La intensa actividad internacional puede decirse se profundizó desde este sábado con un desayuno a solas que sostuvo con el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá, donde decidió sostenerlo en el cargo a pesar de sus «errores políticos» que afectaron la imagen presidencial frente a Joe Biden cuando se está iniciando una nueva etapa de las relaciones bilaterales entre Argentina y los Estados Unidos.
El gesto de distensión política de Alberto Fernández sucedió cuando en la Casa Rosada ya corrían apuestas respecto al sucesor de Solá: Jorge Taiana, excanciller, actual senador y cercano a Cristina Fernández de Kirchner, corría a la cabeza entre todos los funcionarios. Y a continuación, pero lejos por un menor respaldo, aparecía Daniel Scioli, que recibe elogios por su gestión en la embajada argentina en Brasil.
Pese al distanciamiento con su canciller, Alberto Fernández evaluó que un cambio en un ministerio tan sensible podía dañar al Gobierno tanto en el plano interno, como externo y privilegio los treinta años de amistad política y personal que tiene con Solá.
Según trascendió quedó en claro que se trata de una última oportunidad, luego de cuestionarle “el lío en que nos metiste con Estados Unidos” y criticarle un comentario radial sobre su diálogo con el nuevo mandatario estadounidense.
También le reprochó el tuit de la Cancillería “marcándole la cancha a Biden», que Solá admitió como un error.
A modo de excusa Solá le cuestionó al Presidente que “no hablábamos desde noviembre”, pero habría recibido un tajante “No estaba con humor para atenderte”, más allá de lo cual quedó confirmado en su cargo, aunque con poder acotado.
EL DIÁLOGO CON MERKEL
Pero este lunes, el centro de la atención presidencial pasó por el diálogo con Angela Merkel a quien le manifestó la necesidad de “que nos sigan acompañando en el acuerdo que eventualmente logremos con el FMI”, durante una videoconferencia que se desarrolló esta tarde por espacio de 40 minutos.
Según se informó oficialmente, el diálogo sirvió para repasar las negociaciones que lleva adelante Argentina no sólo con el FMI, sino también las que deberá establecerse con el Club de París para “reestructurar de manera sostenible la deuda” externa.
Por su parte, la canciller sostuvo que su equipo de asesores económicos viene siguiendo de cerca la cuestión del FMI y el Club de París, donde espera que se alcance el acuerdo que la Argentina necesita. «Siempre los hemos apoyado y así seguiremos haciéndolo», expresó la líder alemana.
La reunión se produjo a días de cumplirse un año de la primera que mantuvieron ambos líderes, el 3 de febrero de 2020, durante la gira europea que realizó el presidente argentino para conseguir adhesiones a su plan de renegociación de la deuda externa con acreedores privados y donde se estableció un acercamiento coincidente con el distanciamiento de Berlín con el gobierno de Donald Trump.
La opinión de Alemania -integrante del G7 y líder económico en la Unión Europea- puede convertirse en central en lo que respecta a las negociaciones que por estos días lleva adelante el ministro Martín Guzmán con el organismo de crédito.
En otro tramo de la conversación, Fernández -desde su rol de presidente pro tempore del Mercosur- llamó a profundizar el vínculo del bloque regional con Alemania y Europa para así avanzar con diversos acuerdos: “Tenemos vínculos muy profundos que tenemos que seguir desarrollando”. “Los líderes abordaron también temas de interés común en la agenda regional, tras el cambio de gobierno en los Estados Unidos, interesándose particularmente Merkel en la situación de América latina y el diálogo entre la Argentina y los distintos países de la región”, se destacó desde la Presidencia.
Además intercambiaron opiniones respecto a cuestiones ambientales y del cambio climático, y destacaron el avance de los acuerdos en el sector automotriz, donde la empresa alemana Volkswagen es líder en Argentina, en el marco de la inversión por 650 millones de dólares que la compañía lleva adelante para la producción del modelo Taos.
CON EL FMI
El contacto que mantuvo este lunes con Merkel se suma a otro que el Presidente tuvo la semana pasada con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. En ese oportunidad, ambos coincidieron en que se continuará trabajando en un programa apoyado por el organismo multilateral y diseñado y conducido por la Argentina».
