¿Cuál es el primer paso que debe dar una persona o pareja que quiere adoptar? Muchos dicen que “el sistema es lento”. ¿Es realmente así o intervienen otros factores que se desconocen? ¿Quiénes participan en el proceso? ¿Hay asesoramiento y acompañamiento profesional permanente?
Muchas son las preguntas que se hacen y las dudas que tienen quienes quieren iniciar un proceso de adopción. 90lineas.com habló con Claudia Portillo, a cargo del Registro Central de Aspirantes a Guarda con fines de adopción dependiente de la Suprema Corte bonaerense, quien en forma clara y sencilla explicó el abecé del sistema.
Además definió, con la misma claridad y sencillez, qué significa adoptar. Nada más y nada menos.
“Las personas que viven en la provincia de Buenos Aires, una vez que toman la decisión de ser papás o mamás por adopción, lo que tienen que hacer es inscribirse en el Registro Central de Aspirantes a Guarda con fines de adopción que depende de la Suprema Corte de Justicia”, dijo Claudia Portillo, e indicó que para ello se debe ingresar a la página web de la Corte (www.scba.gov.ar) y completar un formulario de preinscripción que se hace online.
“Si son dos las personas completan un solo formulario, si están casadas o en pareja es lo mismo; en la Provincia pueden anotarse matrimonios, parejas, personas solas, tengan o no hijos, todas las conformaciones familiares son válidas”, realzó.
“Una vez completado el pre-formulario, si son proyectos prioritarios, es decir, de niños de más de 10 años, grupitos de 3 o más hermanos, o chiquitos que tengan problemas de salud o discapacidad, deben enviar un correo electrónico a la dirección que está allí indicada para que lo atendamos prioritariamente”, añadió.
“Si no es así, si se trata de otro pedido de inscripción porque tienen otra voluntad adoptiva, por ejemplo quienes se postulan para adoptar niños muy pequeños, sin ningún tipo de enfermedad o patología, o un solo niño -continuó Portillo-, luego de completar ese formulario online deben presentarse en el Juzgado de Familia que les corresponde por su domicilio, el que figura en el DNI”, aclaró.
En el Juzgado deben presentar una serie de documentación, que también está detallada en la página web de la Suprema Corte. Se les pide, básicamente, el documento, libreta de matrimonio en caso de estar casados, si tienen hijos los certificados de nacimiento, certificado de antecedentes penales.
“Luego, en el mismo Juzgado les harán unas evaluaciones psicológicas y sociales para ver si tienen lo que nosotros llamamos capacidad parental adoptiva, que tiene que ver con las aptitudes y condiciones necesarias como para poder adoptar. Porque, ¿qué es adoptar? Es restituirle el derecho a un niño, niña o adolescente a tener una familia, y para eso hay que estar muy preparado”, subrayó.
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Sistema de adopción en el país
Claudia Portillo explicó que el sistema de adopción en Argentina funciona de manera bastante similar en todas las jurisdicciones. “Cada provincia y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen un registro de adoptantes. Algunos registros funcionan en el ámbito del Poder Judicial y otros en el del Poder Ejecutivo. Y todos estamos articulados o nucleados por la Dirección Nacional de Registro Unico de Aspirantes a guarda con fines de adopción (DNRUA), que depende del Ministerio de Justicia de la Nación”, especificó.
En todos los registros del país los requisitos son semejantes. La idea es siempre tener personas que ya estén anotadas, que estén preparadas, evaluadas, listas para cuando un niño, niña o adolescente necesite de una familia por adopción.
Plantearse el proyecto
“Ante todo hay que decir que no necesitan abogado o abogada, que el proceso es gratuito, que gran parte se puede hacer por vía informática”, apuntó, al tiempo que consideró que “lo más complejo creo que podría llegar a ser plantearse el proyecto. Es decir, saber hasta dónde uno puede, hasta dónde uno quiere. Más del 90% de las personas que se inscriben solamente se inscriben para niños muy, muy pequeños, de 0 a 2 años y sanos. Y la verdad es que en la provincia de Buenos Aires tenemos chicos y chicas de segunda infancia, de más de 8 años, que también están esperando por una familia”, resaltó Claudia.
“También hay muchos grupitos de hermanos. Entonces, considero que lo más complejo es tomar la decisión de ser papá o mamá por adopción, y luego tener toda esta información para poder hacer el duelo de la familia biológica que no pudo ser, pero también pensar si uno está listo como para ser papá o mamá de chiquitos más grandes, de chiquitos que tienen algún problemita de salud. Si uno está listo para acompañar el proceso de crecimiento de esos niños”, lanzó.
La espera
La funcionaria dijo que “la espera depende en gran parte de la voluntad adoptiva, del proyecto adoptivo que presenten quienes se inscriben”.
“Si se inscriben con una voluntad adoptiva acotada -como dije, el 90% de la gente se inscribe para niños de 0 a 2 años y sanos-, la espera será mayor pues hay muchísimas personas o parejas anotadas con ese proyecto”, puntualizó.
“En cambio, si se inscriben con una voluntad adoptiva más amplia, obviamente van a ser llamados mucho, mucho antes”, explicó, para remarcar: “Siempre vuelvo sobre lo mismo porque me parece fundamental; la decisión de ampliar o restringir el proyecto adoptivo tiene que ser una decisión muy pensada, muy elaborada, no solamente con esta lógica de ‘me conviene esto o aquello’ para que me llamen rápido”.
Una vez que las personas están inscriptas y evaluadas pueden ser consideradas aptas, o aptas provisorias condicionadas, lo que quiere decir que todavía tienen que elaborar alguna cuestión. Pero una vez que están consideradas aptas y hay un chiquito o una chiquita que está en situación de adoptabilidad, el juez o la jueza que lo tiene a cargo le pide al Registro un listado de personas que tengan la voluntad adoptiva acorde a ese niño, amplió Claudia.
Derecho a una familia
Ejemplificó: “Si es un niño de 5 años pedirán postulantes que acepten un niño de 5 años con equis particularidades. Y de ese listado que manda el Registro, el juez o jueza junto con el cuerpo técnico, junto con los servicios zonales y locales, con el asesor, o sea, con todos los efectores del sistema van a elegir entre los inscriptos en ese listado a la persona o familia más compatible con ese niño o niña. La persona o pareja que mejor puede restituirle el derecho a vivir y desarrollarse en una familia”.
Una vez que la persona o pareja es preseleccionada la van a citar, y luego, si se evalúa que es la persona o la familia adecuada, comienza “un proceso de vinculación consistente en pequeños encuentros, que están supervisados, que están acompañados, en donde se van conociendo de a poquito”.
“La verdad es que la adopción es el encuentro entre dos extraños, o tres extraños si es una pareja, por lo que hay que hacerlo con tiempo, pausadamente, y sobre todas las cosas respetando los tiempos de los niños, que necesitan conocer a ese adulto o adulta que quiere ser su mamá o su papá”, destacó Portillo.
Finalmente contó que esos encuentros pueden ser salidas, meriendas, luego ir a dormir un fin de semana, hasta que se otorgue la guarda con fines adoptivos que dura seis meses, concluyó.
El Registro Central de Aspirantes a Guarda con fines de adopción hace charlas mensuales los primeros viernes de cada mes, abiertas a todo público, con el objetivo de brindar información y que la gente se anime a sumarse al Registro.
A continuación, el detalle de las charlas hasta fin de año (a excepción de la de agosto, que ya se llevó a cabo).