jain
Este año, a medida que las notas de música se fueron convirtiendo en una sana costumbre semanal, más de un amigo me sugirió escribir de tanto en tanto sobre “música moderna”. “Claro -pensé-, como el 99,99 por ciento de las notas echan anclas en los 70 y primeros 80 y mayormente en el rock argentino, deben pensar que no escucho otra cosa”. Entonces les dije: “Escucho artistas contemporáneos, sobre todo de jazz y blues”. Pero no. Rápidamente me di cuenta de que se referían a la música que escucha la mayoría de los pibes y pibas. No la voy a criticar porque “para gustos, los colores”, aunque, salvo algún que otro tema, paso.
En fin, que seguí en mis trece. Pero no hace tanto, viendo reels en instagram, práctica que inevitablemente me lleva a “tirar a la papelera de reciclaje” la inmensa mayoría de los contenidos, durante unos segundos apareció en la pantalla del celular una chica cantando una “extraña canción”.
A quienes escuchamos música 7×24 desde tiempo inmemorial, cuando algo suena realmente “original” en un mundo musical modelado por una industria empecinada en repetir hasta el hartazgo los mismos ritmos, letras, registros vocales, formas de vestir de los y las cantantes y de elevar al estrellato a artistas que llenan los bolsillos de sus productores, y supongo que los propios, pero lastiman oídos mínimamente sensibles, es realmente un bálsamo.
¿Quién es esa chica?, me pregunté como Madonna en los lejanos ’80. Parecía una Novicia Rebelde del siglo XXI, con un vestido negro de cuello blanco y cerrado y mangas largas. Pero ante todo y sobre todo, hacía una música que se salía por completo de los mandatos comerciales. ¿Su nombre artístico? Jain. A googlearla se ha dicho.
El primer artículo que apareció explicaba “la historia detrás de Makeba, la canción que se hizo viral en TikTok”. “Soné”, me dije enseguida. Y por dos motivos. Uno, no tengo TikTok (ni otras varias redes sociales). Dos, me ganó el prejuicio y pensé que si se había hecho viral en TikTok se trataría de algo de moda y pasajero. Para colmo, el resto de notas que aparecían en la pantalla de la computadora parecían hechas en serie: todas explicaban con las mismas palabras, puntos y comas qué significaba Makeba, el tema viral.
No obstante, esa brevísima historia que podía leerse en todos los portales invitaba a seguir buscando.
Makeba fue Miriam Makeba, o Mamá África, una cantante sudafricana de raza negra que supo fusionar el jazz con música de su tierra, pero como además era una decidida luchadora contra el apartheid, viajó al extranjero para poder desarrollar su arte pues en su patria corría serio peligro. (El apartheid fue un sistema segregacionista que duró desde 1948 hasta 1992, por el cual la minoría blanca sudafricana, pese a representar el 21% de la población, mantuvo a casi el 80% de las ciudadanas y ciudadanos negros confinados en guettos: no podían mezclarse con los blancos, pero tampoco podían votar ni tener negocios ni ejercer profesiones ni nada de nada, y a quien osaba alzar la voz, represión, cárcel, tortura y hasta muerte. Por caso, el líder negro Nelson Mandela estuvo en una prisión de alta seguridad durante 18 años. Luego fue presidente de la República. Ergo: un régimen nazi en el sur de África).
Miriam Makeba quiso regresar en 1960 a su país para asistir al funeral de su madre, pero no pudo; el régimen había cancelado su pasaporte a causa de su lucha contra el apartheid. Cuando Mandela asumió la presidencia en 1994 la invitó a volver y le ofreció un cargo. Ella rechazó el cargo pero finalmente pudo entrar y salir a gusto de su tierra.
Makeba (Jain – 2015)
Jeanne Louise Galice, Jain por su nombre artístico, nació el 7 de febrero de 1992 en Toulouse, Francia. Con apenas 9 años comenzó a viajar al ritmo del trabajo de su padre en una compañía petrolera. Hasta los 12 vivió en Dubái, luego en el Congo y un año en Abu Dhabi. Pero si bien en Dubái ya comenzó a tomar contacto con otras culturas, frenemos en el país africano, pues fue allí donde nació Jain, la artista.
“Cuando tenía 15 o 16 años, en el Congo, comencé a sentir la necesidad de expresarme y de cantar lo que estaba viviendo. Fue entonces cuando conocí a una persona muy importante para mí, un músico congoleño llamado Mister Flash que me enseñó cómo grabar en casa: él me dio mi primer software de música (FruityLoops) para que pudiera subir mis canciones a Myspace. Así es como empecé”, le contó al sitio los40.com en junio de 2016.
Come (Jain – 2015)
Crédito: Le Grand Studio RTL
En Myspace la escuchó el productor Dready y el músico y productor Yodelice, quien la invitó a viajar a Francia (o sea, a su país natal). Lo hizo en 2013. Yodelice descubrió una joya y comenzó a pulirla. Aunque el mérito siempre fue de Jain, a punto tal que no sólo es cantante sino que compone las letras y la música de todos sus temas, es multiinstrumentista y, como si fuera poco, tras haber estudiado pintura, diseñó la portada setentista de su último álbum.
A mediados de 2015 se publicó un EP con cuatro canciones, una de ellas fue Come. Confieso que tras zambullirme en Spotify para saber de qué iba Jain más allá de Makeba, al escuchar Come pensé “esto no es una moda pasajera”, más allá de las 200 millones de reproducciones en TikTok, TikTak y Tik Tuk.
