Lula
Redacción de 90 Líneas y Agencia Télam
Luiz Inácio Lula da Silva se impuso en la primera vuelta de las elecciones presidenciales brasileñas por más de 5 puntos porcentuales (6,1 millones de votos) sobre el presidente Jair Bolsonaro. Con el 99,9 por ciento de las mesas escrutadas, el líder izquierdista obtuvo el 48,4% de los sufragios válidos frente al 43,2% del mandatario neofascista. Así las cosas, el 30 de octubre se llevará a cabo la segunda vuelta electoral.
El creador y máximo referente del Partido de los Trabajadores (PT) dijo que “mañana mismo” (por este lunes) encarará la campaña con vista al balotaje, en la cual buscará el 1,6% de sufragios que le faltaron para imponerse en la primera ronda.
Si bien las encuestadoras no fallaron con Lula, sí lo hicieron con Bolsonaro, pues anticiparon una elección del presidente en torno a los 30/35 puntos porcentuales.
Algunos analistas hablaron de un “voto vergüenza” -personas que no dijeron públicamente que votarían al referente de la extrema derecha-, mientras que otros apuntaron al activo papel de la iglesia evangélica en la campaña bolsonarista, de modo tal que le aseguraron voluntades allí donde no las tiene por sí mismo: los sectores populares.

Esta “nueva derecha” logró fortalecerse en el Congreso, acceder a gobernaciones y disputar segundas vueltas para gobernador. Hoy en Brasil, de los 513 diputados federales (nacionales) un total de 150 son evangelistas.
Nunca ganó en primera vuelta
Lula volverá a disputar un balotaje. Nunca ganó en primera vuelta. Ni en 2003, cuando accedió a su primera presidencia, ni en 2006, cuando obtuvo su reelección.
La de Brasil es la cuarta elección presidencial de América Latina que se definirá en segunda vuelta, con una sociedad ultrapolarizada y entre dos proyectos antagónicos; antes ocurrió en Perú, Chile y Colombia
El único político brasileño que logró ganar la primera vuelta fue Fernando Henrique Cardoso, quien lo hizo en 1994 y 1998.
Campaña violenta, domingo tranquilo
Durante la jornada no hubo episodios de violencia importantes, al contrario de lo que sucedió en la campaña electoral.
En el búnker de Lula dijeron que esperaban “el voto silencioso, el voto vergonzoso de los que no decían que votarían a Bolsonaro”, comentó un dirigente del PT y uno de los principales asesores en leyes del ex líder sindical.
Bolsonaro logró una victoria sorpresiva en el estado de San Pablo, el más desarrollado y poblado del país. Además, allí su candidato a la gobernación, Tarcisio de Freitas, venció al favorito Fernando Haddad, del PT, por 42% a 35%.

Vale recordar que el candidato a vice de Lula, el liberal Geraldo Alckmin, fue cuatro veces gobernador del estado de San Pablo, y se suponía que le aportaría un importante caudal de votos a la fórmula. No obstante, esa presunción se deshizo como el polvo este domingo en el estado más fuerte del país, sobre todo en el interior, donde las clases medias ratificaron su histórico rechazo a las opciones de izquierda.
Congreso hostil
“Con este escenario, en caso de vencer en las elecciones del 30 de octubre, Lula deberá enfrentar una fuerte resistencia de la derecha en el Senado”, advirtió el analista Oliver Stuenkel, de la Federación Getulio Vargas.

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