bauti el pibe de oro
Cuando el 19 de septiembre de 2005 cuatro profesores de música entraron a la Escuela Primaria Nº 25 “Crucero General Belgrano” de Berisso con un violín, una viola, un violonchelo y una flauta traversa, Bautista Callacciani aún no había nacido. Pero aquel día nació, a muy pocas cuadras de la casa de sus padres, la que con el tiempo se convertiría en su alma mater: la Orquesta Escuela de la ciudad ribereña.
Algunos -o muchos- creen en las casualidades. No es el caso de quien escribe estas líneas, más afecto a las causalidades. El lunes 17 de marzo, Bauti -como lo llaman todos y todas- y Juan Carlos Herrero, uno de los profesores que en aquel septiembre de 2005 fue a realizar una demostración a los estudiantes de la Escuela 25 del Barrio El Carmen, estaban charlando como dos viejos conocidos en un pequeño salón de… la Escuela 25. ¿Mera casualidad? Mmmmm… Los invito a conocer esta historia y me dicen.
¿Qué había ocurrido tan solo ocho días antes? Sí, claro, fue domingo 9 de marzo. El 9 de marzo en sí mismo estuvo y estará siempre presente en la vida de Bauti, tanto como que es el día de su cumpleaños. Pero concretamente el 9 de marzo de 2025 ha pasado a ocupar un lugar preponderante en su calendario personal: es el día que cumplió los 16 y, al mismo tiempo, el día en que debutó como integrante de la Orquesta Estable del Teatro Argentino. El integrante más pequeño, claro está.
bauti el pibe de oro

Hace casi una década
Sí, Bautista cumplió 16 tocando por vez primera en el majestuoso Teatro Argentino, como parte de su orquesta estable. No podría haberse hecho un mejor regalo a sí mismo. Aunque ese regalo se empezó a construir cuando Bauti era un gurrumín de siete años, y fue, como dijimos, a muy pocas cuadras de su casa.
“A mí me gustaba la música, pero no tocaba ningún instrumento”, contó de entrada un tímido Bauti. Resulta que una amiga de su mamá llevaba a la hija a la Orquesta Escuela, y le recomendó que lo llevara a él.
Así las cosas, tras desandar unas pocas calles desde su casa de Barrio Jardín hasta El Carmen, “entré a la escuela y me fueron llevando de aula en aula; en cada una había chicos y chicas ensayando con un instrumento”. “Hasta que yo dije: ‘ese’”. ¿Te gustó el instrumento (porque en verdad, es muy bonito) o su sonido?, fue mi tonta pregunta. “El sonido. ¡Me encantó!”, casi exclamó, para aclarar que “jamás lo había visto ni oído”. Y allí apareció en escena ‘otro Bautista’, uno que tira cualquier viso de timidez por la borda cuando se le habla de música. Es un apasionado. Ya lo veremos.
«Más o menos así» suena el corno francés
Y «más o menos así»
El profe que se quedó sin su pibe de oro
Bauti se había enamorado del sonido del corno francés, un instrumento de viento que no es de los más conocidos.
“El corno francés nació prácticamente con el hombre. Cuando cazaban animales con cuernos, utilizaban éstos para beber. Hasta que una vez, a alguien se le rompió la punta, sopló y salió un sonido potente”, contó Bauti, quien estudió por cuenta propia la historia del instrumento desde aquel entonces hasta hoy. Como dijimos, es un apasionado. Pero hay más.
“Cuando fue la revolución industrial, inventaron el instrumento de metal, pero sólo desde la boquilla hasta la campana, sin el centro (una serie de intrincadas bombas). Luego, los franceses le añadieron el centro. Por eso se llama corno francés”, añadió Bautista, a quien da gusto escuchar…tocando y hablando, porque ver a un chico con tanta pasión por la música, para los melómanos es una caricia al alma, la misma que recibe un golpe feroz cuando lee que la mayoría de los y las adolescentes quieren ser influencers. En fin…
¿Qué ocurrió luego de que Bauti eligió el instrumento que quería aprender?
“Vine a la primera clase. Y el instrumento que me dieron me pareció raro; su forma, su sonido. Pero no dije nada. Cuando paramos para desayunar, vi el que a mí me había gustado, y le dije al profesor ‘ese es el que yo quiero tocar’”. Resulta que lo habían enviado con los alumnos de trombón.
El coordinador de la Orquesta Escuela, Juan Carlos Herrero, se echó a reír. Y contó: “El profe de trombón, Adrián Nalli, no lo podía creer. Y es que había quedado fascinado con Bauti. Se dio cuenta de que tenía muchísimas condiciones. Pero no. Pasó a aprender corno francés con Salvador Guido”.
bauti el pibe de oro