Pero no fui en absoluto original: Come, en Francia, se convirtió en disco de oro a la velocidad de la luz. Fue su primer gran éxito. También fue número 1 en España. En noviembre de 2015, con 10 temas, entre ellos Come y Makeba, Jain sacó a la venta su primer álbum titulado Zanaka: niño en malgache, la lengua por excelencia de Madagascar. ¿Por qué en malgache? En homenaje a su madre, de sangre franco-malgache.
Lil Mama – (Jain – 2015)
Crédito: Le Grand Studio RTL
Ooohe, Makeba, Makeba, pero qué hermosa (ma che bella)
¿Puedo tener un oohe? Makeba
Haces que mi cuerpo baile por ti
Quiero escuchar tu aliento junto a mi alma
Quiero sentir tus pechos sin descanso
Quiero verte cantar, quiero verte luchar
Porque eres la verdadera belleza de los derechos humanos
Ooohe, Makeba, Makeba, pero qué hermosa (ma che bella)
¿Puedo tener un oohe? Makeba
Nadie puede superar a Mama África
Sigue el ritmo que ella te dará
Sólo su sonrisa puede hacer desaparecer todo
El sufrimiento de mil más
Dream – (Jain – 2018)
Una chica que hace música multicultural, dedicándole una de sus primeras canciones, allá por el 2015, a una incansable luchadora por los derechos humanos, quien también peleó contra el racismo y la mafia en el sur de Italia, no es una moda, más allá de que Makeba sea un tema pegadizo e ideal para videitos de TikTok.
Jain fusionó música electrónica con música africana y árabe, el pop con el hip hop, el reggae con el rock. De cuna francesa, canta en inglés, aunque en Makeba intercala de manera maravillosa una frase central en italiano (ma che bella), y sobre el final invierte las letras, una por una, llevando a quien la escucha a preguntarse qué lengua es esa.
Lil Mama es una perfecta demostración de cómo se puede, en apenas 2 minutos y medio, fusionar el electropop con el rap y las raíces musicales africanas.
En su segundo álbum, Souldier (2018), Alright es otra combinación perfecta de pop europeo con ritmos afros, y la “versión coral” de Dream, otra muestra de que Jain es una artista tan ecléctica como talentosa.
The Fool (Jain – 2023)
Pero resulta que tras el gran éxito de Zanaka y Souldier entre 2015 y 2018, puso stop cuatro años. Se zambulló en los vinilos de sus padres, y allí encontró un disco que le marcó el futuro (que es hoy). Se trata de The Kick Inside (1978), álbum debut de la cantautora inglesa Kate Bush, donde grabó el enorme Wuthering Heights (Cumbres borrascosas). También se inspiró en Fleetwood Mac, el David Bowie setentista, Prince, y otros. El resultado fue su regreso, en este 2023, de la mano de The Fool, donde la fusión quedó aparcada para dar paso a un pop melódico exquisito.
Además de recluirse en Marsella a escribir canciones, descontamos que Jain entrenó mucho su voz, pues logra unos altos suaves que recuerdan a la buena música pop de otras décadas. Además, tiene la virtud de sorprender: cuando una canción pop promedio debería tomar determinado camino para rematar en un estribillo convencional, la compositora francesa va para otro lado.
La canción que da título al disco, The Fool, tiene destino de clásico, de esos que se cocinan a fuego lento y van creciendo con el tiempo y las escuchas. Night Heights (alturas nocturnas), María, Cosmic Love (amor cósmico), Falling (descendente)… Todo el disco es un bálsamo en el alienante mercado de la música moderna. Claro, no es comercial. Pero Jain, en su tierra y en muchos países europeos, no deja de llenar estadios.
Eso sí, lejos de aquel loco éxito inicial que la llevó a hacer 300 presentaciones a un ritmo demencial. Ahora contó que “en los primeros conciertos (de The Fool Tour), al ver las sonrisas de la gente recordé cuánto amaba este trabajo (…) Después de años de conciertos sola en el escenario (con su sampler y su computadora), descubrí el placer de tocar con un grupo y redujimos el calendario: no más de tres conciertos seguidos, días libres y una gira más corta”. Tanta sencillez, reconforta.
Night Heights (Jain – 2023)
Crédito: RTL 2
En una entrevista que publicó hace un par de meses la edición francesa de la revista Cosmopolitan, con un título naif para mi gusto como “El hada del pop”, Jain (hoy de 31 años) explicó porqué estuvo cuatro años alejada de los estudios y los escenarios, aunque no de la música. “Vi el agotamiento venir de lejos, quería parar antes”, dijo esta cantautora “de pocas palabras” y “tímida a más no poder” (La Pop Life), y evidentemente enemiga de esa fama que a un artista le quita la vida misma, de acuerdo a la propia Jain en la letra de su tema Gloria: “Gloria, todos te quieren / tuve sueños sobre ti / tu éxito es mi meta, pero no tendrás mi alma / mantengo mi libertad profundamente en mis huesos / mantengo mi libertad como era mi hogar / no, no me enamoré de ti, gloria / puede que brilles en la oscuridad, pero el brillo nunca dura…”.
Y por esas vueltas de la vida, hoy marcada para bien o para mal por las redes sociales, Makeba, aquella canción de 2015, se hizo viral ocho años después de su publicación, justamente cuando Jain comenzó a presentar su tercer disco, donde, como dijimos, da un giro de 180 grados a su estilo musical.
Makeba – vivo (Jain – París)
Crédito: Jeff Live Music
Crédito fotos: ig-jainmusic