La ciudad brasileña de Buzios vive del turismo. Y en los últimos días, ya colmada de visitantes, saltaron todas las alarmas. Es que por lo menos el 10 por ciento de su población nativa tiene Covid, y los contagios van en ascenso. Eso llevó a un juez a decretar el cierre de la comarca y a darle 72 horas a los turistas para que se vayan. Pero ayer, otro magistrado dejó sin efecto la medida cautelar. La flagrante contradicción tiene su origen en “la falta de políticas sanitarias desde que se inició la pandemia”, según contó a 90lineas.com la periodista platense Ana Laura Dagorret -radicada en ese municipio- y se enmarca en una “flexibilización casi absoluta” que ya puso a 16 de los 26 estados del Brasil contra las cuerdas. Es una pintura que no hay que dejar de mirar, teniendo en cuenta la suba de casos en nuestro país, así como la llegada de las fiestas y de las vacaciones.
Más al sur, Uruguay tomó la drástica decisión de cerrar sus fronteras desde el 21 de diciembre hasta el 10 de enero, y de limitar fuertemente el derecho constitucional de reunión. Ni siquiera podrán ingresar los uruguayos que para entonces se encuentren en el exterior, así como tampoco turistas argentinos (aunque tengan certificado de hisopado negativo).
La medida, que se tomó tras una maratónica sesión del parlamento, obedece al aumento de los casos de Covid-19. Mientras tanto, como se sabe, en Argentina se suceden las reuniones en las más altas esferas gubernamentales luego de tres días consecutivos en que los contagios rondaron los 7 mil (6.981 el miércoles, más de 7.300 el jueves y 7.002 ayer), en el marco de una flexibilización de hecho que a cualquier visitante le invitaría a pensar que el coronavirus no anduvo por estas pampas.
Así las cosas, el diario del lunes ya no está sólo en Europa y en Estados Unidos: se puede leer a la vuelta de la esquina.
“Las alarmas locales se han encendido sobre el rebote de las curvas de casos y el potencial rebrote de los contagios. Esta situación, de sostenerse en el tiempo, seguramente impactará en la circulación viral, algo que nos costó dos meses controlar”, dijo a este medio el reconocido especialista en Inmunología, Guillermo Docena (ver nota Tenemos el diario del lunes…). En tanto, la experta en Infectología, Silvia González Ayala, consideró que una –de tantas- causas del descontrol social tiene su origen en “la ausencia de una estrategia comunicacional segmentada y con mensajes claros”, lo cual “impacta en la ‘desobediencia civil’” (ver nota En nueve meses no se educó a la comunidad).
Europa al límite. EEUU colapsa
Antes de entrar de lleno en el paradigmático caso de Buzios, conviene repasar el estado de alarma que recorre a Europa y a Estados Unidos, con casi mil muertos en un solo día en Alemania, uno de los países que mejor manejó la situación durante la primera ola.
Un reciente informe del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades y de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos (creadora del mapa mundial de la Covid-19) indica que la segunda ola europea ya se cobró más vidas que la primera.
En rigor, desde el 1º de agosto hasta el 6 de diciembre, en los 27 países de la Unión Europea fallecieron por coronavirus 152.216 personas (a día de hoy son más de 160.000), frente a las 136.176 que murieron entre el 1º de marzo y el 31 de julio.
El periodista español Carlos Barragán puso de relieve, en el marco de un vasto informe, que esta segunda ola está dejando “dos conclusiones en Europa”. Una es que algunos de los países que “gestionaron con nota (éxito) la crisis inicial y pudieron mantener a raya la Covid, como es el caso de la mayoría de las naciones del este y de Alemania, fueron víctimas de su propio triunfo”.
La investigadora del programa ‘Max Weber en Políticas Sanitarias’ del Instituto Universitario Europeo de Florencia –Italia-, Tamara Popic, habló de “la paradoja del confinamiento temprano”. “Mucha gente no tenía experiencia con la crisis sanitaria porque su país hizo un buen trabajo. De esa forma, restó importancia al virus. Así, en esta segunda ola los gobiernos del este de Europa se confiaron y tardaron en poner en marcha medidas restrictivas”.
“La segunda conclusión –continúa Barragán- es que no siempre se aprende de los errores. Aunque un país fracasara en la lucha contra el virus en la primera embestida, puede haber sucumbido de nuevo en esta, la segunda”. Es el caso de Bélgica, Italia, España, Francia o EEUU.
“La comunicación de los gobiernos, en la gran mayoría de los países, ha sido muy mala y ha causado una desafección entre sus propios ciudadanos. Por mucho que pongas medidas restrictivas, si la gente está cansada y no las cumple, no sirve de nada”, añadió Tamara Popic.
Por su parte, EEUU sigue siendo el país con mayor número de contagios y muertos en el mundo. El miércoles último, por caso, se registraron 247.357 nuevos infectados y 3.656 fallecidos en 24 horas.
La alegría ya no es brasilera
La periodista platense Ana Laura Dagorret, residente en Buzios desde hace más de dos años, comenzó por poner en contexto nacional la situación del estado de Río de Janeiro y de ese municipio en particular.
“Brasil está en plena segunda ola de contagios. De hecho, el jueves último se registró el mayor número de muertos desde septiembre (1.092), que fue cuando algunos estados y municipios empezaron a flexibilizar las medidas de aislamiento. Al momento, el país suma más de 180.000 fallecidos y más de 7.000.000 de contagios por la Covid-19, con un nivel de testeo muy por debajo de la media de los países que tienen controlada la pandemia, por lo cual hay que pensar en una situación de descontrol”, sentenció.
