Nos toca vivir un momento histórico en el que se contraponen -de modo persistente como el yin y el yang-, la tendencia al progreso y la integración (por un lado) y el atraso con la consecuente desintegración (por el otro). El proyecto de conectar la autopista Buenos Aires-La Plata con la ruta 11 se da en un marco que grafica esta situación.
A priori, manifiesto que esta iniciativa reúne -a mi juicio- las cualidades para favorecer el avance y la integración de la región. Sin embargo, ambientalistas de Ensenada antepusieron el tema en la Justicia, argumentando sobre el daño ambiental al Parque Martín Rodríguez y que sería de imposible reparación ulterior; la cuestión llego a la Corte y esta dio lugar a una cautelar.
Me permito sugerir que tratar este tema en la justicia no nos garantiza, per se, la solución del mismo. Apelando al sentido común deberíamos tener en cuenta algunas cuestiones tales como:
1) Se trata de una obra vital para el desarrollo de la región y del Puerto La Plata.
2) El Parque Martin Rodríguez no representa flora autóctona (fue plantado en el siglo XX), por lo tanto, podría plantearse la plantación del doble o el triple de árboles afectados y trasladar a otro sitio los directamente afectados, sin que sufran consecuencias. Actualmente la tecnología lo permite
3) En los próximos 20 años los automóviles ya no serán más a combustión interna, eso despeja el miedo a la polución futura, por el uso de este proyecto vial.
Es sabido que si el planeta tuviera hoy los niveles de polución de la década del 20 en Inglaterra, ya no habría vida humana, esto no ocurrió, tampoco la confrontación nuclear entre las potencias militares hegemónicas. La humanidad ha demostrado reaccionar y cambiar la tendencia a favor de la paz global (aunque aún persistan los conflictos regionales, étnicos, etc.). La inversión en desarrollo sustentable es fundamental, al punto que la humanidad se encuentra hoy en la etapa de reducir el calentamiento global. Es altamente probable que el ser humano supere esta instancia desde el punto de vista ecológico, se trata entre otras grandes cosas, también de un problema de inversión.
Conclusión: La historia no es lineal, podemos favorecer las olas de progreso y dejar atrás los ecos de argumentos temerarios y paralizantes que alguna vez se originó en el atraso y la ignorancia.
(*) Daniel Loyola es referente del desarrollismo platense y del sector del turismo local