficios terrestres, el violento oficio de escritor era el que más me convenía”.
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