Por Luis Augusto Raffo.- El Palacio Barolo está ubicado en Avenida de Mayo al 1370, en el barrio de Montserrat, Buenos Aires. Tiene 22 pisos y 16.630 m2. Se inauguró el 7 de julio de 1923. Fue bendecido por el Nuncio Apostólico Monseñor Giovani Beda Cardinali. El Presidente de la Nación era Marcelo Torcuato de Alvear.
Calificado por el autor como “rascacielo latino”, el Barolo es representativo de una actitud arquitectónica impregnada de prefiguraciones oníricas, de gestos únicos e ideales heroicos, dentro del espíritu del “resurgimiento”.
Los 100 metros de altura coinciden con los 100 cantos del poema” La Divina Comedia” de Dante Alighieri, los 22 pisos, con las 22 estrofas en algunos cantos y 11 balcones frontales por igual cantidad de cantos.
En 1918 Buenos Aires vivía su mayor esplendor. El centenario de la revolución de mayo propició una gran cantidad de obras. La Avenida de Mayo se transformó en una de las avenidas más importantes revalorizando la zona y generando grandes operaciones inmobiliarias.
En este contexto se encontraron Mario Palanti, arquitecto milanés que combinaba el academicismo itálico con otras vertientes de la arquitectura (cuestionado por su apoyo a Benito Mussolini) y Luis Barolo, empresario italiano llegado a Buenos Aires en 1890 donde instaló la primer hilandería de lana peinada en el País.
Barolo tenía un gran amor por su patria y por Dante Alighieri. Iniciada la primera guerra mundial, se decidió a financiar una obra que inmortalizaría la cultura itálica, al Dante y a sí mismo en Buenos Aires. Secretamente pensaba trasladar los restos de Alighieri (fallecido hace 702 años) a Buenos Aires, para convertir el edificio en un Mausoleo.
Entre las obras de Palanti en Buenos Aires, se destacan el hotel Castelar en Avenida de Mayo (originalmente llamado Excelsior), el cine Roca en Avenida Rivadavia al 3736, el banco Francés-Italiano en la esquina de Perón y San Martín, y la casa de renta de Santa Fé y Callao; colaboró además en el diseño de la Facultad de Derecho entre muchas otras obras.
EL MÁS ALTO DURANTE MÁS DE UNA DÉCADA
Iniciadas las labores en 1919, con armazón de hierro utilizado por primera vez, el Barolo sería el edificio más alto de Buenos Aires por más de una década, hasta la construcción del Kavanagh en 1936. Alcanzaría los 100 metros de altura. Rematado con un faro giratorio de 300.000 bujías, usado para anunciar noticias en tiempos que no había radio, como fue el resultado de la famosa pelea entre Dempsey y Firpo en Nueva York. En los años 30, la radio en la Nación fue principalmente experimental. Se transmitían segmentos musicales y culturales, o eventos políticos específicos, por pocas horas y con periodicidad espaciada.
El edificio sostiene una paralela simbología con la obra del Dante. Analogías y referencias a la “Divina Comedia”. Es una maqueta del cosmos. La planta baja, tiene forma de cruz, como las iglesias. Inicialmente era un pasaje abierto entre la Avenida de Mayo e Hipólito Irigoyen o como la galería Vittorio Emanuele II de Milán.
En los pisos de entrada pueden verse los colores de la bandera italiana (verde, blanco y rojo). Los dos sótanos representan el Infierno, los siguientes pisos hasta el 14, el purgatorio. Ocho cuerpos celestes del sistema solar de Dante: la luna, Mercurio, Venus, el sol, Marte y júpiter, Saturno y las estrellas, llegan al piso 22. A medida que se llega al faro, el edificio se vuelve más austero. Debido a que en el purgatorio se dejan atrás los bienes materiales.
El Faro instalado en la cúspide del edificio fue traído de Milán e inaugurado en 1923. Barolo quería dar la bienvenida a los barcos que llegaban por el Atlántico al Río de la Plata. Por una disposición dejó de funcionar hace 70 años. Restaurado en 2009 se enciende actualmente a las 22 horas y brilla por 20 minutos.
Antes de tomar en el anteúltimo piso un ascensor (para dos personas, reservado para el Dante y su enamorada Beatrice), llegamos al Empíreo, cima radiante de la luz del cielo, sitial para el encuentro con Dios, los Santos, los Angeles y los bienaventurados que gozan eternamente de la presencia de Dios..
La más famosa descripción de este concepto es la ofrecida por el Dante en La Divina Comedia. El poeta imagina este cielo, que Beatrice describe en los siguientes términos:
Hemos salido fuera
del mayor cuerpo al cielo que es luz pura:
luz intelectual, plena de amor;
amor de verdadero bien lleno de dicha;
dicha que trasciende toda dulzura. Aquí verás a ambas milicias
del paraíso y a una con el mismo aspecto
en el que la verás en la última justicia.
Paraíso Canto XXX
Sorprende que en todo el edificio no haya ninguna frase de la Divina Comedia, habiendo inscripciones latinas. Y ni siquiera un busto del poeta. Como sí la hay (luego rebautizada como “El Pensador” en la puerta del infierno de Rodin, en París).
MASONES
Barolo y Palanti fueron Masones, (Logia Fede Santa) como Alighieri . La simbología: las cadenas verdes representan la fraternidad y hermandad. Los pisos dameros (ajedrezados) aluden la dualidad del bien y del mal, la luz y las tinieblas.
El Palacio Barolo El Palacio Barolo El Palacio Barolo
La Letra A del ascensor lleva el símbolo masónico de un compás y una escuadra, cuyo significado es el maestro y el aprendiz. La aguja que marca los pisos está adornada con una flor de lis, emblema de la pureza. El edificio fue construido sobre el arroyo “Tercero del Medio” entubado. Para los Masones es algo positivo que genera abundancia. También se ven flores que aluden a círculos de fuego.
En 1933 Luis Barolo se casó en Rosario con María Helena Castagnino, separándose al año siguiente.
En un inefable poema que solía recitar Julián Centeya, en “Semos hermanos”, Francisco Bautista Rímoli hace hablar a un vagabundo filosófico que menciona a Barolo en este irreverente y descarnado epitafio:…” Se mueren los manates y el que no tiene un cobre… ¡Manyá!, si uno no tiene un mango, ni uno sólo, hoy no se cambiaría por el rico Barolo, que estiró las dos patas con todos sus morlacos, y sin embargo viven muchos que andan sin saco”
También vale mencionar el Palacio Salvo, hermano menor del Barolo en Montevideo. Mandado a construir por los hermanos José, Ángel y Lorenzo Salvo, italianos que levantaron este edificio como una forma de agradecer al País (ROU) la prosperidad que habían encontrado en la actividad textil. Fabricaban ropa de trabajo. En principio destinado a hotel. Tiene 105 metros de altura y 29 plantas. Cuenta con un subsuelo, planta baja, entrepiso, diez pisos altos completos y catorce pisos de torre, alberga 370 unidades habitacionales. Se encuentra en la Plaza Independencia, en el centro de Montevideo. Está emplazado en donde antes estuvo la Confitería La Giralda, lugar en que se ejecutó por primera vez la Cumparsita de Gerardo Matos Rodríguez . Es considerado junto con el “Barolo” las “Columnas de Hércules del Río de la Plata”. Inaugurado el 12 de octubre de 1928.