A las nueve de la noche en punto comenzó la cadena nacional. Dicen que el mensaje, que en total duró 16 minutos, fue grabado a las tres de la tarde. Todo en este gobierno es grabado y muy corto en materia de comunicación. Nueve de esos 16 minutos el presidente de la Nación, Javier Milei, los dedicó a mentir deliberadamente: sobre la herencia recibida (repitió que es la peor de la historia), sobre el “fracaso” de los últimos cien años (llevaría un libro analizar ese siglo, durante el cual Argentina llegó a estar en ciertos momentos por encima de países desarrollados en muchos aspectos), sobre una supuesta hiperinflación de 15.000% si no se toman las medidas que el Ejecutivo está tomando, etc. Y cual emperador que acababa de asaltar el poder, prometió una suerte de refundación de la República. Pero al final redujo semejante diagnóstico y tamaña promesa al objetivo de “terminar con el déficit fiscal” porque ese, para el líder de la ultraderecha argentina, es la madre de todos los males, a su vez hija de la emisión monetaria.
Luego, como si estuviese leyendo la lista del supermercado, enumeró solamente 30 de las 300 leyes que el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) contempla eliminar o modificar sustancialmente. La postal era grotesca: Milei insistió en el tema del endeudamiento como una de las causas de nuestras males mientras a su derecha se encontraban Federico Adolfo Sturzenegger (nadie explicó en condición de qué, pues no es funcionario) y el ministro de Economía, Luis Caputo, es decir, los dos principales responsables de la toma de deuda en dólares y de la fuga de toda esa deuda multimillonaria durante el gobierno de la Alianza Pro-UCR-CC, o macrismo.
Más patético aún fue el hecho de que Milei atribuyera un rol central a la casta política en la “debacle” nacional, mientras -además de Sturzenegger y Caputo- a su izquierda se hallaba nada menos que Patricia Bullrich, una mujer que pasó por casi todos los partidos políticos y gobiernos (excepto entre 2003 y 2015) y fracasó en todos estrepitosamente.
«El DNU choca de frente con la Constitución Nacional, en particular con su artículo 29», resaltaron dirigentes políticos, gremiales y juristas, el cual reza: «El Congreso no puede conceder al Ejecutivo nacional, ni las Legislaturas provinciales a los gobernadores de provincia, facultades extraordinarias, ni la suma del poder público, ni otorgarles sumisiones o supremacías por las que la vida, el honor o las fortunas de los argentinos queden a merced de gobiernos o persona alguna. Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable, y sujetarán a los que los formulen, consientan o firmen, a la responsabilidad y pena de los infames traidores a la patria».
Así, el ultraderechista fue nombrando “por arribita” leyes a eliminar o a modificar que iban golpeando en la boca del estómago el presente y el futuro de millones y millones de argentinos y argentinas. Al final, avisó que esos eran apenas 30 ejemplos, pues el DNU contenía la supresión o el cambio radical de 300 leyes. Invocó a Dios y se despidió.
Octavo día hábil de gobierno. Dieciséis minutos grabados de cadena nacional. Y los 55 puntos porcentuales que Milei obtuvo en el balotaje del 22 de noviembre parecieron volar por los aires: como una gran ironía del destino, todo ocurrió durante el día en que se cumplían exactamente 22 años de la rebelión popular del 2001. Un par de horas más tarde, casi todos los barrios porteños y las principales ciudades del país estaban estallados de bronca. A la Plaza de los Dos Congresos no paraba de llegar gente. Muchas familias, madres con niños, personas mayores que incluso se ayudaban con bastones o andadores, jóvenes de 16, 18 años, vecinos y vecinas con ejemplares de la Constitución Nacional en la mano, clase trabajadora y, fundamentalmente en CABA, mucha pero mucha clase media. Al ritmo frenético de las cacerolas, cantaban “¡No se vende, la patria no se vende!”, o “¡El pueblo no es la casta!”. Otras consignas eran más directas: “¡Paro general!” y “¡Pongan la fecha la p… que los parió!”, en referencia a una huelga nacional y con la CGT como clara destinataria. Y, por supuesto, no faltó el “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo…”. La clase dirigente argentina, tanto la política como la gremial, la social, la empresaria y la eclesiástica, deberán estar a la altura porque la bronca tiene ribetes inéditos.
