De la Redacción de 90 Líneas.-
Solamente sus colaboradores más estrechos y el propio candidato a presidente de la Argentina, Sergio Massa, saben cuán preparado llega el tigrense al segundo debate presidencial, pero de lo que no caben dudas es que llegará empapado de pueblo y particularmente de pueblo peronista.
Y es que el ministro de Economía, junto con el gobernador y la vicegobernadora de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof y Verónica Magario, el diputado nacional Máximo Kirchner, los intendentes de Berisso, Ensenada y La Matanza, Fabián Cagliardi, Mario Secco y Fernando Espinoza, el candidato a jefe comunal de La Plata, Julio Alak, incontables funcionarios bonaerenses, legisladores nacionales y provinciales, otros intendentes, dirigentes sindicales y una verdadera multitud de vecinos y vecinas de los distritos y barrios que se extienden entre Berisso y La Matanza protagonizaron este sábado 7 de octubre una caravana que recorrió 70 kilómetros y que recordó los mejores tiempos del peronismo.
Como bien dijo Kicillof, la caravana no podía partir de otro lugar que no fuese la calle Nueva York de Berisso, el sitio desde el cual, el 17 de octubre de 1945, partió una columna de más de 10.000 trabajadores y trabajadoras de los frigoríficos para ser parte de la historia grande de la Argentina: ese día, en la Plaza de Mayo, el pueblo logró que el gobierno de facto libere a Juan D. Perón, y ese día nació el peronismo.
Kicillof, Magario, Alak, Secco, Cagliardi, Hugo Yaski, funcionarios y legisladores dieron el puntapié inicial a la gran caravana cerca de las 10 de la mañana. Vale recordar que el evento se inspiró en uno de similares características que en 1987 encabezó Antonio Cafiero como corolario de su campaña para la gobernación de la Provincia, a la cual llegó con un contundente triunfo electoral.
«Le queremos decir a esos candidatos de derecha que la educación del pueblo no se vende, se defiende. Y que no sirve pensar la salud como un negocio, también se defiende», enfatizó Axel Kicillof, quien participó de todo el recorrido, desde el Km 0 del Peronismo -Berisso- hasta la Capital Nacional del Peronismo -La Matanza-.
El mandatario dijo que los postulantes de La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio «parecen no tener ningún afecto por la soberanía nacional. Las Malvinas fueron, son y serán argentinas«, exclamó.
Expresó que «aquellos que piensan que los 40 años de democracia son producto de una casualidad, no es así. Hay un pueblo que luchó y no piensa olvidar: son 30.000 los compañeros desaparecidos», afirmó en respuesta a la extrema derecha.
«No puede volver a gobernar la derecha. Tenemos que tener bien altas las banderas de Perón, Evita, Néstor y Cristina», remató.
La vicegobernadora y candidata a la reelección, la matancera Verónica Magario, vaticinó que «no va a venir ningún mentiroso más a esta Argentina a querer vendernos espejitos de colores como ya lo hizo Macri. Milei, no le mientas más al pueblo porque vos no estás por los derechos del pueblo», subrayó.
«Si alguien quiere que esta provincia prospere tiene que estar de este lado, junto a Axel, un hombre que en estos dos años ha hecho por la provincia lo que jamás se vio», sostuvo Magario, para respaldar fuertemente a Massa: «Sergio, necesitamos recuperar el bolsillo de los argentinos y una vida digna, y sabemos que vos lo vas a hacer».
Mientras la caravana avanzaba hacia La Matanza, con “parada” en el Cruce de Varela, en el porteño Bajo Flores se hizo un acto en homenaje a Néstor Kirchner, donde mostraron su complicidad Máximo Kirchner y Sergio Massa.
El hijo del ex presidente disparó: «Con la misma convicción y decisión que me opuse al acuerdo del FMI por las consecuencias actuales, es con la que voy a ir a votar a Sergio Massa para presidente el 22 de octubre». Apoyo explícito si los hay.
En tanto, el postulante a la presidencia por Unión por la Patria, quien se bajó del “camioncito” varias veces a charlar y sacarse fotos con cientos de vecinos y vecinas, hizo hincapié en lo que significaría un triunfo de la extrema derecha: «Quiero que me ayuden a plantearle a cada compañero que hoy trabaja, que lo que está en discusión es si se mantiene el derecho a la indemnización, a las vacaciones pagas, al aguinaldo, o si retrocedemos 60 años hasta la esclavitud en Argentina».
Hizo fuerte hincapié en la impronta de amplitud que tendrá su gobierno: «Desde el 10 de diciembre vamos a comenzar a construir una nueva mayoría en la Argentina con un gobierno de unidad nacional, abriendo los brazos para abrazar a todos los que quieran ser parte del sueño de ser un país más desarrollado, justo y soberano».
Reconoció las dificultades que atraviesan importantes sectores de la población, pero afirmó que se vienen tiempos de cambio y mejora sostenida: «Hay argentinos que no la están pasando bien y por ahí sienten que estos años de gobierno no fueron suficientes para recuperar el ingreso de los trabajadores», admitió, para subrayar: “Les aseguro que voy a ser el presidente de las trabajadoras y trabajadores argentinos. (Porque) creemos en una sola clase de hombres y mujeres: los que trabajan», exclamó, recogiendo una de las frases más ideológicas del primer peronismo.
Después le dedicó un capítulo especial a los pasivos, a la educación, a la salud pública y a la inseguridad. «Vamos a seguir mejorando la vida de los jubilados, vamos a defender y a mejorar el sistema de salud pública en Argentina, y me van a tener invirtiendo en cámaras y móviles para que en el Gran Buenos Aires vivamos con seguridad», prometió, e insistió en la idea de que aquellos que plantean la libre portación de armas quieren que los chicos vayan a la escuela con una pistola en la mochila: “Nosotros queremos que cada alumno y cada alumna vaya a la escuela con una netbook en su mochila”, apuntó.
«Tenemos la responsabilidad de seguir mejorando el ingreso. Tengo claro que si hay una deuda que la Argentina tiene es con los trabajadores y las trabajadoras. Hay seis años de caída de ingresos que vamos a recuperar«, concluyó.
Crédito Fotos: Agencia Télam, C5N, P12, La Nación, redes sociales