Por María Florencia Anzoátegui.-
Tras el cierre de Télam, ahora el gobierno de ultraderecha va por el cine.
Y así, poco a poco irán cayendo la educación (las universidades se verían obligadas a cerrar sus puertas en mayo), la salud (ya lo sienten los jubilados, los pacientes con enfermedades graves y hasta sectores de la clase media que debieron abandonar las prepagas), la construcción de viviendas y de infraestructura básica (el plan ‘obra pública cero’ está haciendo estragos), la ciencia (el Conicet agoniza). Es decir, la ya bombardeada calidad de vida de la población empeorará hasta llegar a niveles impensados.
En este contexto de devastación planificada, desde Cultura de la provincia de Buenos Aires dieron a conocer un duro comunicado donde advierten que el INCAA está al borde del cierre: todo lo que nos da prestigio en el mundo cae bajo la irracional piqueta de la ignorancia extremista.
El comunicado
El Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires repudia la resolución del Presidente, Javier Milei, de recortar y desfinanciar el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). Se trata de una decisión intempestiva y autoritaria en el marco de un proyecto político que busca aniquilar la cultura nacional y su capacidad de construir soberanía.
En 2023, el presupuesto del INCAA significó el 0,0318% de la totalidad del gasto del Sector Público Nacional, que además se alcanzó mayoritariamente con recursos tributarios. Esta medida genera una drástica paralización y reducción de su actividad, que deja al organismo histórico al borde del cierre.
Cuando atacan al INCAA, atacan a nuestra industria nacional. El cine argentino es un generador constante de puestos de trabajo a lo largo y ancho de nuestro país. A través de las políticas de fomento y promoción que ha impulsado desde su creación, pequeñas y medianas producciones audiovisuales, con grandes historias, tuvieron la posibilidad de recorrer no solo el país, sino también el mundo.
Ocho películas nacionales, que contaron con el apoyo del INCAA, fueron candidatas a los premios Oscar. Dos de ellas, “La historia oficial” y “El secreto de sus ojos”, lo ganaron. La última nominada que llegó a las instancias finales fue “Argentina, 1985”. Claros ejemplos del alcance universal que tienen nuestras producciones.
incaa al borde del cierre
La industria cinematográfica argentina participa en festivales internacionales de cine y es una referencia para países de la región en la constitución de institutos de cine. Nuestro país tiene un enorme potencial con su diversidad de lugares y paisajes, con grandes técnicos, trabajadores de la industria, directores, actores, actrices y creativos.
Una institución como el INCAA es imprescindible para el desarrollo audiovisual que refleja la diversidad de voces y miradas de nuestro país. Existen 500 millones de hispanohablantes en todo el mundo, un mercado sumamente amplio al que el Cine Argentino podría llegar con más recursos y más infraestructura. Ninguno de los problemas se solucionan recortando, todo lo contrario: los agravan y los profundizan.
Dos veces, en dos periodos distintos, el Congreso votó a favor de la continuidad del INCAA. En 2022 se aprobó la prórroga por 50 años de las asignaciones específicas, donde se incluían además INAMU, INT, FNA, CONABIP y medios comunitarios. En febrero de este año, y al calor de una movilización popular, el parlamento nacional rechazó la eliminación y reducción de estas instituciones propuestas por el Gobierno en la Ley Ómnibus.
Lo que no pudieron conseguir por vía de la democracia y el consenso, hoy buscan obtenerlo a la fuerza, en una clara maniobra que tiene mucho de revanchismo, venganza y placer por la crueldad.
Con esta nueva medida que busca arrasar la soberanía cultural, el gobierno de Javier Milei prepara el terreno para que los principales beneficiarios del desguace de nuestra industria del cine sean las grandes plataformas audiovisuales.
Cuando atacan al INCAA, atacan a nuestra industria nacional. El cine argentino es un generador constante de puestos de trabajo a lo largo y ancho de nuestro país.
El cine nacional es la posibilidad de que nosotros contemos nuestras historias, de que mostremos nuestros paisajes y donde valoremos lo que nos hace argentinos y argentinas. Por más que ataquen y por más que difamen, quienes integramos este espacio, junto a los trabajadores y las trabajadoras, vamos a defender y a luchar por nuestros derechos y por el acceso a una cultura justa, libre y soberana.