El 54 por ciento de las madres y los padres de alumnos bonaerenses y porteños opinan que con el actual promedio de contagios diarios de Covid-19 no habría que volver a las clases presenciales, sino esperar a que bajen a “un nivel intermedio”. Además, el 77 por ciento cree que para implementar el retorno a las aulas “habría que esperar a que los docentes estén vacunados”.
Los datos surgen de una amplia encuesta realizada entre el 10 y el 12 de febrero por el equipo de investigación SocPol, perteneciente a la Universidad Nacional de Quilmes, integrado por Javier Balsa, Guillermo de Martinelli, Pehuén Romaní y Juan I. Spólita.
Los resultados de la encuesta, más aún teniendo en cuenta la cantidad de casos que abarcó, su amplitud geográfica y su rigurosidad (que ya detallaremos), llaman la atención, al menos si se contrastan con la agresiva campaña de algunos medios de comunicación y de ciertos sectores de la oposición política para que se implemente un retorno a la presencialidad “ya”. Algo que el Gobierno finalmente organizó, pese a voces internas que aconsejaban tener más avanzado el esquema de inmunización y advertían que la segunda ola podría “despertar” en abril.
El equipo de investigación SocPol de la UNQ encuestó a 2.258 personas, mayores de 18 años, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), de 30 partidos del Gran Buenos Aires, de grandes aglomerados urbanos de la Provincia como el Gran La Plata, Gran Mar del Plata y Gran Bahía Blanca, y de 15 partidos de diferente tamaño poblacional del interior bonaerense.
El 45% de los encuestados fueron madres y padres de alumnos y el 21%, abuelas y abuelos, es decir, aquellos que cumplen un rol fundamental en el cuidado y/o el traslado de los niños y niñas a los establecimientos educativos. También se pidió la opinión de estudiantes secundarios, otros parientes de alumnos y alumnas y hasta de personas sin vínculo con escolares.
Se respetaron las proporciones por género y edad.
El 78% de madres y padres con niños en nivel inicial o primario opinan que cada familia debería poder decidir si envía a sus hijos ya al colegio, o continúa sólo con las clases virtuales
A modo de síntesis (fueron 43 preguntas), destacaremos algunas de ellas.
“En Ciudad y Provincia las últimas semanas registran un promedio de contagios diarios de Covid-19 bastante elevado. Con este nivel de casos positivos, usted piensa que -1- todavía mejor que no se vuelva a las clases presenciales para no subir los contagios, habría que bajarlos a un nivel intermedio (49 por ciento eligió esta opción); -2- hay que volver ahora a clases presenciales, pero si el nivel de contagios es muy elevado habría que cerrar escuelas (36 por ciento optó por esta alternativa); -3- hay que volver ahora a clases presenciales y mantenerlas sin importar la cantidad de contagios diarios (15 por ciento)”.
Como se indicó, cuando se observa el resultado de esa consigna en el universo de madres y padres con niños y niñas en edad escolar, el porcentaje de quienes opinan que hay muchos casos positivos para implementar el retorno a las aulas se eleva hasta el 54 por ciento.
Entonces, volviendo a las respuestas del conjunto de entrevistados, se observa claramente que casi la mitad prefiere esperar una mejor situación epidemiológica, y que un 36% advierte que si los contagios suben con fuerza hay que dar marcha atrás. En conjunto, un 85% entre quienes dicen que ahora no y aquellos que son cautelosos.
El 66% de madres y padres aseguraron que en 2020 las maestras de sus hijos trabajaron “mucho más” (35%), “un poco más” (13%) o “más o menos igual” (18%) que en un año de clases presenciales. Es decir que las dos terceras partes del total hizo una evaluación positiva
Otra pregunta: “Para usted sería mejor esperar a que todos los docentes estén vacunados contra el Covid-19 para comenzar las clases presenciales”. El 73% respondió que “Sí, habría que esperar que todos los docentes estén vacunados (o, al menos, la mayoría)”.
En tanto, un 27% dijo “No, las clases tienen que empezar lo antes posible, aunque los docentes no estén aún vacunados”.
Otra vez, en el caso de las madres y los padres de estudiantes el porcentaje de respuestas positivas (esperar a que los docentes estén inmunizados) fue superior al del universo general, llegando al 77%.
Por otro lado, en CABA, el 69% opina que habría que esperar, mientras que en la provincia de Buenos Aires el porcentaje sube hasta un 74%. No obstante la diferencia, la cantidad de respuestas positivas en la Capital Federal es altísima (prácticamente 7 de cada 10).
Otro dato a resaltar es que el 74% considera que “cada familia debería poder decidir si envía a sus hijos ya al colegio o continúa sólo con las clases virtuales”. O sea, un esquema de no obligatoriedad. En tanto, un 26% dice que el retorno a la presencialidad “debería ser obligatorio”.
También aquí, cuando se pone la lupa en las respuestas de madres y padres de alumnos y alumnas sube el nivel porcentual de respuestas que, bien podríamos decir, optan por un mayor cuidado: el 78% dice que la vuelta a la escuela tiene que ser optativa.
Loas a las maestras
Los integrantes del equipo SocPol de la Universidad Nacional de Quilmes ([email protected]) también preguntaron: “Durante la mayor parte del año pasado, la maestra de su hijo o hija, ¿cuánto esfuerzo o entusiasmo le puso a las clases y a las devoluciones hacia los estudiantes?”. En este caso, consultaron a madres o padres con niños o niñas de los niveles inicial y primario.
El 41% respondió “mucho esfuerzo o entusiasmo” y el 26% “bastante esfuerzo o entusiasmo”. Así, casi 7 de cada 10 valoró positivamente el desempeño de las maestras y maestros en el marco del complejo proceso de continuidad pedagógica no presencial que se desarrolló en 2020.
Solamente un 11% dijo que los docentes no se esforzaron “casi nada” y un 15% aseguró que “sólo un poco”.
En sintonía con el paisaje pintado por esas respuestas, ante la pregunta “Durante la mayor parte del año pasado, ¿la maestra de su hijo o hija trabajó más o menos que en un año con clases presenciales?”, el 66% de las madres y padres ponderaron el desempeño docente, asegurando que trabajaron “mucho más” (35%), “un poco más” (13%) o “más o menos igual” (18%) que en un año de clases presenciales. Es decir, las dos terceras partes de los encuestados. Apenas un 16% dijo que trabajaron “mucho menos” que durante un ciclo lectivo normal.