La historia de los muñecos de fin de año nació en el año 1956 en la puerta del almacén y bar de 10 y 40, de don Luis Tortara, para homenajear a un jugador de Cambaceres. Cuentan que los muñecos eran parte de una gran fiesta que empezaba a fabricarse en Navidad, donde en las calles se ponían guirnaldas multicolores que colgaban de los árboles y también había música que se pasaba desde un tocadiscos conectado a grandes bocinas colocadas también en los árboles.
La confección de muñecos fue evolucionando y se fueron perfeccionando durante las décadas del ’60 y ’70, hasta que fue interrumpida y prohibida en 1976 por la dictadura cívico-militar; pero volvieron con el retorno de la democracia.
La Municipalidad de La Plata informó que ya se encuentran inscriptos para despedir este 2024 y recibir el 2025 alrededor de 25 muñecos que formarán parte de la tradicional quema de fin de año
Este fue el primer muñeco platense
En el año 2022 el Concejo Deliberante local declaró a la esquina de 10 y 40 «De Interés Cultural» para la Ciudad de La Plata
En los 90 hubo un cambio, porque los vecinos de cada barrio empezaron a autoconvocarse para participar en la confección. Por lo general eran los adolescentes y jóvenes de los diferentes barrios que se reunían y planificaban el diseño y construcción del muñeco. Desde ese entonces se realizan concursos donde el mejor muñeco es premiado por el municipio platense y por algunas empresas.
historia de los muñecos de fin de año