La magnitud que tomó la protesta y su extensión en el tiempo hasta entrada la madrugada, pese a que hoy es día laborable, obligó a los canales de noticias de los medios hegemónicos a tomar nota de la indignación popular. Hasta que la gente no salió a las calles y copó avenidas céntricas y la Plaza de los Dos Congresos, donde desplegaron una enorme bandera argentina, esos medios se hicieron, como siempre, los distraídos. Nobleza obliga: el único canal que reflejó las protestas que terminaron siendo masivas desde el primer cacerolazo fue C5N.
Otro factor clave en el cambio de actitud de los medios hegemónicos fue la composición social de los manifestantes. Es un clásico: si los que se movilizan son obreros encuadrados sindicalmente o trabajadores de la economía popular identificados como “piqueteros”, no les dan bolilla por más que el número supere el medio millón de personas (y no es un ejemplo exagerado, pasó no hace tanto). Pero si se moviliza la clase media enciende todas las alarmas, incluso la de los pseudoperiodistas que viven militando a Macri, Milei y el ajustazo.
Para colmo, en la era de las redes sociales, iban llegando a los canales de TV videos de cacerolazos en La Plata, Mar del Plata, Quilmes, Avellaneda y muchas otras ciudades del Gran Buenos Aires, de Rosario, Paraná, Río Grande. En fin, de todo el país. Y entre tantos videos, ¡oh sorpresa!, apareció por allí uno de un cacerolazo en un country. ¡Pucha que se le fue la mano al Círculo Rojo!
El periodista Iván Schargrodsky contó en C5N que el DNU, calificado como inconstitucional por todos los sectores políticos, gremiales y por reconocidos juristas, ni siquiera lo redactaron integrantes del gobierno. Habría sido obra de un pequeño grupo de grandes estudios jurídicos privados porteños que trabajan para una parte de las mayores empresas del país.
Básicamente, el DNU desregula por completo la economía nacional, a un nivel que no se animó siquiera la dictadura cívico-militar. De la noche a la mañana, un Estado “muy pero muy presente” decidió que dejará que todas las actividades económicas, desde la más cotidiana hasta la más compleja, queden a merced del mercado. ¿Y qué es el mercado? Las grandes empresas nacionales y extranjeras que tienen tanto poder como para hacer y deshacer a su antojo. O, mejor dicho, hasta anoche pensaron que podían hacer y deshacer a su antojo. Y se toparon, como otras veces en la historia, con el pueblo movilizado diciendo “no pasarán”.
Vamos a enumerar aquí las 30 leyes que el gobierno eliminará o modificará sustancialmente (si el pueblo se lo permite), recordando que son 300 y que algunas de las más sensibles no fueron nombradas por Milei.
1.Derogación de la Ley de Alquileres (El propietario ahora podrá fijar el monto y las condiciones del alquiler a su antojo, así como la moneda en que quiere cobrar: pesos o dólares).
2.Derogación de la Ley de Abastecimiento (Si un supermercado o varios supermercados no venden algún o algunos productos -incluso por pura especulación- el Estado no hará absolutamente nada en defensa de los consumidores).
3.Derogación de la Ley de Góndolas (Esta ley garantizaba a las pequeñas y medianas empresas -Pymes- su presencia en las góndolas en igualdad de condiciones con las grandes firmas; ya no).
4.Derogación de la Ley de Compre Nacional (Otra ley eliminada que va contra las Pymes, pues quita el cupo de compras a empresas nacionales que deben respetar tanto las empresas de mayor tamaño como el Estado en sus tres niveles, nacional, provinciales y municipales. Vale destacar que esta ley rige en EEUU, Australia, Canadá, Japón, Israel, Brasil México y en casi todos los países europeos).
5.Derogación del Observatorio de Precios del Ministerio de Economía (Como ahora cada cual podrá cobrar lo que quiera por el producto que sea, no hace falta un ente que cuide el bolsillo de los argentinos y argentinas).
6.Derogación de la Ley de Promoción Industrial (La ley argentina de promoción industrial tenía como objetivo fomentar el desarrollo de la industria nacional a través de incentivos fiscales y financieros, que incluían la reducción de impuestos, créditos fiscales, subsidios, entre otros, dependiendo del tipo de industria y la región donde se desarrolle la actividad industrial. También buscaba promover la inversión en sectores estratégicos para el país, así como generar empleo y mejorar la competitividad de las empresas argentinas en el mercado global. No va más).