Pequeños secretos del maravilloso mundo de la música
Luego de contar que también existe el corno inglés, que es de madera y que se utiliza poco en las orquestas, Bautista nos explicó que “algunos creen que la mano en la campana se utiliza sólo para sostener el instrumento, pero no, además de eso es fundamental para darle forma a los sonidos”.
“Con el corno francés, a diferencia de otros instrumentos de viento, el sonido se fabrica casi exclusivamente con la boca: si se sopla de manera uniforme el sonido es plano; depende de la boca y, en parte, de la mano en la campana”, añade Juan Carlos, antes de que Bautista haga una demostración.
El adolescente de Barrio Jardín es el tercero de la Orquesta Escuela que se ha incorporado a una orquesta estable tocando ese instrumento. Lo precedieron Federico, quien gracias a sus trabajos en la Banda Sinfónica Nacional de Ciegos (compuesta por no videntes y por videntes) y en la Sinfónica Juvenil Libertador San Martín “ya se pudo independizar de sus padres” -remarcó Juan Carlos-, y Mauro, quien es parte de la Orquesta del Servicio Penitenciario Bonaerense.
En tanto, en la Orquesta Estable del Teatro Argentino Bauti se encontró con dos conocidos: Candela, violista, y Octavio, violinista, ambos surgidos de esa enorme cantera de buenos músicos y mejores personas que hace casi 20 años nació en el Barrio El Carmen de Berisso.

La “hermosa experiencia” de Alicia en el país…
En los nueve años que lleva en la Orquesta Escuela de Berisso, Bauti ha tenido algunas experiencias que lo han marcado. Sobre todo, una que vivió en City Bell.
Hace un tiempo, nació un proyecto conjunto entre la OEB y un coro de niños y niñas de una escuela de la localidad del norte platense: la interpretación de “Alicia en el País de las Maravillas”. Fue la primera vez que Bauti formó parte de un equipo de músicos -pequeño, pero equipo al fin-, que junto con el coro ensayó mucho tiempo hasta tocar ante el público. Directamente definió la experiencia como “¡hermosa, muy hermosa!”. En sus ojos se nota que es algo que le quedó marcado a fuego.
Un mes después, el prestigioso músico platense José Bondar lo convocó para tocar el Quinteto para trompa (o corno francés) y cuerdas de Mozart, donde el instrumento de viento es acompañado por dos violas, un violín y un cello.
También fue invitado por el Conservatorio Gilardo Gilardi para tocar junto con una orquesta de la institución la 5ª Sinfonía de Bruckner.
¿Para qué se utiliza la mano en la campana?
Bauti ensaya en su casa “entre tres y cuatro horas por día. Antes hago media hora de calentamiento y 45 minutos de ejercicios”, detalla.
No le gusta el fútbol, pero entrena por cuenta propia. “Salgo a correr. Hay que estar en buena forma para tocar”, afirma.
- ¿Imaginaste llegar a tocar tan pronto en el Teatro Argentino con una orquesta que cuenta con 120 miembros? -le preguntamos.
- No a esta edad. La verdad es que soñaba con algo así. Pero pensé que, si llegaba, lo haría cuando tuviera 19, 20 años.
Bauti dice que vive el presente. Que no tiene proyectos a largo plazo. Sí a corto plazo, como por ejemplo que “de la orquesta del Argentino me llamen muchas veces (ya recibió una nueva convocatoria). Pero luego, estudiar, mejorar cada día”.
“¿Y te imaginás haciendo otra cosa el día de mañana?”, dejamos picando en la sala. “¡No! Eso no. Ninguna otra cosa que la música”, disparó. Y confió que estudia inglés -con profesora y por su cuenta- porque la idea de “conocer mundo” alguna vez le anda rondando por la cabeza.
La pasión por la música le brota por los poros. Uno se quedaría días hablando con Bauti. Y él, si de música se trata, estoy seguro de que no tendría ningún problema. Da gusto escucharlo contar la historia del instrumento, la forma en que se toca, cada detalle de su composición.
Es cierto. Aquel 19 de septiembre de 2005, cuando la Orquesta Escuela nació en la Primaria 25 de Berisso, Bautista Callacciani no había nacido. Pero lo que había llegado a este mundo era su alma mater. Cuando el 9 de marzo de este 2025 debutó en la Orquesta Estable del Argentino, mucha agua había corrido bajo el puente. No fue magia. Fue la simbiosis entre la Orquesta Escuela y la pasión y el talento de Bauti. ¿Casualidad? No lo creo.
