Por Pamela Francescato (Especial desde el Vaticano).– El Papa Francisco nombró en un puesto clave para el pensamiento ideológico de la doctrina católica al actual arzobispo platense Víctor Manuel Fernández, conocido como “Tucho” Fernández: será el prefecto del Discasterio para la Doctrina de la Fe y asumirá en el cargo a mediados de septiembre de este año.
Francisco continúa revolucionando con las reformas en la Iglesia dentro de los muros vaticanos, con una curia romana a la que le cuesta digerir los cambios. El flamante nombramiento es fundamental para el desarrollo teológico del pensamiento de Jorge Mario Bergoglio, y ya algunos se preguntan cómo será recibido este nombramiento en la cumbre del ministerio por los tradicionalistas que anidan alrededor de la cúpula de San Pedro.
“Tucho”, el teólogo de referencia del Papa, de 60 años, reemplaza al jesuita español Luis Francisco Ladaria, quien estuvo en el cargo durante los últimos seis años y que deja vacante el Dicasterio vaticano por ya haber alcanzado la edad para jubilarse.
El puesto de “Tucho” -como lo llaman en La Plata- es un nombramiento clave para conservar los principios y dogmas que la Iglesia Católica considera verdades de la fe. A partir de hoy, él que era Arzobispo de la ciudad de las diagonales será el número uno del “ministerio” de la Santa Sede que por cuatro siglos fue la Santa Inquisición.
Entre los asuntos más relevantes del departamento se encuentra la coordinación de la lucha antiabusos desde el punto de vista canónico. Sin embargo, tal y como ha expresado el Papa Francisco en la carta que le ha enviado, le dispensaría de esta misión.
Así se lee en la misiva: “Dado que para las cuestiones disciplinarias -relacionadas en especial con los abusos de menores- recientemente se ha creado una sección específica con profesionales muy competentes, te pido que como Prefecto dediques tu empeño personal de modo más directo a la finalidad principal del Dicasterio que es ‘guardar la fe’“.
Lo dispensa de la lucha antiabusos
Francisco dispensa al nuevo “ministro” vaticano de controlar la lucha antiabusos, para que Fernández se centre en su misión de “guardar la fe”.
Tal y como recoge la constitución apostólica “Praedicate Evangelium”, que Francisco promulgó hace justo un año y que reforma la estructura de la Curia, Doctrina de la Fe tiene como función “ayudar al Pontífice y a los obispos a proclamar el Evangelio en todo el mundo, promoviendo y tutelando la integridad de la doctrina católica sobre la fe y la moral, pero también buscando una comprensión cada vez más profunda de la misma ante los nuevos interrogantes”.
Difusión de los postulados “bergoglianos”
Durante la primera etapa del pontificado de Jorge Mario Bergoglio, Víctor Manuel Fernández fue uno de los apoyos claves para el desarrollo de la llamada “Teología del Pueblo”, que busca poner en práctica e implementar las principales directivas del Vaticano II desde la participación del Pueblo de Dios en la vida de la iglesia.
Así, se da por hecho que este nuevo nombramiento está detrás de la fundamentación de los principales documentos magisteriales del Papa argentino. A su vez, “Tucho” fue responsable de difundir los postulados bergoglianos como rector de la Universidad Católica Argentina.
Y en este contexto no tardaron en llegar los respaldos a “Tucho”, quién es considerado como “la persona cercana que le escribe los documentos sobre pobreza en América Latina al Papa”, cuenta Marcelo Reinna, empresario platense referente de pymes, agregando que “es un hombre que no es de La Plata pero que supo juntar a los sectores de los que menos tienen, como los cartoneros, con el empresariado y los trabajadores formales, como predica Bergoglio”.
Un repaso de los últimos años
Francisco decidió ordenarlo arzobispo apenas unas semanas después de ser elegido Papa, en un gesto de respaldo a Fernández. No fue hasta 2018 cuando lo apartó de la universidad para enviarlo al frente de la arquidiócesis de La Plata.
En ese periodo surgieron especulaciones de todo tipo. Hubo hasta quien pensó en ese entonces que el Papa habría pensado en él para liderar la Iglesia argentina entregándole, antes o después, la arquidiócesis de Buenos Aires. Esa hipótesis se descartó cuando, hace poco más de un mes, Bergoglio nombró como arzobispo de Buenos Aires al cura villero Jorge García Cuerva.
Hubo quien en ese momento interpretó erradamente que Fernández había dejado de contar con el favor de Francisco. Ahora queda demostrado no sólo que la relación entre ambos ha sido muy cercana y de confianza en todo momento, sino que el Papa lo ha venido preparando para liderar uno de los puestos más importantes de la curia y para poner en sus manos el futuro del mundo católico, considerando también la composición del próximo cónclave.