6-A. Dentro de las normativas que dejarían de existir dentro del sector Agro/Primario están: Ley 26.737 (ley de tierras) – Ley 18.600 (vitivinicultura) – Ley 18.770 (azúcar para el mercado interno) – Ley 18.905 (vitivinicultura) – Ley 21.608 (promoción industrial) – Ley 22.667 (vitivinicultura) – Ley 27.114 (yerba mate) – Ley 12.916 (olivicultura) – Ley 18.859 (envases alimentación de ganado) – Ley 19.990 (algodón).
*La derogación de las leyes de góndolas, de compre nacional y de promoción industrial, sumado a la liberación total de importaciones, es un tiro de gracia para las Pymes y el punto de partida de la pérdida de decenas de miles de puestos de trabajo.
7.Derogación de la Ley de Promoción Comercial (Tiene por objeto establecer los procedimientos de exhibición del precio de venta y del precio de unidad de medida de los productos ofrecidos por los comerciantes a los consumidores, así como aquellos relativos a las ofertas y promociones al consumidor).
8.Derogación de la normativa que impide la privatización de las empresas públicas.
9.Derogación del régimen de sociedades del Estado.
10.Transformación de todas las empresas del Estado en sociedades anónimas para su posterior privatización.
11.Modernización del régimen laboral para facilitar el proceso de generación de empleo (Ampliación del periodo de prueba hasta los 8 meses -hoy, como en casi todo el mundo, es de 3 meses-, incorporación de los bloqueos o tomas de establecimientos como causa de despido y cambios -flexibilización- en el sistema de indemnizaciones).
12.Reforma del Código Aduanero para facilitar el comercio internacional (Libertad absoluta para exportar. Los exportadores, además, no deberán garantizar un cupo para el mercado interno, donde, si quieren, podrán comercializar los productos al mismo valor que en el extranjero).
13.Derogación de la Ley de Tierras para promover las inversiones (Esta ley ponía un tope a la venta de tierras a extranjeros. Eso se elimina. Ahora, los Joe Lewis, los Benetton y Cía podrán adueñarse sin trabas de toda la Argentina -ver nota Joe Lewis, Benetton y Cía, radiografía de un país privatizado-).
14.Modificación de la Ley de Manejo del Fuego.
15.Derogación de las obligaciones que los ingenios azucareros tienen en materia de producción azucarera.
16.Liberación del régimen jurídico aplicable al sector vitivinícola.
17.Derogación del sistema nacional del comercio minero y del Banco de Información Minera.
18.Autorización para la cesión del paquete accionario total o parcial de Aerolíneas Argentinas.
19.Implementación de la política de cielos abiertos.
20.Modificación del Código Civil y Comercial para reforzar el principio de libertad contractual entre las partes.
21.Modificación del Código Civil y Comercial para garantizar que las obligaciones contraídas en moneda extranjera deban ser canceladas en la moneda pactada.
22.Modificación al marco regulatorio de la medicina prepaga y las obras sociales.
23.Eliminación de las restricciones de precios a la industria prepaga.
24.Incorporación de las empresas de medicina prepaga al régimen de obras sociales (Las prepagas y las obras sociales podrán fijar los valores a sus afiliados como les venga en gana).
25.Establecimiento de la receta electrónica para agilizar el servicio y minimizar costos.
26.Modificaciones al régimen de empresas farmacéuticas para fomentar la competencia y reducir costos (Con esta normativa, por ejemplo, Farmacity podría desembarcar en La Plata).
27.Modificación de la Ley de Sociedades para que los clubes de fútbol puedan convertirse en sociedades anónimas si así lo quisieran.
28.Desregulación de los servicios de internet satelital (Al mencionar este punto, Milei nombró a la empresa del milmillonario Elon Musk, quien se sabe que está interesado en Arsat, es decir que hizo una modificación legal para beneficiar a un megaempresario extranjero amigo suyo).
29.Desregulación del sector turístico eliminando el monopolio de las agencias de turismo.
30.Incorporación de herramientas digitales para trámites de los registros automotores.