Por Emilio Augusto Raffo
Al cumplirse el 150 aniversario del Martin Fierro, 90lineas.com publicó un muy buen trabajo de la periodista Claudia Lorenzon.
En esta inteligencia me permito traer a colación una obra magistral efectuada con motivo del centésimo aniversario de “La Biblia Gaucha” que recibiera un merecido Premio por parte del EUDEBA (Editorial de la Universidad de Buenos Aires) cuyos autores fueron Raúl Roque Aragón y Jorge Calvetti. Se trata de «Genio y figura de José Herández».
No intento decir nada enjundioso sino, simplemente, reflejar una suerte de semblanza referencial.
Digamos del primer autor, Raúl Roque Aragón, que fue un intelectual nacido en Tucumán y que viviera parte de su vida en nuestra ciudad de La Plata.
De Jorge Calvetti hay mucho para contar, fue un eximio poeta nacido en Jujuy, recibió numerosísimos premios y traducciones de sus obras, miembro de Número de la Academia Argentina de Letras, cuya vicepresidencia ejerció, y también designado Miembro Correspondiente de la Real Academia Española.
Cuenta el Poeta Antonio Requeni que alguna vez le pidieron a Calvetti que dijera, en tres palabras, su referencia biográfica y rápidamente señaló “Nací en Jujuy”.
El trabajo al que me refiero fue titulado “Genio y Figura de José Hernández” y publicado en 1973, hoy a 49 años. La obra hace una minuciosa y certera descripción de la posición de José Hernández respecto a su creación, el Martin Fierro. Ubica, digamos, casi en pie de igualdad a Sarmiento y a Perón quienes, a su modo, concebían una Nueva Argentina.
Luego de narrar la vida del autor, con singular énfasis y sin mezquindad conceptual –en base a la reconocida labor– arriban a la conclusión de la existencia de una gran incongruencia entre el poema y su contexto humano y sin ambages señalan: “Hernández fue un pensador mediocre, un prosista descuidado, un orador sin relieve. Y el Martin Fierro, es uno de los grandes poemas de los tiempos modernos, el que mejor asume la representación de un pueblo.”
Ello así por cuanto todo un pueblo reconoce su propia voz en este Poema Gauchesco.
Dijo Leopoldo Lugones:” en ninguna obra es más perceptible el fenómeno de la creación inconsciente” y agrega José María Salaverría: “Hernández no supo lo que hacía. Su personaje se le escapó de la pluma, se le agrandó desmesuradamente y él, el propio autor, acabó por morirse sin terminar de comprender lo que había escrito“
Jorge Luis Borges remata: “Libro que ni los contemporáneos ni Hernández penetraron del todo”
Con una suerte de temor reverencial, según mi humilde criterio, muchos autores han querido poner al autor a la altura del poema pero indican: “No hay una sola página en la Obra de Hernández que esté a la altura del poema. Ni siquiera un acto en su vida.”
Si Hernández escribió esta obra era, sin duda, porque lo llevaba adentro. Toda obra de arte es más de lo que se propuso decir su autor, era su vivencia, algo que se reconoce y no se puede explicar, no puede ponerse en sextinas.
Concluyen Aragón y Calvetti:
“Hemos llamado a José Hernández para que se ponga en primer plano, y nos deje ver su vida. Vimos como pertenecía a la Argentina castiza e, igual que muchos, se extravió en la confusión de las alternancias falaces. Vimos sus fatigas, sus caídas, sus desencantos. Se hallaba incómodo bajo la luz del análisis. Quería volverse junto a los hombres de su tiempo, con quienes había colaborado y combatido. No tenía una posición propia que exponer. Sus aciertos y errores estaban englobados con los de los demás. Y cuando le preguntamos, en nombre de la historia que había hecho de los talentos recibidos, surgió el Martin Fierro y habló por él.”
Nota del autor: El pasado 4 de noviembre se cumplió un nuevo aniversario de la partida de Calvetti, me permito homenajearlo con una copla de su autoría:
“Como un animal voraz
La muerte me anda siguiendo
Voy a entregarle mi cuerpo
Y voy a seguir viviendo…”
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