primera ronda madres plaza mayo
El 30 de abril de 1977, un grupo de mujeres se reunía en Plaza de Mayo para reclamar por la desaparición de sus hijos e hijas.
Azucena Villaflor de Devincenti propuso: “Individualmente no vamos a conseguir nada. ¿Por qué no vamos todas a la Plaza de Mayo? Cuando vean que somos muchas, Videla tendrá que recibirnos”.
Así, el sábado 30 de abril de 1977, catorce mujeres se encontraron en Plaza de Mayo.
Cómo nacieron las rondas
Las amenazas de la policía (estaban absolutamente prohibidas las concentraciones) hicieron que las mujeres comenzaran a caminar. “¡Circulando!”, les gritaban. Entonces caminaron de manera circular en el emblemático espacio público.
Algunas, con el tiempo, ironizaron: “Las rondas las inventaron los milicos”, ya que las empujaron a iniciar lo que, tiempo después, se convertiría en uno de los principales símbolos de las madres de los desaparecidos y, a través de ellas, de resistencia a la dictadura cívico-militar: las rondas en torno a la pirámide central. De a dos, tomadas del brazo, fueron “circulando”, creciendo y construyendo. Desde hace casi medio siglo.
Nacían así las rondas de las Madres de Plaza de Mayo. Desde entonces, ellas se erigieron en un símbolo de lucha y resistencia inquebrantable en la búsqueda de la Verdad, la Memoria y la Justicia.
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En contexto regional
A lo largo de la segunda mitad del siglo XX, América Latina atravesó un período de inestabilidad política signado por dictaduras militares y gobiernos autoritarios, instalados al calor de la lucha contra el comunismo en el contexto de la Guerra Fría.
En la Argentina, luego de una larga serie de dictaduras militares, un nuevo golpe de Estado, el 24 de marzo de 1976, daba inicio al período represivo más sangriento de la historia, que finalizaría en 1983.
El gobierno del autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional” implementó un plan para eliminar de manera ilegal y sistemática a miles de ciudadanos a través del secuestro, la tortura, los “vuelos de la muerte”, las ejecuciones extrajudiciales, la desaparición forzada, llevando adelante una política de terror estatal.
Como dijimos, fue en 1977 que algunas mujeres, madres de jóvenes que habían desaparecido, empezaron a organizarse y movilizarse para reclamar al gobierno información acerca de sus hijos, cuyo paradero desconocían. Comenzaba a hablarse en la República Argentina de “los desaparecidos”.
Azucena Villaflor, una de las fundadoras y referentes más importantes, fue secuestrada en diciembre de 1977 y desaparecida. Su cuerpo apareció el 20 de diciembre en las playas de Buenos Aires. Se enterró como “NN”. En el año 2003 fue exhumado y, con el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense, identificado en 2005.
Azucena, como tantas otras personas secuestradas y desaparecidas en la Argentina, había sido trasladada en un avión de las fuerzas armadas y arrojada al Río de la Plata desde gran altura en los denominados “vuelos de la muerte”.
Fuentes: CIPDH UNESCO y Argentina.gob.ar
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