deuda con el fmi
El 8 de mayo de 2018, el entonces presidente de la Nación, Mauricio Macri, de la Alianza Pro-UCR-CC, les comunicaba a los argentinos y argentinas, mediante una escueta y vaga aparición pública, que la República Argentina volvía a manos del FMI.
Vale la pena recordar las palabras de Macri en aquella luctuosa jornada, que significó el puntapié inicial de la pérdida de soberanía de cualquier Gobierno Nacional para tomar decisiones en materia de política económica y, por ende, social y productiva.
Pronunció pocas frases, pero a la distancia, asusta escuchar cómo, en cada una de ellas, mintió de manera flagrante. «La contó» -como dicen ahora los jóvenes- exactamente al revés de cómo era.
Según algunas encuestas, como la que realizó la consultora Analogías, aproximadamente un 40% de los argentinos y argentinas creen que la impagable megadeuda en dólares con el FMI la tomó el actual gobierno. ¿Puede haber tanta cantidad de compatriotas tan desinformados? ¿O en estas pampas cada quien ya cree lo que quiere creer?
El único responsable de haber tomado la mayor deuda con el FMI de la historia argentina y de la historia del propio organismo de crédito internacional fue el Gobierno de Cambiemos (luego y hasta hoy, Juntos por el Cambio) encabezado por Mauricio Macri, generando un lastre del cual el país no logrará salir si no se revisa integralmente ese acuerdo.
En la actualidad, con un margen de acción muy acotado, el ministro de Economía, Sergio Massa, está haciendo malabares para aliviar los condicionamientos del Fondo. No obstante, el nefasto acuerdo -que es una de las principales causas de la inflación- sólo podrá ser revisado integralmente y reestructurado si el candidato a presidente de Unión por la Patria llega a la Casa Rosada.
deuda con el fmi
El acuerdo con el Fondo firmado por Macri en 2018 -luego muy mal renegociado por el ex titular de Economía, Martín Guzmán, que no lo reestructuró sino que «pateó» los plazos de pago- representa una guillotina que pende sobre el cuello de todo gobierno industrialista y popular que pretenda bajar la inflación, reducir la pobreza, redistribuir la riqueza, encarar un programa de desarrollo integral de la Nación, y un largo etcétera. Se perdió la Soberanía Política.
El acuerdo es inflacionario. Es la principal causa de la inflación, pues obliga a devaluar la moneda mediante la suba del dólar y, como sabemos, todos los precios en Argentina están (irracionalmente en la mayoría de los casos) atados a esa divisa.
Es decir, punto 1: el Gobierno, por culpa de ese acuerdo, no puede apelar a todas las herramientas de política económica, monetaria y fiscal para mantener a raya el tipo de cambio y combatir frontalmente la inflación, ya que las condiciones del Fondo se lo impiden.
Además, se trata de un acuerdo de carácter político, no económico, que en su momento facilitó el Gobierno estadounidense liderado por Donald Trump para asegurar la reelección de un gobierno de derecha y promercado en Argentina.
En ese contexto, el préstamo fue el más grande en la historia argentina y en la historia del propio FMI: 57 mil millones de dólares (de los cuales el gobierno del FdT decidió tomar 45 mil millones), otorgados, además, en tiempo récord (42 días), sin que se haya consultado al Congreso de la Nación, como lo ordena para estos casos la Constitución Nacional, y, puertas adentro del Fondo, violando los propios estatutos de la organización.
Fue un acuerdo y un crédito ilegal.
Por ello, se realizaron numerosas denuncias ante la Justicia para que se investigue el procedimiento del préstamo y, sobre todo, el destino del mismo, pues ningún argentino o argentina de bien vio un centavo.
Pero, ¿saben quién tiene esa causa? La jueza federal María Eugenia Capuchetti, empleada del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y principal responsable de que no se investigue el intento de asesinato a la vicepresidenta de la Nación. Así las cosas, la causa «crédito del FMI» -quizás no haga falta decirlo- está cajoneada. Leer ¿En qué quedó la denuncia por el endeudamiento con el FMI?
