Nacida el 8 de junio de 1951 en el condado de Neath, en Gales, Gran Bretaña, Gaynor Hopkins comenzó a cantar en su casa desde muy pequeña influenciada por su madre Elsie, integrante del coro de la Iglesia y fanática de la música. Cuando niña, quien lograría reconocimiento planetario muchos años después bajo el seudónimo de Bonnie Tyler, escuchaba e imitaba, entre otros, a Tina Turner y Janis Joplin.
Hasta los 16 años, fue junto a su padre Glin Hopkins, un trabajador minero, y su madre Elsie, a la Iglesia del pueblo, donde ya destacaba por su voz.
Cuando concluyó los estudios obligatorios trabajó como empleada en una tienda de comestibles y, luego, como cajera de un supermercado.
Hasta que a los 17 logró dar el primer paso en su carrera. Se anotó en un concurso de talentos, donde interpretó los temas Aquellos fueron los días, de Mary Hopkins, y No puedo dejar de amarte, de Ray Charles. Salió segunda, tras un bandoneonista, pero allí decidió dedicarse de lleno a la música.

Con 18 años, en 1969, se integró como corista del grupo Bobby Wayne & The Dixies. Fue cuando cambió por primera vez su nombre: pasó a ser Sherene Davis. En 1971, con esa nueva identidad artística, conformó su primera banda, denominada Imagination. Sin saberlo, había dado el segundo paso en su carrera.
Imagination comenzó a tocar en bares y clubes del sur de Gales, hasta que en 1975 llegó para “Sherene Davis” el golpe de suerte. Es que un productor discográfico arribó a tierras galesas desde Londres para escuchar a un cantante que le habían recomendado, pero cuando entró al club estaba actuando Imagination y el hombre, llamado Roger Bell, quedó enamorado de la voz de Sherene y le propuso ir a la capital inglesa a grabar algunos demos, nada menos que en la compañía RCA Records.
El 14 de julio de 1973, a los 22 años, se casó (para siempre) con Robert Sullivan, un ex medallista olímpico y empresario galés
En RCA no dudaron en ofrecerle un contrato, pero le pidieron que cambiara su nombre artístico. Fue entonces cuando ella, formada en la fe cristiana, elaboró una larga lista de nombres bíblicos para terminar creando uno que la acompañaría hacia un éxito mundial que, en ese momento, ni se le cruzaba por la cabeza: Bonnie Tyler.
A finales del año 1975 grabó su primer disco, el sencillo My! My! Honeycomb, que no tuvo mayor repercusión.
Pero al año siguiente, en 1976, Bonnie Tyler publicó su segunda canción, titulada Lost in France, que rápidamente se convirtió en un éxito. Vendió 250 mil copias y se mantuvo durante más de 10 semanas en las listas de ventas del Reino Unido.
Como se puede escuchar en el siguiente video, la voz de Tyler era tan hermosa como dulce. Irreconocible para quienes la conocieron a partir de su hit planetario, que llegaría recién en 1982.
Video.- Lost in France (Perdida en Francia – Bonnie Tyler – 1976, antes de la operación de garganta)
Bonnie, durante los ensayos, comenzó a notar que su voz no era la misma. Además, tenía fuertes dolores de garganta. Debido a ello se realizó distintas pruebas médicas, en las cuales le detectaron grandes nódulos en sus cuerdas vocales. Los médicos le dijeron que debía operarse con urgencia y no le garantizaron nada acerca del futuro de su herramienta de trabajo.
Lo que ocurrió después es obra de Dios o del destino, según las creencias de cada cual. Contó Bonnie al medio Radiolaria: “Con toda lógica, tras la cirugía me prohibieron hablar durante varias semanas, pero no me porté bien. Había cantado desde los 7 años, tenía ya un contrato en la música, y pensé que esa cirugía sería el fin de mi carrera. En un arranque de frustración, pegué un grito y me dañé permanentemente la voz”.
En efecto, la cantante galesa perdió “su” voz, pero no perdió “la” voz. Ahora tenía un registro ronco, arenoso, muy similar al de Rod Stewart o Kim Karnes.
En 1977 fue elegida como mejor artista revelación británica del año, aunque por su producción prequirúrgica.
La gran primera prueba de fuego le llegó ese mismo año, cuando el 4 de noviembre grabó la canción It’s a heartache (Es una pena), la primera con su nueva voz. Fue su mayor éxito hasta entonces. El LP salió a la venta a inicios de 1978 y alcanzó los primeros lugares en el Reino Unido, los Estados Unidos, Alemania, Francia, Australia, España y Latinoamérica. Hasta hoy, es un clásico del pop de todos los tiempos.
Video.- It’s a heartache (Es una pena – Bonnie Tyler – 1978)
Entre 1977 y 1981 Bonnie Tyler grabó cuatro álbumes con escaso éxito. Molesta por la poca atención que le brindaba la discográfica RCA, e influenciada por el trabajo que el productor Jim Steinman estaba realizando con el cantante Meat Loaf, lo fue a ver, él aceptó producirla y cambió de “club”, pasándose a la compañía Columbia.
Primero realizó una recordada versión del clásico Have you ever seen the rain, de la icónica banda Creedence Clearwater Revival.
No obstante, la pepita de oro estaba en la cabeza del productor Steinman y se llamaba Total eclipse of the heart (Eclipse total del corazón). Ya se la había ofrecido a su hijo pródigo, Meat Loaf, pero éste no la quiso porque no iba con su estilo y se la ofreció a Bonnie y a Air Supply. La grabó la cantante galesa. Y el tema se convirtió en uno de los más vendidos de la historia, a la vez que en uno de los mayores éxitos de la música pop de todos los tiempos.
Además contó con un excelente video que llevó a cabo el director de cine Russell Mulcahy, quien hizo, entre otras películas, Highlander el inmortal.
Video.- Total eclipse of the heart (Eclipse total del corazón – Bonnie Tyler – 1982)
Total eclipse of the heart fue número uno indiscutida en los Estados Unidos, Australia, Canadá y Reino Unido, entre muchísimos otros países. Llegó a vender 80.000 copias por día. Y 8 millones en total.
Tyler la interpretó en la entrega de los premios Grammy del año 1984, donde fue un enorme suceso.
En 1984 grabó otro tema que quedó como un clásico de clásicos, Holding out for a hero, canción compuesta por Giorgio Moroder que fue parte de la banda de sonido de la película de culto Footloose.

