Científicos de la Universidad Nacional de La Plata finalizaron la construcción del prototipo de un cañón de ozono, un equipo que permite generar altas concentraciones de ese gas para posteriormente diseminarlo en diferentes espacios públicos y así eliminar de forma rápida y segura, virus como el COVID-19, bacterias y otros gérmenes.
Se trata de un desarrollo diseñado y construido en el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR, UNLP-CONICET-CICPBA), que se encuentra en la etapa final de pruebas respondiendo a todos los parámetros previstos. El ozono, en justa medida, es el esterilizante y desinfectante más efectivo que se conoce, tiene la capacidad de adherirse a los diferentes virus o bacterias y destruirlos. Además es inofensivo para seres humanos y animales.
El Doctor Gustavo Esteban Romero, Director del IAR explicó que “el cañón utiliza el aire de la atmósfera, para producir una gran concentración de ozono. Esto se logra a través de un importante número de microdescargas eléctricas originadas entre placas cerámicas o en tubos de vidrio, a los que se aplica un potencial que puede variarse de 8-mil a 10 mil voltios. Una vez producido el gas ozono, este se esparce, durante un tiempo controlado por el cañón, en distintos espacios públicos, como pueden ser por ejemplo, edificios escolares, ministerios, hospitales, trenes, micros, aviones o cualquier espacio cerrado”.
Martin Salibe, responsable de Vinculación Tecnológica del IAR expresó, “en estas últimas semanas, han logrado terminar con éxito el primer prototipo encontrándose en este momento, en una etapa de prueba, calibración y ajuste del sistema. El prototipo cuenta con un sistema micro controlado que genera ozono en su justa medida para cumplir con todos los requisitos de los estándares de seguridad. El mismo, funciona como un dosificador capaz de proveer, una cierta cantidad de partes por millón de o3, en un tiempo controlado, para disolver la membrana lipídica de todo tipo de bacterias y virus, destruyendo su núcleo y desactivándolos por completo .Dicho sistema además de generar la desinfección, genera un reporte, del tiempo, de la cantidad de ozono aplicado, de la temperatura y de la humedad, en la cual se realizó dicha desinfección”.
Los investigadores del IAR manifestaron que están trabajando en la articulación con la Fundación Tierra de Nuestros Hijos, y con empresas de amplia trayectoria en ozono y acero, para gestionar los fondos, y la fabricación de estos equipos a gran escala, en la próxima etapa.