A Santiago Stirs, un músico y estudiante de 34 años con una vida por delante, lo fusilaron en el marco de un robo el pasado martes en La Loma, y su crimen, uno más en las calles de La Plata -el número 63 en lo que va del año, contra apenas 30 de todo 2019- fue absurdo y, lo peor, evitable. Evitable por varias razones. Evitable porque nadie debe ser asesinado por una bicicleta, una guitarra o un par de zapatillas. Evitable, también, porque uno de los dos motochorros que lo asaltaron ya había cometido otros ilícitos, también a mano armada, y se encontraba libre. El titular de la Unidad Funcional de Instrucción 3 que lo había dejado regresar a su casa tras el último atraco, le dijo: “Quedás libre, pero portate bien”. Y no, no se portó bien, y quien pagó las consecuencias fue, otra vez, un inocente.
El ridículo homicidio pegó tan hondo en la sociedad que trascendió los límites geográficos platenses y llegó a Capital Federal, con coberturas en vivo desde el hospital San Martín donde el hombre peleó por su vida durante poco menos de 24 horas, hasta que el balazo, con orificio de entrada pero no de salida que impactó en su parietal derecho, a la altura de la oreja y con dirección de atrás hacia delante, le quitó la vida y arruinó las de sus familiares.
“Padecía una lesión encefálica catastrófica, sin signos de conducta neuroquirúrgica”, le confió a 90lineas.com un vocero médico. Y Santiago no pertenecía a la clase alta ni nada en su tranquilo estilo de vida llamaría la atención de los medios de comunicación nacionales. Estos se fijaron en su muerte por lo absurdo que fue la misma, por lo injusto, por lo irracional de matar por matar.
A cargo de su familia con 14 años
La familia y los allegados de quien fuera no solo músico, sino también estudiante de Ingeniería, empleado del Rectorado de la UNLP, hijo, hermano y amigo, continúan devastados ante su trágico desenlace.
“No hay palabras para esto, se siento un dolor inmenso”, le contó a este medio su primo Mauricio, para definirlo a continuación: “Era un ejemplo de vida, con todas las letras. A los 14 años quedó sin su papá, fue un golpe muy duro, y salió a trabajar para cuidar a su mamá y a sus hermanos. Se convirtió en el sustento de la familia, se la puso al hombro con esa edad. Siempre luchó, fue para delante y donde veía un lugar para pedir trabajo, lo hacía y trabajaba”.
Dolido, aseguró que “lo recuerdo cuando éramos chicos porque nos criamos juntos, lo vi crecer desde chiquito. Era tímido pero divertido a la vez, medio callado. Era un amante de la música, un chico sano, en todos los sentidos: no fumaba ni se drogada, y nunca hizo nada de eso. Siempre fue un ejemplo de vida”.
Se lamentó que, debido a la pandemia del Covid-19 y al aislamiento social y obligatorio, “no lo veía desde el verano pasado, porque además yo vivo en Berisso, en la otra punta de donde él estaba”.
Santiago fue acribillado por los ladrones que lo sorprendieron mientras iba hacia una reunión con amigos, en 47 entre 20 y 21. Iba con su bici, escuchando música con los auriculares colocados y llevaba consigo una guitarra y una bolsa con un vino para la juntada. Tras dispararle luego de un breve forcejeo, los delincuentes huyeron sin robarse nada.
“Si él hubiese escuchado que le pedían algo, entregaba todo porque era un chico que nunca se peleó con nadie, no sabía ni cómo intentar defenderse. Se había explayado dos semanas atrás en Instagram acerca de la inseguridad, de lo que pasaba, porque él recorría todo en bici”, aseveró Mauricio, desatando por completo que la víctima haya intentado resistirse al ilícito.
Hasta el momento, el hecho tiene una persona prófuga y otra detenida, tratándose de un joven de 18 años apodado “El Rata” y con antecedentes penales. Lo capturaron el jueves en su casa de 142 entre 50 y 51, de donde se incautó un revólver calibre 22, una vaina servida del mismo calibre, tres cartuchos intactos y vestimenta similar a la usada el día del crimen.
“Se tiene que pedir justicia por el fiscal Marcelo Martini, que lo dejó libre tres, cuatro veces. Es tan responsable como la rata despreciable que mató a mi primo y queremos una explicación. Esta es la Justicia que tenemos en nuestro país: los asesinos están sueltos y la gente de bien, trabajadora, no puede salir a la calle por miedo, por temor a estas cosas que pasan día a día y cada vez más”. Y añadió: “Pudo haber sido evitable. Lamentablemente le tocó a él pero me pongo a pensar en tantos chicos que también son sanos, trabajadores, y le puede pasar a otra persona. Por eso repito que acá los responsables son tres: los dos que iban en la moto y el fiscal que lo liberó”. Por último, relató que “queremos que nos aseguren a toda la familia que esta persona no va a salir”.
Soluciones al problema
La noche del jueves se llevó a cabo en La Plata una pedaleada por seguridad, de la que participaron agrupaciones de ciclistas y otros independientes. Se juntaron en Plaza Moreno y recorrieron diferentes comisarías, manifestando su descontento ante los reiterados hechos delictivos que los tiene como blancos predilectos.
En ese sentido, también se reunieron tres ciclistas (Elio, de Berisso pedalea; Cristian, de Dos ruedas, y un tercero independiente) junto a los funcionarios municipales Dario Ganduglia -secretario de Políticas Públicas en Seguridad y Justicia de la Municipalidad de La Plata-, Oscar Terminiello -Director General de Planificación Municipal de Seguridad-, Jorge Estévez -director del Centro Operativo de Monitoreo- y Daniel Castellani, director de Seguridad Ciudadana.
Uno de los ciclistas presentes contó los temas tratados: “El planteo que hicimos es de público conocimiento por la muerte de Santiago, pero además por los robos de bicicletas que se vienen suscitando. Llegamos a cuestiones que pueden llegar a ser interesantes pero que no destrabarían esta situación que venimos padeciendo”.
Los funcionarios “propusieron hacer inspecciones porque abrieron muchas bicicleterías donde venden una gran cantidad de rodados usados y van a poner énfasis en el patrullaje municipal ciudadano de las bicisendas. A su vez, están estudiando una aplicación para darle a cada grupo y que funcione como una especie de botón antipánico y se trató un presupuesto para la limpieza de los circuitos para bicicletas. Muchos los evitan porque están sucios y mal señalizados y hay un presupuesto asignado para que sean más transitados y vigilados”.
Como último punto se mencionó que las autoridades platenses se reúnan con sus pares de Berisso y Ensenada y “formen una mesa de trabajo donde se tenga acceso a las distintas redes sociales, ya que hay infinidad de bicis que se venden por allí y que son de dudosa procedencia. Hay muchas redes donde ofrecen unidades baratas y se comprometieron a investigarlo”.
Ya para finalizar señaló que nada de esto “soluciona el problema en absoluto y no salimos conformes, pero es una granito de arena para ver qué se puede seguir haciendo a futuro. Quedó una mesa de diálogo abierta. Ahora buscaremos llegar a autoridad policiales”.