Por Horacio Micucci
El bombardeo de Guernica (Operación Rügen) fue un ataque aéreo realizado sobre población civil de esta ciudad vasca el 26 de abril de 1937, en el transcurso de la guerra civil española, por parte de la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana, que combatían en favor del bando sublevado contra el gobierno de la Segunda República Española.
Las estimaciones actuales de víctimas cifran los fallecidos en un rango que abarca de los ciento veinte a los trescientos muertos, ciento veintiséis según el estudio más reciente y exhaustivo (Wikipedia).
El 16 de junio de 1955, un sector de la Armada Argentina, con apoyo de sectores de la Fuerza Aérea, encabezó un ataque que tenía como objetivo principal asesinar al presidente Juan Domingo Perón y a los miembros de su gabinete, para consumar así un golpe de Estado.
Sin embargo, la maniobra comprendía también la agresión contra civiles inermes que pudieran alzarse en defensa de un gobierno constitucional que contaba con un importante apoyo popular. El propósito de la conjura, tras asesinar al presidente de la Nación, era instaurar un triunvirato civil integrado por Miguel Ángel Zavala Ortiz (dirigente de la UCR), Américo Ghioldi (dirigente del Partido Socialista) y Adolfo Vicchi (del Partido Conservador).
Aviones que surcaron el cielo del centro de Buenos Aires lanzaron más de cien bombas con un total de entre 9 y 14 toneladas de explosivos. La mayoría de ellas cayeron sobre las plazas de Mayo y Colón y sobre la franja de terreno que va desde el Ministerio de Ejército (ubicado en el Edificio Libertador) y la Casa Rosada, en el sureste, hasta la Secretaría de Comunicaciones (situada en la sede del Correo Central) y el Ministerio de Marina, en el noroeste.
Se arrojaron bombas sobre el edificio de la CGT, el Ministerio de Obras Públicas, el Departamento Central de Policía y la residencia presidencial, actual Biblioteca Nacional. Hubo un ataque con ametralladoras desde la Secretaría de Marina para tomar la Casa de Gobierno. Llegadas las 4 de la tarde, los aviones descargan sus últimos proyectiles y huyen a la ciudad de Montevideo. En la Plaza de Mayo y sus alrededores quedaron los cuerpos de 355 civiles muertos, y los hospitales colapsaron por los más de 600 heridos (página oficial del Gobierno nacional).
Es una triste comparación, pero hubo más víctimas en Plaza de Mayo que en Guernica.
Con justicia, el crimen de Guernica tuvo una obra de arte de Picasso que lo inmortalizó para que nunca se olvide. El crimen de Plaza de Mayo en 1955, fue minimizado por la oligarquía asesina que lo provocó. No tiene su Guernica ni su Picasso.
Como dijeron los republicanos españoles de aquellos años: ¡¡No pasarán!! No deben volver.