De la Redacción de 90 Líneas.-
El juez federal de Dolores, Martín Bava, volvió a citar a declaración indagatoria al ex presidente Mauricio Macri para el próximo miércoles 3 de noviembre a las 12 horas, tras la suspensión de este jueves y la firma del decreto presidencial que lo relevó de la obligación de guardar secreto de Estado, en la causa por supuesto espionaje ilegal a familiares de las víctimas del submarino ARA San Juan, hundido en 2017.
Como se sabe, luego de eludir a la Justicia en dos oportunidades, Macri fue ayer a Dolores con una estrategia que quedó al descubierto una vez que estuvo frente al juez con su abogado, Pablo Lanusse: echar mano de su supuesta obligación de no poder relevar secretos de inteligencia. Maniobra para la cual contó con la ayuda del fiscal Juan Pablo Curi.
No obstante, Bava pidió de inmediato al presidente Alberto Fernández que lo relevara de esa obligación.
Fernández dictó enseguida un decreto, donde indica que el magistrado podía tomarle declaración de todos modos, pero que lo relevaba a Macri de la obligación de guardar secretos de Estado para no entorpecer las cosas.
Algunos analistas creen que el ex presidente, de alguna manera, se autoincriminó. «Si apeló a su obligación de no revelar secretos de inteligencia como ex presidente, es porque hubo inteligencia», afirmaron, en relación a la columna vertebral de la causa, es decir, el espionaje ilegal a través de agentes de la AFI (ex SIDE) a familiares de las víctimas del submarino ARA San Juan.
Por otra parte, familiares que ayer estuvieron en Dolores dijeron que les daba «asco» el «show político» montado por el macrismo con un acto a dos cuadras de la sede judicial.
«Jamás mezclamos la política en esto. Entre nosotros existen diferentes posturas políticas, pero nos une algo superior que es el pedido de justicia», dijo un hombre de mediana edad, claramente indignado.
Del raquítico acto, que tuvo una escasísima participación, tanto de dirigentes como de gente (no más de 300 personas, cuando se habían anunciado 400 micros), dejó al desnudo la soledad política del ex presidente.
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Sólo lo acompañaron los llamados «halcones» (ultras) de Juntos por el Cambio, como el radical Hernán Lombardi, la ultraderechista Patricia Bullrich, el misógino y provocador serial Fernando Iglesias, su primo Jorge Macri, su ex secretario privado investigado por la justicia (también por casos de espionaje ilegal) Darío Nieto, el intendente de Dolores, quien obligó a empleados municipales a participar del acto, y pocos más.
Macri justificó la falta de gente en supuestos (e inexistentes) controles en la ruta a los supuestos micros que nunca salieron a la autovía 2. Hoy, Elisa Carrió dijo que no fue a causa del calor. Santilli, Manes, Rodríguez Larreta, Vidal y un largo etcétera ni siquiera asomaron la nariz por Dolores.