Por Carlos Altavista.-
Querido lector, ¿hasta dónde estaría dispuesto a llegar por defender sus derechos?
Con esa pregunta, la colega española Ana Rodríguez inicia la nota publicada el 28 de enero de 2024 en el diario El Confidencial, para recordar una maravillosa historia que ocurrió en el año 1990 en el corazón de Madrid, la capital del Reino de España, y que protagonizaron los 214 vecinos y vecinas del entonces barrio Cerro Belmonte para evitar ser víctimas de la especulación inmobiliaria.
Y la manera en que la periodista ibérica interpela a los lectores es muy acertada, pues esos 214 vecinos y vecinas, integrantes de 125 familias propietarias de unas 100 viviendas que habían construido las manos de sus antepasados 40 años atrás -o en muchos casos las manos propias cuando eran niños o adolescentes-, llegaron a declarar la independencia de Cerro Belmonte. Sí, como se lee: tras un referéndum en el que ganó la postura secesionista por 212 votos a 2, fundaron el Reino de Belmonte, redactaron su constitución, crearon una bandera, un himno y una moneda propia y cerraron el paso a todo “extranjero”.
Según el diario ABC, que siguió el caso puntillosamente, todo empezó a finales de los años 80, cuando comenzaba en España el boom de la construcción. En ese entonces, el Ayuntamiento de Madrid fijó el objetivo de “erradicar 19 bolsas de pobreza (…) que en unos casos se trata de chabolismo y, en otros, de infravivienda (…) y construir 7.200 chalets adosados” para “terminar con el deterioro urbano”.
Aquí vale una aclaración: no hay que pensar en villas de emergencia o asentamientos súper precarios como los que, lamentablemente, nosotros conocemos. Se trataba de barrios con viviendas hechas por los propios moradores en torno a las décadas de 1940 y 1950, de material, en algunos casos con amplios patios, que ya estaban pasando a manos de los nietos de aquellos pioneros.
Cuestión que se dictaminó la expropiación de esos 19 barrios, incluido el de Cerro Belmonte. En este último, a los propietarios les dijeron que les pagarían 5.018 pesetas por metro cuadrado (el euro entró en vigencia recién en 2002), cuando el metro cuadrado de los chalets a construir estaba valuado en 200.000 a 250.000 pesetas. Además, a quienes les ofrecían realojarlos los llevarían a lugares alejadísimos de allí. “Nos han declarao’ la guerra”, habrán manifestado los vecinos en su primera reunión. Y se dispusieron a pelear hasta las últimas consecuencias.
Huelgas de hambre, barricadas en las calles que cruzaban el barrio para impedir el paso, mucho ruido mediático y hasta encierros en la emblemática Catedral de San Isidro fueron sólo los primeros pasos que dieron los habitantes de Cerro Belmonte.
Pero hay más. Mucho más. Como tras movilizarse al Ayuntamiento fueron ninguneados y, peor aún, el alcalde Agustín Rodríguez Sahagún de Alianza Popular (antecedente del derechista Partido Popular) amenazó con aplicar desahucios (desalojos), los vecinos y vecinas, mediante la muy hábil abogada Esther Castellanos, el 26 de julio de aquel 1990 pidieron asilo político a Fidel Castro. Hicieron pública una carta en la que le decían que la expropiación era “injusta” y “especulativa” y que esperaban “encontrar en su tierra los derechos y la justicia que en la nuestra se nos niega”.
cerro belmonte el barrio que se independizó de españa
En ese momento, España y Cuba tenían un fuerte conflicto diplomático. Cuenta el diario Expansión que “en la etapa del Gobierno socialista de Felipe González (1982-1996), las relaciones fueron fluidas, aunque se tensaron cuando el Ejecutivo español le invitó (a su par cubano) a transitar hacia la democracia. En 1990 tuvo lugar la ‘crisis de las embajadas’, cuando 18 cubanos se refugiaron en la legación española en La Habana con la intención de poder salir de la isla. Castro calificó al ministro español de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, de ‘administrador colonialista’”.
Así las cosas, lo que empezó generando risas en la Alcaldía de Madrid, terminó en un episodio que fue cubierto por la prensa local y extranjera, incluyendo al Times Magazine estadounidense, al Der Spiegel alemán y a la icónica BBC de Londres.
cerro belmonte el barrio que se independizó de españa
Castro aprovechó la ocasión e invitó a diez representantes de los vecinos a viajar a Cuba. Finalmente viajaron 25, a quienes el líder de la revolución cubana les dedicó nada menos que 45 minutos de una exposición de casi cuatro horas durante un acto oficial.
El 20 de agosto, la letrada Esther Castellanos emplazó al Ayuntamiento: Si no levantaban la orden de expropiación, Cerro Belmonte declararía la independencia de España en septiembre. Y le avisaron a la ONU.
Ante la incredulidad del alcalde, de media España y de las impacientes empresas constructoras, el 5 de septiembre se llevó a cabo el referéndum en la casa de “La Desi”, una de las vecinas más añosas del barrio, según detalla ABC. El resultado fue demoledor: 212 votos a favor de la independencia y sólo 2 en contra.
cerro belmonte el barrio que se independizó de españa
El 12 de septiembre dieron a conocer la Constitución del Reino de Belmonte:
“Cerro Belmonte, Villaamil y Peña Chica se ven obligados a declararse Estado Independiente ante la injusta expropiación a la que se ven sometidos por el Ayuntamiento de Madrid y, a la cabeza del mismo, Agustín Rodríguez Sahagún, que pretende expropiar casas y terrenos privados al precio de 5.018 pesetas por metro cuadrado para construir chalets de lujo a 250.000 pesetas por metro cuadrado (…) Por lo que, teniendo como objetivo principal la defensa de los derechos de cuantas personas viven y poseen propiedades en estos tres barrios y la anexión con España tan pronto como anulen la expropiación, se otorga la siguiente Constitución”.
Y el artículo 1º rezaba: “Bajo el nombre genérico de Reino de Belmonte, se engloban las siguientes comunidades autónomas: Belmonte (cerro y barrio), calle Villaamil y Peña Chica, constituyendo un Reino cuya corona se ofrece a su majestad, el rey D. Juan Carlos I. En dicho reino se abogará por la justicia, la igualdad, el pluralismo político y la FELICIDAD”.
Como se dijo, crearon una bandera, un himno y una moneda propia, el belmonteño, que equivalía a 5.018 pesetas, o sea, el valor que el Ayuntamiento le adjudicó a cada metro cuadrado de sus terrenos y viviendas.
¿Qué ocurrió? Nos lo cuenta Ana Rodríguez de El Confidencial: “La independencia duró una semana, hasta que el Consistorio madrileño anuló las expropiaciones. Varios años después, los vecinos renegociaron las condiciones y fueron realojados en pisos (departamentos) cercanos. Cambiaron las casas bajas blancas por edificios de ladrillo naranja. Eso sí, sin perder lo más mínimo su esencia de lucha”.
Hoy, lo que fue Cerro Belmonte se llama Valdezarza y sigue ubicado como en aquel 1990 en el céntrico distrito de Moncloa-Aravaca.
Cuando vivimos tiempos en los cuales quieren vender Argentina por cuatro centavos, emulando a la periodista española podríamos preguntar: Querido lector, ¿hasta dónde estaría dispuesto a llegar por defender sus derechos?
Fuentes consultadas: ABC, El Confidencial, Expansión, Madrid Secreto, Ahora ya lo sabes, El Español