¿Qué pasó? “Bien, como decía, en septiembre empezó la flexibilización, aunque algunos estados y municipios lo hicieron antes, motivo por el cual comenzó a circular muchísima gente”, explicó. ¿Por qué? “Porque en noviembre (el día 15) fueron las elecciones municipales y la campaña empezó a fines de septiembre, se extendió a lo largo de octubre y de la primera quincena de noviembre. Así, en un contexto en el cual hubo campaña electoral en los más de 5 mil municipios que tiene Brasil, la cantidad de personas que se movilizaron a lo largo de un mes y fracción fue enorme. Durante el proceso electoral se empezó a observar un aumento preocupante de la cantidad de casos, pero no había difusión pues en campaña sólo se habla de política. Luego de las elecciones, tomó gran relevancia el rebrote de contagios y muertes. Y a día de hoy tenemos 16 estados donde los casos y muertes suben a diario, 4 ó 5 estados se mantienen estables, y el resto (de un total de 26 y un distrito federal) está en baja”, detalló.
Los estados más comprometidos son los turísticos, todos los que tienen playa. Aunque hay ciudades internas que también registran una suba de casos, como ocurre en Santa Catarina, al sur.
Río de Janeiro, al que pertenece Buzios, fue uno de los primeros estados en decretar el lockdown (cierre de emergencia) cuando arrancó la pandemia, recordó Ana Laura, pero subrayó que “también fue el estado donde el gobernador resultó apartado del cargo (tras un pedido de juicio político) por sobrefacturación en la compra de insumos para hospitales. Entonces asumió el vicegobernador, y si bien seguía rigiendo la decisión estadual que primaba por sobre las iniciativas municipales, el cambio de autoridades trajo consigo una descentralización de hecho y los municipios comenzaron a decidir por cuenta propia acerca de las medidas de restricción. A eso, como vimos, se sumó en septiembre el inicio de la campaña electoral en los 92 municipios cariocas. Conclusión: hoy estamos con incremento de casos en todos ellos, sin camas en los hospitales y filas de hasta 300 personas en todos los hospitales públicos (la red privada está al 90%)”, puntualizó.
Buzios, a la buena de Dios (y los jueces)
¿Qué ocurrió en Buzios? “Aquí veníamos observando una creciente circulación de gente, muchas fiestas, aglomeración de personas en las calles y un uso casi inexistente de máscaras, lo cual redundaba en un aumento sostenido de casos”, contó Ana Laura. Y continuó: “Si bien se rearmó la carpa donde se hacen los testeos en la puerta del hospital, no se incrementó la cantidad de camas, no se implementaron controles en las calles para exigir distanciamiento social y uso de mascarilla; nada. Entonces, el aumento de los casos se disparó en forma exponencial: en una semana subieron el 3.000%”, afirmó.
Buzios es un municipio con 35.000 habitantes y ahora hay 3.500 infectados, lo cual roza el “escándalo”. “Y en medio de este descontrol y con las fiestas a la vuelta de la esquina, lo que implica la llegada de más y más turistas, el juez de primera instancia de la comarca decidió, a través de una medida cautelar, cerrar la ciudad y darle 72 horas a los visitantes para que se vayan. Eso fue el miércoles pasado. Hoy (por ayer, viernes) un juez de segunda instancia revocó esa decisión y la ciudad quedó abierta nuevamente”, relató.
“Hubo una fuerte presión, tanto de empresarios como de trabajadores del turismo, a quienes la intempestiva decisión del juez de primera instancia los aniquilaba. Si bien es contradictorio recibir mucha gente en un momento donde se están disparando los casos de Covid-19, por otro lado, ante un cierre total y absoluto de la ciudad la gente se quedaría sin trabajo. A ello hay que sumarle que en Brasil no hay un estado presente al que le interese hacerse cargo de una situación como esta, ni a nivel municipal ni estadual, y mucho menos al gobierno nacional”, describió.
Y opinó: “Se puede decir que Buzios es el proyecto más exitoso del bolsonarismo; es el sitio donde se ve más negacionismo y más violencia, como nunca la hubo. Una habla con gente que vivió toda su vida aquí y te dicen que jamás vieron algo como esto”.
“Pero hay una cuestión fundamental para entender lo que está pasando en Buzios hoy”, aclaró Dagorret. “Durante los dos últimos años gobernó el alcalde André Granado, que asumió su segundo mandato con una causa judicial. Flojito de papeles, digamos. En esos dos años fue apartado del cargo una docena de veces por diferentes causas (desvío de fondos que debían destinarse a la obra pública, desvío de dinero para la compra de insumos, entre muchos otros motivos, siempre relacionados al mal manejo del erario público). Es un record para la ciudad. Nunca ocurrió algo similar. La última decisión judicial, que se conoció hace dos meses, ya le impide volver”.
“Así, el vicealcalde en funciones cargó con una desinversión total desde el inicio de la pandemia. Es decir que recién ahora se adquirieron tests (30 mil), comenzaron a avanzar obras de infraestructura y demás. Esto es vital para entender la situación, pues el descontrol de la pandemia en Buzios tiene muchísimo que ver con lo que no se hizo desde abril hasta septiembre”, concluyó.