Las palabras de Macri el 8 de mayo de 2018: cinismo al por mayor
«Saben que tengo un compromiso de decirles la verdad siempre. También que me metí en política, y me postulé para la presidencia, para trabajar todos los días para que cada argentino pueda vivir mejor y desarrollarse plenamente.
«Mi convicción es que estamos recorriendo el único camino posible para salir del estancamiento, buscando siempre evitar una gran crisis económica que nos haría retroceder y dañaría a todos.
«Para esto, implementamos una política económica gradualista, que busca equilibrar el desastre que nos dejaron en nuestras cuentas públicas (NdeR.- Falso. Recibieron una economía desendeudada y en crecimiento. Con problemas que se podían resolver sin arruinarles la vida a millones de argentinos y el futuro a millones de jóvenes), cuidando a los sectores vulnerables y al mismo tiempo creciendo, generando así más empleo y desarrollo.
«Esta política depende mucho del financiamiento externo.
«Durante los dos primeros años hemos contado con un contexto mundial muy favorable. Pero eso hoy está cambiando. Las condiciones mundiales están cada día más complejas. Y por varios factores: están subiendo las tasas de interés, está subiendo el petróleo, se han devaluado las monedas de países emergentes, entre otras variables que nosotros no manejamos.
«El problema que tenemos es que somos de los países del mundo que más dependemos del financiamiento externo, producto del enorme gasto público que heredamos y que estamos ordenando.
«Frente a esta nueva situación, y de manera preventiva, he decidido iniciar conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para que nos otorgue una línea de apoyo financiero.
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Se realizaron numerosas denuncias ante la Justicia para que se investigue el procedimiento del préstamo y, sobre todo, el destino del mismo, pues ningún argentino o argentina de bien vio un centavo. Pero la causa está cajoneada por la jueza federal María Eugenia Capuchetti, la misma que jamás investigó el intento de asesinato a la vicepresidenta de la Nación
Siguió diciendo Macri aquel 8 de mayo de 2018: «Hace minutos hablé con Christine Lagarde, la directora del FMI, y nos confirmó que íbamos a empezar hoy mismo a trabajar en un acuerdo.
«Esto nos va a permitir fortalecer este programa de crecimiento y de desarrollo, dándonos un mayor respaldo para enfrentar este nuevo escenario global y evitar crisis como las que hemos tenido en nuestra historia.
«Esta decisión la tomé pensando en el mejor interés de todos los argentinos. No mintiéndoles como tantas veces nos han hecho.
«Les digo a todos los argentinos, y en especial a toda la dirigencia, que cumpliendo con los compromisos y alejándonos de la demagogia y la mentira, estoy convencido de que el camino que tomamos va a lograr un mejor futuro para todos.
En los dos primeros años del gobierno de Mauricio Macri (2016-2017), las emisiones de deuda en moneda local y extranjera totalizaron 121.588 millones de dólares. A ello se sumó, en 2018, la toma de deuda con el FMI por 45.000 millones de dólares.
……….
145.000 millones de dólares
En un pasaje Macri dice «Durante los dos primeros años hemos contado con un contexto mundial muy favorable». En rigor, no se refería a cuestiones geopolíticas, sino a que hasta ese momento los fondos privados de inversión le habían prestado la friolera de 100 mil millones de dólares, de los cuales los argentinos y argentinas tampoco vieron un centavo. Hasta que «le cerraron la canilla» y no le quedó otra opción que devolvernos al FMI, del cual nos había sacado el Gobierno nacional de Néstor Kirchner. Es decir que la deuda en dólares total que dejó el macrismo fue de 145 mil millones de dólares.
Luego argumenta: «Pero eso hoy está cambiando. Las condiciones mundiales están cada día más complejas (NdeR.- Menos mal que no le tocó la pandemia mundial, la guerra en Europa, la crisis financiera internacional y la histórica sequía). Y por varios factores: están subiendo las tasas de interés, está subiendo el petróleo, se han devaluado las monedas de países emergentes…«.
Obsérvese que dice «se han devaluado», como si se debiera a una causa externa, cuando el principal responsable de la megadevaluación del peso argentino desde el 10 de diciembre de 2015 fue el Gobierno de Cambiemos.
Más cínico no se consigue.
8 de Mayo de 2018. Mauricio Macri apuñala por la espalda a la Nación
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