Enfrentamientos y choques entre manifestantes y policías se registraron en distintas ciudades españolas y en especial en Madrid y Barcelona en el segundo día consecutivo de protestas tras el controvertido arresto del rapero Pablo Hasél para cumplir una condena por sus tuits contra la monarquía y las fuerzas de seguridad.
Convocadas por redes sociales y sin autorización del Gobierno local, cientos de personas -en su mayoría con tapabocas por el coronavirus- se concentraron este miércoles tarde en la céntrica Puerta del Sol de Madrid bajo un fuerte dispositivo policial para exigir la libertad del artista.
Con pancartas en las que se leía «Secuestrado por Estado, ¡todos a la calle!» o «Basta ya de censura», la manifestación comenzó en un ambiente festivo al grito de consignas como «Libertad Pablo Hasél», mientras otras personas rapeaban con micrófonos y altavoces.
Pero al caer la noche, agentes policiales reprimieron en varias ocasiones a un grupo de manifestantes que intentaba dirigirse hacia el Congreso, reportaron los medios de prensa españoles.
Los concentrados incendiaron contenedores de basura para hacer barricadas, mientras las fuerzas de seguridad bloqueaban el acceso para impedir que se dispersaran.
Una joven que pedía salir pacíficamente de la zona fue víctima de las descargas policiales y uno de los agentes afirmó: «De aquí no se mueve ni Dios».
Algunos manifestantes con la cara tapada lanzaron botellas contra los agentes antidisturbios, que respondieron con disparos de balas de goma.
Tras dispersar a los manifestantes, la prensa española constató al menos la detención de una persona, mientras que otra fue reducida en el suelo.
EN BARCELONA
También se registraron disturbios en Barcelona, donde el martes por la noche las protestas derivaron en fuertes enfrentamientos con la policía en los que una manifestante perdió su ojo tras el impacto de una bala de goma disparada por las fuerzas de seguridad.
Varios centenares de personas marcharon para pedir la liberación de Hasél por las calles de la ciudad, pero antes de llegar a la Plaza de Cataluña, un grupo de personas levantó barricadas con tachos de basura incendiados y lanzó objetos contra los efectivos policiales.
En la noche del martes las violentas protestas registradas en Barcelona y otras ciudades catalanas dejaron al menos 15 personas detenidas y más de 30 heridos, entre ellos 19 policías, según las autoridades locales.
Hasél fue detenido el martes en una universidad en Lérida, su ciudad natal, donde se había atrincherado con simpatizantes para evitar su arresto.
Desde el lunes, Hasél estaba atrincherado en el edificio del rectorado, rodeado de simpatizantes que apoyan su causa y que repudian la persecución que ha sufrido en los últimos años.
Con el 99% de los votos escrutados, los independentistas de Esquerra Republicana, Junts perCatalunya y la CUP alcanzaban 74 escaños de los 135 en juego, cuatro más que en las elecciones de 2017. Esto les permitiría gobernar si es que llegan a un acuerdo.
Si bien el Partido Socialista de Cataluña (PSC) fue la formación más votada, lo que le asegura 33 escaños, los mismos que Esquerra Republicana, que obtuvo unos 50.000 votos menos.
Ante estos resultados, el líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, dio por hecho que su partido tendrá la presidencia de la Generalitat (gobierno regional catalán) «por primera vez en 80 años».
«Estamos dispuestos a culminar la república catalana y, para hacerlo, tenderemos a mano a las fuerzas favorables a la construcción de grandes consensos para construir la república», expresó Junqueras.
Pero el candidato del PSC, Salvador Illa, también anunció que intentaría formar gobierno: «El cambio ha llegado a Cataluña para quedarse y la victoria de hoy es un gran paso adelante, pero es solo el primero»
Mientras, el movimiento ultraderechista Vox obtuvo por primera vez diputados, 11, al atraer a los votantes de Ciudadanos, que se desplomó a 6 escaños de 36 obtenidos en 2017. El Partido Popular obtuvo solo 3. El candidato de Vox, Ignacio Garriga, se autoproclamó «líder de la oposición» al independentismo y la izquierda.
Los dos escenarios más probables son una unión independentista o una coalición de izquierdas, ambos con Esquerra Republicana en común. Se necesitan 69 escaños para formar gobierno. En 2017, el impulso por la independencia de Cataluña sumió a España en una crisis política considerada como la mayor en 40 años.
El gobierno central de Madrid suspendió la autonomía de la región durante casi siete meses después del intento fallido de independizarse. En 2019, el Tribunal Supremo de España condenó a nueve políticos y activistas catalanes a penas de cárcel de entre 9 y 13 años por esa campaña separatista.