La intensa actividad del Presidente en el plano internacional se inició el miércoles 20 con el mensaje donde le auguró a su par de Estados Unidos, Joe Biden, «el mejor de los éxitos» en su nueva gestión y manifestó que el Gobierno argentino se encuentra «listo y esperanzado» para «cimentar una agenda de trabajo compartida».
En una carta que le envió al nuevo presidente estadounidense, Fernández expresó que «la Argentina se encuentra actualmente en un esfuerzo de reconstrucción económica y social» y reiteró que tiene «la plena disposición a encaminar de inmediato una etapa de integración constructiva y práctica que beneficie a nuestros pueblos y sus sueños de prosperidad y felicidad».
«Lo sé conocedor en cuerpo y alma de la realidad de América Latina, y su experiencia y sensibilidad serán también muy importantes para nuestra región, asediada como usted conoce por múltiples desafíos de inequidad, violencia y endeudamiento insostenible», destacó el jefe de Estado argentino.
Fernández celebró la decisión de Biden de «restaurar la confianza y participación» de Estados Unidos «en dimensiones multilaterales globales, como el Acuerdo de Cambio Climático y la reincorporación (de ese país) a la Organización Mundial de la Salud (OMS)».
A CHILE
La intensa actividad de Alberto Fernández continuará este martes con una visita de Estado de dos días a Chile, donde se reunirá con su colega trasandino, Sebastián Piñera, para profundizar los lazos bilaterales, en cuyo marco firmará acuerdos comerciales, científicos y culturales, informaron fuentes oficiales.
De esa forma, el viaje del presidente Fernández -pese a los impedimentos por la pandemia por coronavirus- será el tercero que realiza a un país vecino, luego de las visitas en noviembre a Uruguay y a Bolivia.
El viaje a Chile incluirá una reunión entre el presidente Fernández y su par Sebastián Piñera, y una visita a los poderes legislativo y judicial.
Fernández llevará a Chile una comitiva de alto nivel, encabezada por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el canciller Felipe Solá, y también los gobernadores de estados limítrofes, como Sergio Uñac, de San Juan; Gustavo Sáenz; de Salta; Ricardo Quintela, de La Rioja; y Raúl Jalill, de Catamarca.
El jefe de Estado tiene previsto arribar al mediodía a Santiago de Chile, y desde el aeropuerto se trasladará a la sede de la Cancillería chilena para rendir un homenaje a los libertadores de ambas naciones.
Fernández y Piñera mantuvieron diálogos telefónicos y compartieron en forma virtual la reciente cumbre del Mercosur -en la que el jefe de Estado argentino asumió la presidencia pro témpore-, pero será la primera oportunidad en la que mantendrán un encuentro personal.
Pero la activa actividad presidencial no sólo abarca a Chile, las relaciones entre Alberto Fernández y su par brasileño Jair Bolsonaro comenzaron a estrecharse como quedó demostrado en la cena que compartieron el pasado viernes en la residencia de Olivos el jefe de Estado argentino y el almirante Flavio Viana Rocha, secretario de Asuntos Estratégicos de Brasil, quien hizo una visita a nuestro país con el objetivo de afianzar los vínculos bilaterales.
Según trascendió, ambos charlaron durante dos horas y media y hubo coincidencias en la “necesidad de dejar atrás los desencuentros para fortalecer a la región mirando hacia adelante”.
Ese mismo día por la noche, Scioli agasajó al visitante con una cena en su casa del country La Ñata, en el partido de Tigre. Allí concurrieron varios empresarios importantes y otros funcionarios con contactos en Brasil como el secretario de Industria, Ariel Schale, el jefe de Gabinete de la Cancillería, Guillermo Justo Chaves, y Jorge Neme, secretario de Relaciones Económicas del mismo ministerio.
AGENDA CLIMÁTICA
También este lunes, como parte de su actividad internacional , el Presidente Alberto Fernández sostuvo que Argentina confirma su «compromiso» con la «agenda climática» con miras a «fortalecer la resiliencia y disminuir la vulnerabilidad de los distintos sectores económicos, sociales y ambientales».
Al participar de la Cumbre de Adaptación Climática 2021 que lleva a cabo la Organización de Naciones Unidas y que se realiza bajo la modalidad de teleconferencia a raíz de la pandemia de coronavirus, el primer mandatario dijo que el desafío necesita de un «enfoque transversal» que tenga en cuenta «vulnerabilidades particulares» y entre ellas mencionó especialmente «la dimensión de género».